Actores ficticios: El diseño reutilizable

Hace casi un siglo dio comienzo la era dorada de Hollywood y, con ella, nació el concepto de Star System. Dicho método consistía en la selección de jóvenes promesas en el mundo de la actuación y se les construía una identidad pública, asegurándose así actores de renombre para años venideros rodeados de una imagen idealizada, todo ello con fines comerciales. Es este término el que dio nombre al Tezuka Star System, sistema de clasificación de todos los personajes recurrentes de la obra de Osamu Tezuka. Abarcaba los populares entre las audiencias Acetylene Lamp o Ham Egg; protagonistas de sus propias obras, como Atom de Astro Boy o Hyakkimaru de Dororo; o incluso el mismo Tezuka.

Con tantas obras que captan nuestra atención cada día, puede resultarnos chocante el recurso artístico de reutilizar diseños la primera vez que lo vemos. En el caso de Tezuka, no solo lograba inmortalizarse como parte de su universo creativo, sino que hasta cierto punto recompensa al lector más ávido de sus obras, que puede esbozar una sonrisa al ver a Rock Holmes aparecer en Black Jack. Se puede resumir en la palabra «familiaridad», pues reconocemos una figura con una idea preconcebida con la que la nueva obra puede jugar a su favor para sorprendernos.

Cuando a un villano le toca derruir orfanatos y robarle caramelos a niños sabes que va a estar interpretado por Ham Egg / ©Tezuka Productions

Que un artista decida reutilizar conceptos puede ir más allá de tratar a sus personajes como actores, así, existen ejemplos como Tatsuya Endō que derivó el diseño de Anya en Spy × Family de la protagonista de su anterior manga Rengoku no Āshe. Otro ejemplo sería Tierra, sangre, conocimiento: sobre el movimiento de la Tierra y 100 Meters, ambas obras de Uoto, en las cuales varios personajes tienen diseños similares y que cuentan en sus adaptaciones con Kenjirō Tsuda como la voz de ambas contrapartes.

Uno de los casos más particulares es el de Satoru Noda en la Weekly Young Jump, ya que entre la cancelación de Supinamarada! y su renacimiento como Dogsred, Noda dio en el clavo con su drama histórico Golden Kamuy y su inmensa popularidad. Sin embargo, la obra tampoco se libra de que el autor rescate diseños del pasado, pues personajes como Nihei han aparecido en viva imagen en las tres obras. Esto da pie a hablar del contexto en el que vemos un diseño reconocible, ya que si comparamos a Ogata de Golden Kamuy con Yota de Dogsred son agua y aceite pese a ser idénticos físicamente. El enfoque distinto saca a relucir la flexibilidad del autor para romper nuestras expectativas y nos ayuda a ver a los personajes de un modo más complejo, reconocibles pero distintivos.

¡Eres clavado a Nihei, mismo pelo, mismos hombros, mismo pecho, misma edad! ¡Clavado! / ©Shueisha

Mientras tanto, en el campo de los videojuegos, tenemos ejemplos como F-Zero GX con la escena del perfil de piloto de Black Shadow, la cual recrea unas tomas falsas de la grabación del modo historia del mismo juego. Otro ejemplo son los créditos de personajes de Silent Hill, en los que se ven acompañados por un fotograma congelado mientras salen sus nombres en pantalla. Si bien ejemplos como estos indican desenfado y diversión por parte de los desarrolladores, también podemos reconocerlo como influencia del cine y humanización de los personajes con los que jugamos, más cercanos a la imagen que tenemos de actores como gente dedicada a su arte con la que nos emocionamos.

Debemos mencionar también la importancia del contenido de fanes en estas interacciones con los elencos de personajes, pues imaginarse a todo un plantel como personajes ficticios dentro de su mismo universo es un recurso bastante común en medios como fanart o fanfic. En varias ocasiones estas reinterpretaciones llegan incluso a los creadores de la obra, con ejemplos como Wrong Organ, que para los Steam Awards trabajó con el animador Joetastic para darle vida a los personajes de Mouthwashing en entrevistas sobre la alfombra roja de la gala.

Swansea tras recibir el Steam Award a «Mejor fiesta de la espuma» / ©Wrong Organ ©Joetastic

El modo en el que nos relacionamos con nuestros personajes favoritos siempre va más allá de la ficción: cosplay, ita bags, chapas, llaveros, pegatinas, etc. Llegan a formar parte de nuestra vida y dicen bastante de nuestros gustos, es esta «familiaridad» con la que la imaginación, sea del creador o del fan, puede manipular nuestras expectativas. Los motivos detrás de reutilizar de un diseño pueden variar en complejidad según el autor, pero el modo en el que se transmite está en manos del espectador.

Podemos preguntarnos cómo serían los mangas de Tezuka si no existiera el Star System, pero no llegaríamos a nada porque nos corresponde apreciar las obras por lo que son. Entrar en terreno de lo que podrían haber sido —o que podrían no haber sido, más bien—, a fin de cuentas, no es más que especulación. Nadie es inmune a la inspiración de lo que le rodea y, aunque existe un prejuicio sobre la «vagancia» de reutilizar diseños e ideas cuando alguien se adentra a crear algo, lo cierto es que no existen reglas sobre como proceder con la obra de uno mismo salvo las autoimpuestas.

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