Si hay un día que todos los aficionados a la franquicia de Digimon celebran sin falta, es el 1 de agosto. El denominado como «Odaiba Memorial Day» funciona como aniversario del momento en el que los niños elegidos fueron a parar al mundo digital en la primera serie animada de la saga, Adventure. Más de 25 años han pasado desde aquel día y, en estos momentos, todo lo que gira alrededor de los monstruos digitales está pasando por un resurgimiento gracias al juego de cartas y a la nueva entrega que viene a finales de año, Time Stranger. De hecho, en esta misma web ya estamos preparándonos para el futuro lanzamiento con una introducción al trasfondo de la franquicia. Aprovechando la ocasión presentada por la fecha de publicación de este artículo, sin embargo, desde Futoi Karasu hemos decidido presentaros una pequeña guía para saber qué diferentes entregas del panorama jugable de Digimon son las mejores para empezar.
Hablemos de los juegos de rol
Cabe destacar que, salvo una excepción muy concreta que vamos a mencionar a continuación, ningún título depende demasiado de otro, por lo que en realidad se puede empezar por cualquiera. Dicho esto, lo mejor es quitar la tirita lo antes posible. Si te ha entrado por los ojos Time Stranger, la mejor opción para empezar es ir directo al anterior juego —o más bien, bilogía— de la subsaga Story, Cyber Sleuth. Disponibles en prácticamente todas las consolas actuales, estos juegos son los más fáciles de acceder para el jugador medio, además de que ofrecen la mayor similitud a la entrega que saldrá dentro de unos meses. En esta entrega se nos pone en los zapatos de un usuario de EDEN —el servidor digital del momento— que por un accidente se convierte en un híbrido entre humano y ente compuesto de datos, condición con la que, acompañado de la carismática Kyoko Kuremi, tendrá que resolver diferentes casos que suceden entre el mundo digital y el real, además de destapar una conspiración que pondrá en primer plano tanto a los humanos como a los digimones. Este juego tiene una segunda entrega —que viene unida en un lote en versiones más recientes— que funciona como historia paralela, Hacker’s Memory, pero pese a que ocurren a la vez, esta se disfruta más si has jugado al original antes. Aquí manejaremos a un miembro de Hudie, un equipo hacker que actúa tras bambalinas durante la historia principal, lo que nos hará ver diferentes matices del elenco de personajes en una aventura que es francamente más emotiva que el primer título.

Terminada esta bilogía, es posible que el jugador medio quiera seguir disfrutando de los diferentes juegos de rol que esta saga ofrece y a partir de aquí hay dos opciones. Si uno quiere seguir con prácticamente el mismo sistema de gameplay la opción segura es adentrarse en las entregas de la Nintendo DS. Hay cuatro títulos diferentes —aunque dos de ellos tienen dos versiones, al más puro estilo Pokémon— pero dado que la primera entrega se siente como una prueba de concepto, la opción más recomendable es ir directo a Digimon Story Dawn o Digimon Story Dusk, el segundo grupo de entregas. Con una ambición narrativa más limitada, aquí manejamos a un tamer —termino estándar en la saga para alguien que está acompañado de monstruos digitales— que tiene que investigar el misterio de un virus que ha hecho que todos los digimones vuelvan a su etapa más básica.
El resto de entregas de la subsaga de la portátil de Nintendo son bastante similares, por lo que si te gusta uno, te gustarán todos. La otra opción, si uno quiere disfrutar de algo más cercano al JRPG clásico, es ir directo a Digimon World 2003, la tercera entrega de la saga que nos llegó con ese nombre a los europeos por la falta de su predecesor. Aquí encarnamos a un muchacho llamado Junior que, junto con sus amigos, se queda encerrado en un MMORPG llamado Digimon Online y, siguiendo a pie puntillas las enseñanzas de las aventuras de los monstruos de bolsillo de Gamefreak, tendrá que viajar por los diferentes servidores derrotando a los líderes de las ciudades, mientras descubre cómo poder liberarse de este mundo digital. Pese a que se le notan los años, especialmente en cosas como la necesidad exagerada de hacer backtracking, este título es una experiencia más que destacable para aquellos que buscan un juego de rol diferente de lo habitual basado en esta franquicia.
Hablemos de los simuladores de crianza
A la mínima que uno sepa de Digimon probablemente conozca que, en un principio, esta franquicia nació como el equivalente shonen de la siempre presente marca Tamagotchi y, como no podía ser de otra manera, se han desarrollado diferentes obras en el medio de este estilo para aquellos a los que le guste criar monstruos y ponerlos a combatir. Aquí hay un ganador absoluto y es el Digimon World original, que, aunque solo se puede jugar a día de hoy por emulación, está entre los puestos más altos de la votación de preservación de GOG, que adjuntamos aquí por si queréis colaborar para que llegue a PC. Aquí encarnamos a un muchacho que ha llegado al mundo digital de casualidad y se ha encontrado con una ciudad vacía por una extraña corrupción que asola el mundo. Acompañado de su fiel criatura —Agumon o Gabumon, dependiendo de tu elección— tendrá que explorar la isla File con el objetivo de volver a traer la prosperidad a la ciudad y averiguar quien está detrás de este problema tan peculiar. Una gran parte del juego se centra en la crianza de la criatura acompañante, tanto en factores de estadísticas puras a partir de entrenamiento en gimnasios como en un buen tratamiento de sus necesidades. No solo se tendrá que tener cuidado de que se alimente y haga sus necesidades, sino que un buen cuidador tendrá que preocuparse de que su peso sea estable con una buena dieta y tenga la suficiente disciplina como para que te haga caso, pero sin pasarse.

