En el E3 de 2010, Nintendo nos enseñaba la 3DS, su por aquel entonces nueva plataforma. La consola, con un diseño continuista, proponía un gran salto gráfico y la capacidad de ver los juegos en tres dimensiones sin necesidad de gafas para ello. El tiempo nos hace ver las cosas con perspectiva así que, pese a que el gran reclamo que titulaba la portátil se quedó en una curiosidad, sí que podemos apreciar su potencial técnico.
Nintendo DS tenía adaptaciones portables de Resident Evil o Super Mario 64, pero su sucesora fue un paso más allá, con versiones de bolsillo de juegos de una o dos generaciones más adelantados. Street Fighter IV, Metal Gear Solid 3, un nuevo Kindgom Hearts que no tenía nada que envidiarle a los de sobremesa o incluso un port de Tales of the Abyss y, entre todos estos anuncios, un nuevo Mega Man. La historia del desarrollo de Mega Man Legends 3 es extraña y no podemos prometer un final feliz pero, antes de mancharnos las botas con el fango, mejor vamos a darle un pequeño repaso a esta subsaga y a lo que significó su anuncio, posterior cancelación y repercusiones.
Si queremos entender Mega Man, no podemos concebirla como una simple franquicia ya que, en realidad, es un gran paraguas en el que entran diferentes subsagas. En su época de mayor esplendor, podría ser el equivalente de Capcom a Super Mario Bros en el cual, dentro del macrocosmos de Mario, podemos meter Mario Party, Mario Kart, Mario Tennis y un largo etcétera.

Cada saga del bombardero azul funciona dentro de su propio contexto y, pese a que muchas comparten elementos narrativos y cronología, deben de entenderse dentro de su propio marco. El caso que queremos ver hoy es Mega Man Legends, ubicado en la línea del tiempo como una secuela lejana, miles de años más allá de cualquier historia antes concebida, en la cual todo vestigio del pasado son solo ruinas a explorar por Mega Man, el excavador.
El primer juego de esta franquicia transcurre en su totalidad en la isla de Kattelox. Como contábamos antes, el mundo está lleno de ruinas de antiguas civilizaciones, así que durante la aventura podremos explorar la isla y sus ruinas, que funcionan en un primer lugar como mazmorras individuales que recuerdan un poco a The Legend of Zelda: Ocarina of Time. En estas ruinas siempre se quedarán algunos caminos por explorar, paredes que aún no puedes romper o alturas que aún no puedes alcanzar, lo cual incentiva futuras visitas. Llegado cierto momento, con las habilidades necesarias, descubriremos que esos caminos conectan todos los niveles del juego, lo que resulta en un mapeado consistente en una serie de túneles que tendremos que investigar a dos alturas para llegar a todos sus secretos.
Otro referente evidente es Tomb Raider. Mega Man es un explorador que surca los cielos en una pequeña nave, capitaneada por Roll, acompañados por un pequeño monito llamado Data y el abuelo de Roll. En pleno pico de popularidad de Indiana Jones, es completamente normal que pusieran el foco en el trabajo de Core Design, el estudio británico encargado de los juegos originales de Lara Croft. La cámara se sitúa detrás de nuestro protagonista de una forma similar y, al estar en una época en la cual no todos los mandos eran analógicos, el juego se movía con una especie de controles de tanque. Como entenderéis, tal vez no fuese un juego especialmente cómodo de jugar, sobre todo teniendo en cuenta que los juegos de Mega Man son, en su mayoría, títulos de plataformas y disparos. Esquivar a los enemigos no es cómodo, caerte es el pan de cada día y, sobre todo, explorar no es tan divertido como debería por culpa del control. Estos problemas penalizan al juego, ya que explorar es su mayor incentivo y si no vas a querer explorar, no vas a poder acceder a la mayoría de las armas y mejoras, escondidas en las ruinas como premio para los curiosos.
Las sensaciones de Mega Man Legends son mixtas pero, sin entrar en detalles, el juego aguarda una gran revelación en el tramo final que eleva el conjunto. Un pistoletazo de salida para una ambiciosa trama que, pese a que tendríamos respuestas en su secuela a las preguntas que plantea, veremos que esto va a convertirse en el principal motor de la especulación. Acordaos de esto, volveremos más tarde sobre tales tramas pero, de momento, no podemos pasar al siguiente juego sin antes hablar de Tron Bonne.
Los Bonne son los antagonistas del primer juego. Bueno, tal vez esa palabra se les quede bastante grande, pero digamos que son el equipo de enemigos palurdos con el que, bajo ciertas condiciones, puedes llegar a colaborar para derrotar al verdadero mal mayor. Esta familia de piratas está en la isla para saquear los tesoros de sus ruinas y vuestros roces surgen porque te interpones en sus planes, no porque sean verdaderamente unos villanos.

