La música de la franquicia Sonic pega durísimo

Es un hecho que la música de Sonic The Hedgehog será lo único que le sobrevivirá a la popular mascota de Sega cuando caiga en el olvido. Bueno, seguramente no, pero que resulta ser uno de los aspectos más destacables del erizo es algo innegable. Y es que la trayectoria relativa al componente musical de sus juegos es un asunto que lleva existiendo desde el título original, con aquel pegadizo tono del primer nivel llamado Green Hills. Desde luego es imposible olvidar esa tonadilla feliz y rítmica que se ha convertido en uno de los epicentros de la nostalgia pura y dura, además de siempre retrotraer a la marca Sonic —y por ende, Sega— al escucharla.

La importancia de la música en la mascota más veloz del panorama de los videojuegos no surge de algo fortuito o por azar. En los 90, la propia calidad de las melodías no era algo tan relevante e importante como sí es en la actualidad, sino un sonido que poner de fondo mientras saltas encima de tus enemigos o te peleas contra todo el barrio. Desde luego que eran pegadizas y contribuían a que te quedaras pegado a la pantalla, pero no eran una de las puntas de lanza a la hora de vender el juego, como sí terminó ocurriendo con Sonic.

La música de Sonic es quizás de los elementos más memorables que se le recuerdan a la mascota, su Green Hills es eterno. / ©Sega

Gracias a que los miembros clave de Sega tenían conexiones con el mundo de la música, el primer juego de Sonic poseyó temas únicos y memorables que se quedarían para la posteridad años después. Y fue el director de Sega de aquel periodo, Fujio Minegishi, el que consiguió durante los primeros años de vida que el erizo azul se rodease de la gente adecuada para componer su banda sonora. Y es que como curiosidad, la música del primer Sonic The Heghehog fue compuesta por la banda de J-pop Dreams Come True, que no era precisamente peccata minuta, teniendo en cuenta que el hardware de sonido de la Sega Mega Drive, con al menos 4 canales de sonido, y ya se sabe como suena la calidad sonora de la consola mal aplicada.

La colaboración con Dreams Come True seguiría siendo fructífera en los siguientes juegos del erizo hasta Sonic CD y Sonic The Hedgehog 3/Sonic&Knuckles. En el último mencionado —se vendían como dos juegos separados pero se desarrollaron a la vez— llegaría a contribuir el mismísimo Michael Jackson, habiendo participado en el desarrollo debido a que era un ávido fan de la mascota puntiaguda, aunque debido a las alegaciones de abuso sexual infantil que surgieron por aquel entonces, se terminó, lógicamente, con aquella colaboración. A pesar de que han pasados los años, a día de hoy se desconoce si parte de dichas contribuciones siguen incluidas en la música del juego o se cortaron completamente a raíz de la polémica.

En líneas generales, la música de Sonic por aquellos tiempos seguía siendo tan dicharachera, variada y feliz como Angel’s Island o Flying Baterry Zone. También se debe decir que, aunque nunca ha sobrepasado la línea de lo puramente especulativo y crítico, algunas veces se ha tildado a la banda sonora del erizo azul de plagio, aunque no es un ataque únicamente dirigido a este. Y es que, sobre todo en la década de los 90, también hubo acusaciones de copia a otros títulos que presentan temas sospechosamente reminiscentes de ciertas canciones conocidas en el imaginario público, tales como el tema de Robo de Chrono Trigger con el de Never Gonna Give You Up de Rick Astley o el tema de Ken de Street Fighter 2 con el Mighty Wings de Top Gun.

A pesar de la calidad excelsa en su música, Sonic ha sido acusado no pocas veces de robar partes o incluso secciones enteras a canciones conocidas y menos conocidas, aunque jamás ese tema ha atravesado la opinión pública. / ©Sega

El momento en el que la música de Sonic daría un salto de altura también iría de la mano con el título que cambiaría las reglas del juego —literalmente— y que no fue otro que Sonic Adventure. El cambio al 3D, el contar una historia mucho más profunda, los niveles frenéticos que no dan ni un respiro, entre otros, fueron motivos por los que se convirtió en el juego insignia de la tristemente fallecida Dreamcast. Pero no solo fue una revolución a nivel técnico o gráfico, también la música daba un rumbo mucho más orientado al rock-funk gracias a la participación e influencia de Crush 40, quienes compusieron el tema principal Open Your Heart, dotando de un tono mucho más juvenil y cañero a las aventuras del puercoespín alienígena, lo que le sentó como un guante.

Es a partir del éxito de Adventure cuando la banda japonesa-americana se quedaría durante largo tiempo al lado del erizo, componiendo y ayudando a la hora de crear la banda sonora de sus juegos. La colaboración fue tan estrecha que hasta incluso compusieron los temas principales I Am… All of Me o Never Turn Back del infame Shadow The Hedgehog, que, a decir verdad, sí captura bien el rollo más trash-metal y encapsula la atmósfera más «oscura» y «seria» del referente máximo del «no es una fase». Por ahora parece que el apartado musical de Sonic siempre parece que vaya a relucir incluso en el peor juego, pero hasta el fan de los perritos calientes con chili tiene días de sordera aguda, y si no, se le puede preguntar a los de Bioware por el dolor de cabeza que provoca el tema de Central City de su Sonic Chronicles the Dark Brotherhood. Eso sí que no es música para los oídos.

Para los que hayan jugado a The Dark Brotherhood, este sitio es su Vietnam particular. / ©Sega

Durante la última década, se han venido temas principales de otros grupos además de Crush 40, como Dangerkids con su Infinite para Sonic Forces o el reciente Vandalize de One Ok Rock para este último título, que además ha sido la aparente resurrección de Sonic en el terreno jugable. Aunque este artículo se quedaría algo cojo si no se hablase del espectacular trabajo de Tee Lopes en Sonic Mania, un viaje al pasado modernizado y dinamizado para encumbrar como guinda un pastel tan delicioso como fue esa entrega del Sonic clásico —aunque sirviera como estrategia de marketing del horrible Sonic Forces—.

En general, se puede decir sin tapujos que la música de Sonic es excelsa, no solo por la calidad, sino por la enorme pasión que se le ha puesto a este apartado desde el mismo inicio, no es extraño que sea una de las virtudes más laureadas de la franquicia por productores y fans al mismo tiempo. Y aunque es cierto que la franquicia del erizo azul no es que sea la más consistente en cuanto a calidad general en sus juegos se refiera, sería muy aventurado declarar que la saga no tiene nada que aportar al mundillo. Sobre todo cuando de verdad sí que hay una intención detrás del Sonic Team de querer crear un buen producto —a pesar de Sega— porque de no ser así, no se tendrían ni se hablarían de los temazos que tienen efectivamente sus títulos.

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