Dado que es con mucha diferencia el más popular de esta corriente, es el más recomendable por su iconicidad, aunque es cierto que hay que tener cuidado con la versión que se juega, ya que la europea tiene un bug que impide el progreso llegado a cierto punto. Ya sea por no querer trapichear con la emulación o directamente porque después del título de la primera PlayStation uno quiere algo más, se puede pasar a una de las dos secuelas —aunque no hay demasiada conexión narrativa— Re: Digitize y Next Order, de modo que este último es el más fácil de encontrar en consolas modernas. Ambos elaboran los conceptos del juego original y liman ciertas asperezas por los que son un buen sustituto, aunque el original se siente como una experiencia más enfocada. Como recomendación especial para los que quieran algo más, también existe un juego de Nintendo DS, Digimon World Championship, que abandona toda la idea de aventura para ser directamente un simulador de crianza de criaturas. Es una curiosidad interesante y es fácil que te atrape, pero para ojos inexpertos puede sentirse como un título bastante pesado.
Hablemos de una historia más clásica
Si todo el bagaje que uno tiene es el recuerdo de haber visto la serie original y quiere sentir emociones similares a las que esta causaron en el público, también hay puntos de entrada muy interesantes a los que acudir. La recomendación principal aquí es la ultima entrega de la saga, Digimon Survive, que une partes de novela visual con un sistema de combate de estrategia por turnos en un híbrido que se asemeja mucho a títulos como Utawarerumono. En este juego viviremos las peripecias de un nuevo elenco de niños elegidos con un sabor bastante similar a la aventura de origen pero en aquellas partes en las cuales la icónica Adventure era más idílica —no sin sus toques oscuros— Survive directamente bebe a veces del terror y pone al jugador frente a distintas decisiones que pueden desembocar en la supervivencia o muerte de algunos de los protagonistas, aunque tiene suficiente tino para no caer en la sensación de que es una obra con visión adolescente de asuntos más oscuros. Las criaturas digitales, esta vez, están denominadas por los protagonistas como una suerte de yōkais llamados «kemonogami» cuyo origen místico es explorado en la obra y que da un matiz diferente a los monstruos que se siente fresco. Si bien cojea un poco en el apartado del combate que puede hacerse algo pesado llegado a partes más tardías, Digimon Survive es probablemente de las obras más recomendables de esta lista para comenzar y un título tristemente ignorado al que vale la pena echarle un ojo, por muy divisivas que fueran las reacciones iniciales. Por otro lado, es interesante mencionar que, aunque no es muy popular y no salió de Japón —aunque hay ahora una traducción hecha por fans al inglés— existe una adaptación a videojuego de la primera aventura animada para la PlayStation Portable, que explora todo el viaje de Taichi y sus compañeros por el mundo digital, además de rellenar ciertos huecos como la introducción de nuevas formas finales para algunos monstruos. Es una mera curiosidad pero puede servir para reconectar con la franquicia si uno solo tiene un recuerdo leve de ésta.

Estas son las corrientes más importantes por las que alguien puede entrar al maravilloso mundo de los monstruos digitales pero no son la única forma de tener un primer contacto con la franquicia, ya que hay entradas menos ortodoxas. Los jugadores fanáticos de los dungeon crawlers se sentirán cómodos con el desconocido Digimon World 2, mientras que la —siendo justos, algo mediocre— cuarta entrega es un experimento que funciona como un hack and slash al más puro estilo Diablo que puede servir para echar un rato con los colegas. Digimon ha dado a todos los palos habidos y por haber y seguro que hay un título para que cada tipo de persona sea absorbida a este maravilloso mundo que hoy se rememora con cariño por todas las alegrías que nos han dado a los que seguimos las aventuras de estos extravagantes monstruos. Y si no lo encuentras, tienes Digimon Racing, que no es especialmente bueno, pero siempre está ahí.
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