Tron, junto a sus hermanos Teisel y Bon, son absolutos favoritos para los fans de Mega Man. Su popularidad llega más allá de esta franquicia, ya que durante muchos años Capcom ha usado a los serbots —los siervos robot de Tron— como la mascota de la propia compañía. En Marvel VS Capcom 2, de hecho, los representantes de toda la saga fueron Mega Man y Roll de la serie original, Tron Bonne y un serbot. Para la secuela entró Zero, pero el resto de participantes —incluido el mismísimo Mega Man— se fueron, excepto Tron. La popularidad de este pequeño grupo de desgraciados les hizo protagonizar su propio juego, una intercuela que presentaba personajes que se verían más adelante en Mega Man Legends 2. Estamos hablando de The Misadventures of Tron Bonne.
Tron Bonne es un cerebrito. Pero usa todos sus conocimientos sobre hacer robots para robar, saquear y, en general, hacer maldades. Y de eso va justamente este juego, en el cual tendremos que salvar a Teisel pagando una inmensa cantidad de dinero que, cómo no, conseguiremos siendo nefarios. Es un juego muchísimo más pequeño, que podremos finiquitar en unas tres o cuatro horas, esa clase de producciones de perfil bajo que cualquiera podría echar de menos para franquicias como esta hoy en día. En las fases principales tendremos que controlar el robot de Tron y destruir los escenarios en busca de cosas de valor. No es tan diferente de Katamari Damacy, ya que es un juego de optimizar el tiempo para conseguir la mayor cantidad de puntos en un escenario.
Pero los Bonne siempre buscan formas distintas de conseguir dinero, así que podremos investigar también las ruinas, momentos en los cuales pasa a ser un juego de exploración en primera persona. En estas fases conoceremos a otros excavadores con sus historias que, pese a ser secundarias, aportan bagaje al mundo de Mega Man Legends. Hay otro tipo de niveles que van de trabajar, porque no todas las formas de ganar dinero van a ser pillaje y saqueo. Nuestro oficio será en unos muelles, como en el Shenmue original, colocando cajitas con un número limitado de movimientos al más puro estilo sokoban.
The Misadventures of Tron Bonne presenta también al resto de grupos de piratas. Ya conocíamos a los Bonne, pero en esta entrega conoceremos a los demás y podremos ver en primera plana las rivalidades que tienen. Por eso es interesante este juego, es decir, al salir del marco de lo que está haciendo el grupo de Mega Man, el título tiene margen para explorar su universo más allá, lo que aporta muchísima más riqueza. Cuando se habla de la bilogía de Mega Man Legends se suele obviar este título, pero aprovechamos este pequeño espacio para reivindicarlo.

Pero antes de hablar de Mega Man Legends 2, hay otro pequeño alto en el camino. En el lanzamiento japonés del juego de Tron Bonne venía un disco adicional llamado Rockman Dash 2: Episode 1: ‘Roll-chan Kiki Ippatsu!’ no Maki. Es una demo de la secuela venida a más, pero hay nuevas líneas de diálogo entre los personajes y una mazmorra con un jefe exclusivo. Es una pequeña curiosidad que hasta hace relativamente poco era contenido exclusivo de Japón, pero por fin podemos disfrutarla en inglés gracias a una traducción de fanes. Mega Man Legends 2 en Japón se llamaría Rock Man Dash 2: Episode 2 – Ooinaru Isan así que, técnicamente, esta demo es un título numerado de la franquicia.
Si la gente recuerda Mega Man Legends con cariño es, sin duda, gracias a su secuela. Con la introducción del movimiento analógico el juego se presentaba como un título moderno. En este caso perderíamos esa exploración a dos niveles ya que pasaremos a viajar por todo el mundo, a través de una ágil interfaz. Con esto, las mazmorras serían instancias individuales, más cercanas a lo que son en el ya citado Ocarina of Time. El primer juego estaba cargado de ideas, pero realmente era una experiencia que requería muchísimo de parte del jugador y, para esta secuela, simplificar los sistemas hace que sea una aventura muchísimo más agradable.
Por otro lado, volvemos a lo que dejamos en ascuas antes. La historia se quedó en un punto muy interesante, pero Mega Man Legends 2 no defrauda. Responde a los enigmas del primero, dando también margen a explorar a sus personajes. El origen de Mega Man se explica en esta secuela, su relación con las ruinas y donde está en el mundo de cara a lo que está por venir. Roll, por otro lado, también tiene un amplio margen para crecer como personaje y, bueno, los Bonne estarán por ahí como siempre ayudando o fastidiando, según les convenga. El juego original rebosa carisma y su estética es atemporal, pero tenía muchísimo potencial desaprovechado. La secuela estudia dónde falló originalmente para traernos uno de los mejores juegos de Mega Man, en general.
Sin entrar en muchos detalles, al final del segundo juego, nuestro héroe tendría que ir a luchar a una base espacial, donde descubriría cosas sobre sí mismo y el mundo que le rodea que, como pasó en el primer juego, abren el foco de cara a una interesantísima continuación. Tras el combate, se quedaría encerrado. Pero Mega Man no tiene miedo, está seguro de que Roll irá a recogerle, tarde o temprano.
Mega Man Legends 2 salió en el año 2000 y, como comentábamos al principio, Mega Man Legends 3 se anunció en 2010. Fueron diez años esperando por el prometido rescate de Roll, pero parece que por fin el juego vería la luz. El salto técnico que comentábamos al principio se notaba, lo que lo constituía al instante como uno de los títulos más esperados de la nueva portátil de Nintendo. Aunque hay unas cuántas peculiaridades importantes a mencionar, pues aunque pudiésemos ver a Mega Man en artes promocionales, nuestro protagonista no sería él, sino un nuevo personaje llamado Barret.

