El curioso mundo de las versiones regionales de los juegos

No es raro que algunas producciones culturales internacionales adapten algunos de sus aspectos para ciertos públicos, ya sea por el contexto cultural o socio-político. Un ejemplo medianamente conocido fue el de Del revés, donde se cambió la escena del brócoli de Ridley, la protagonista, por pimientos verdes en Japón ya que son la comida menos favorita de los niños del país. Otro caso, en términos menos agradables y con un carácter más restrictivo y de censura, es la paupérrima escena del beso entre dos mujeres en Star Wars El Ascenso de Skywalker, la cual fue eliminada en los países de Medio Oriente sin dejar rastro.

En el mundo de los videojuegos que haya versiones diferentes según donde se publique el juego es una vieja costumbre que lleva casi desde el mismo nacimiento del hobby. ¿Quién no conoce el famoso caso de los cambios de nombre en la versión internacional de Street Fighter II? Vega antes era Balrog, M.Bison era Vega y Balrog era antes M.Bison, un trío de modificaciones cuanto menos curiosas. Aunque en el caso de M.Bison, era por temas legales relacionados con el nombre del famoso boxeador real Mike Tyson, por no mencionar que el personaje era precisamente un hombre afroamericano de vestuario de boxeo.

Es simplemente curioso ver lo que se puede llegar a cambiar en los lanzamientos internacionales, especialmente si luego eso va a ser el estándar en futuras entregas de esa saga./©Capcom

En algunos casos, las diferencias están enfocados más a lo jugable que a lo visual o narrativo. Un caso particular y poco conocido se da en la versión japonesa de Spyro The Dragon, que resulta ser bastante diferente de la occidental y no solo por algunos retoques visuales para hacer al dragón morado más mono en estándares nipones, también por elementos como que la cámara fuera fija y alejada o el reajuste de la velocidad del dragoncito. Esto se debe principalmente a que, debido a los problemas encontrados durante la fase de testeo en público japonés, aquellas pruebas hacían que los jugadores se mareasen mucho con el movimiento y fluir general del juego y por lo tanto Insomniac Games debió reajustar muchas cosas a nivel de gameplay para evitarlo.

En algunos casos, las diferencias se dan puramente a nivel de marketing y publicitario para que un juego resulte más atractivo a una demografía poblacional concreta. ¡Que se lo digan las carátulas americanas de buena parte de los juegos de Kirby! Esa bolita rosa adorable tan tierna tiene otro rostro cuando cruza el charco, probablemente para darle una imagen más ruda y que así apele a la sensibilidad del público estadounidense. Aunque es innegable que queda un poco hilarante cuando se ven varias de estas portadas junto a sus homónimas originales.

La carita de la mascota preferida de Sakurai mostrando un enfado severo y, en algunos casos, portando armas para hacerse el duro, solo para quitarle algo de infantilización, con un resultado algo mixto. Nintendo©

Era especialmente notable en los 90 estos cambios visuales para apelar al público occidental, especialmente al americano, como aquella infame cubierta del primer Megaman, donde incluso aquel personaje saldría como luchador jugable en Street Fighter x Tekken. Incluso algunos juegos llegaban más lejos y se convertían en otra franquicia diferente de golpe, como en Super Mario Bros 2. En Japón era un título totalmente diferente llamado Yume Kōjō: Doki Doki Panic y fue reconvertido como una secuela oficial del fontanero más famoso del mundo, ya que The Lost Levels, su segunda parte real, no funcionó bien en occidente debido a su alta dificultad.

Casos hay cientos, cada uno con sus particularidades, y es cierto que aunque muchos sean cosas divertidas o curiosas de ver, algunas pueden llegar a puntos más polémicos como es el recorte de contenido o, directamente, la censura. Al final, esto depende de cambios tan aleatórios y variables como pueden ser la cultura, la situación política o simplemente publicitarios. Y sobre todo, aunque sea un detalle nimio, no deja de darle una profundidad muy característica al mundillo de los videojuegos.

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