Si vemos el año de lanzamiento, esto tiene mucho sentido. Durante esta época, Capcom quería refrescar los personajes icónicos de sus franquicias. En 2007, Phoenix Wright le pasaría el testigo a Apollo Justice mientras que en el 2008, fue a Dante al que le tocó darle el relevo a Nero en Devil May Cry 4. Tiene sentido que, tras los acontecimientos de Mega Man Legends 2 y las tendencias de Capcom, un nuevo protagonista llegase a darle nueva vida a una franquicia que llevaba dormida diez años. Al final del día, alguien tenía que salvar a Mega Man.
Y entonces, llegó la primera mala noticia. Keiji Inafune abandonó Capcom y fundó su propia empresa. Inafune propuso a Capcom continuar el desarrollo como externos, a lo cual se negaron. La relación entre ambos fue muy tensa y, siendo este una de las cabezas principales de Mega Man, el proyecto continuó en manos ajenas. Años más tardes, el creador anunciaría Mighty No. 9, un sucesor espiritual del Mega Man clásico. En su Kickstarter, este hablaba sobre las malas condiciones que su vieja empresa le daba a los creativos, prometiendo que su próximo proyecto sería un juego de categoría gracias a que se podría desarrollar sin el juicio de la malvada empresa detrás, apretando.
A día de hoy Inafune está prácticamente borrado de los mapas. Crítica y público despedazaron Mighty No. 9, ya que no solo no cumplió con las expectativas, sino que el resultado fue un juego bastante mediocre. Hideki Kamiya, el director del primer Devil May Cry, habló una vez sobre Inafune y, en sus ácidas palabras, lo describía como un hombre de negocios antes que un creador. Nunca sabremos los entresijos de Capcom, pero sí que podemos estar acertados al decir que, tal vez, Kamiya no estaba tan equivocado. Como curiosidad, antes de que Mighty No. 9 saliese a la venta tras cientos de retrasos, Inafune sacó dos Kickstarters más, esta vez para sacarse la espina clavada de Legends 3 llamado Red Ash —un juego de palabras con Rock man Dash—. La primera campaña era para una OVA, que fue exitosa y de la que se encargó Studio 4ºC. En cambio, el segundo era para sacar un juego y, teniendo aún otro juego por publicar y un público no especialmente contento, no llegó a ningún puerto.
Dejando atrás a Inafune, fue Masakazu Eguchi quien tuvo que cargar con toda la presión del proyecto avandonado. Y los métodos fueron, sin duda, atípicos. Se anunció una demo que se pudo jugar en algunos eventos y que, teóricamente, iba a estar disponible para todos más adelante. Por otro lado, se anunció la Dev Room en los foros de Capcom. Aquí, animaban a los fanes a compartir dibujos y diseños, los cuales podrían acabar entrando en el juego. Esto es una tendencia común en la saga Mega Man, ya que se hacía muchísimos años antes a base de correspondencia en la serie clásica, pidiendo a la comunidad diseños para los Robot Masters —Yusuke Murata, el autor de Eyeshield 21, mandaba dibujos de niño y Dust Man y Crystal Man fueron obra suya—. En esta Dev Room el equipo compartía los avances del proyecto y, según comentaban, era muy importante que esto hiciera ruido ya que sin la supervisión de Keiji Inafune el futuro del título no estaba asegurado.

En palabras de Eguchi, dentro de Capcom debías pasar unos meses preparando un prototipo de muestra y, si pasaba el corte, se consolidaría como un proyecto real. Esto fue exactamente lo que le pasó a Mega Man Legends 3 tras la partida de Inafune y, como os podéis imaginar, el proyecto fue cancelado en 2011.
La cuenta de Capcom Europa explicó los motivos de la cancelación del juego. Supuestamente, los fanes no habían hecho suficiente ruido con la Dev Room y, si hubiesen sido más vocales, podrían haberse planteado un final diferente para el proyecto. Evidentemente, la comunidad entró en colera y ello ha desembocado en que aún a día de hoy Mega Man Legends sea un tema bastante espinoso para Capcom.
Y bueno, esta parte es pura especulación, pero en el 2012 salió E.X. Troopers en exclusiva para Japón. Este era un juego para 3DS y PlayStation 3 que, en principio, no tiene nada que ver con el bombardero azul, pero hay cosas bastante sospechosas que nos animan a hacer conexiones. Para empezar, es un spin off anime de Lost Planet, una de las franquicias estrella de Capcom en ese momento. Pero, seamos sinceros, estéticamente está más cerca de Mega Man. Además, el juego salió en la combinación de plataformas más rara del mundo. Entendemos que es un proyecto que inició en Nintendo 3DS y, de cara a llegar al público que han jugado a los Lost Planet anteriores, salió también en PlayStation 3. Por otro lado, hay personajes y diseños que se han reutilizado de un juego para el otro. Cuando le preguntaron por esto a Seth Killian, encargado de marketing, lo negó. Pero teniendo en cuenta lo desilusionada que estaba la gente con Mega Man Legends 3, se puede entender que el representante prefiriese mover la conversación hacia otro lado, evitando pagar los platos rotos. Aprovechamos para recomendarlo, es un juego muy poco conocido pero muy disfrutable y, visto lo visto, lo más cercano que tendremos jamás a una secuela de Mega Man Legends.

Pero ya que comentamos lo de lanzarse, hay otra asignatura pendiente para Capcom. En los últimos años se han dedicado a recopilar sus sagas, publicando varios packs de Mega Man para volver accesibles en plataformas modernas los más de cien juegos que conforman la saga. A unos días de la publicación de este artículo se ha anunciado un recopilatorio de Mega Man Starfoce, así que la única gran franquicia que aún no han recuperado sería Legends y, sinceramente, sería raro que dejasen atrás a una de las más populares.
Cuando esto pase —que pasará— no significa que vayamos a poder ver una secuela. Sin ir más lejos, Mega Man ZX Advent también terminó con un eterno continuará y no esperamos ver un tercer juego, pese a que se recopiló en la Mega Man Zero/ZX Legacy Collection. Recientemente, por dar algo de luz, se han empezado a publicar Mega Man Timelines, un cómic que contará historias en las distintas continuidades de la saga, incluidas el citado ZX y Legends. Tras tantos años no tiene sentido pensar en una secuela real, pero tal vez podría ser la opción económica para poder explorar más estos mundos, sin tener que condicionar un desarrollo.
Y es que los desarrollos de videojuegos son el principal problema de Mega Man, en general. En su momento lo normal es que cada año salieran tres o cuatro juegos de las diferentes franquicias de la saga. Pero claro, sobresaturar el mercado era normal ya que se trataba de juegos baratos de hacer, sin pretensiones de durar varias decenas de horas. A día de hoy eso es insostenible y está muy alejado del Capcom actual, con superproducciones como los Resident Evil o el futuro Pragmata —eso sí, con coletazos de una originalidad al más puro estilo de la era de la PlayStation 2 con obras como Kunitsu-Gami: Path of the Goddess—. Y es una pena porque, si no podemos tener Mega Man principales, ¿cómo vamos a tener excelentes juegos de segunda fila, como Misadventures of Tron Bonne?

El bombardero azul era, prácticamente, una de las mascotas de Capcom junto a Ryu de Street Fighter. Al principio de este texto lo comparamos con Mario porque en su momento jugaba en esas ligas y que, a día de hoy, solo podamos verlo en remasterizaciones es muy, muy triste. Más allá de esto, el último juego de la franquicia fue Mega Man 11, que salió en el 2018. Masakazu Eguchi estuvo involucrado, así que probablemente gran parte de la gente que estuvo en el proyecto de Mega Man Legends 3 siga ahí. Quien sabe, ojalá este artículo envejezca mal y podamos rescatar a Mega Man de la estación espacial.