Opinión: No necesitamos más dating sims por April Fools’ Day

Cada vez que llega el 1 de abril me siento delante del ordenador y me espero lo peor. Es una fecha en la que voy a tener que soportar como las grandes empresas, independientemente del mundo al que pertenezcan —anime, videojuegos…—, van a reciclar la única “broma” que parecen conocer, año tras año: un dating sim con los personajes de su franquicia. Bonus extra cuando, normalmente, es en formato de novela visual.

Sí, soy la amargada de la fiesta, la que no deja tener nada bueno, la que le saca la puntilla a todo y no disfruta de nada. ¿El motivo? Porque estoy cansada de presenciar, año tras año, como uno de mis géneros favoritos se queda reducido a algo cómico, a una broma, a algo “sin seriedad”, vamos a decir. Claro, es muy gracioso hacer un simulador de citas con los personajes de tu juego, ¡qué ocurrencia! Pero es solo de broma, eh, no os penséis que se toman un género —tan válido como cualquier otro, con un público que disfruta de este tipo de obras— como este en serio. Hablamos de empresas grandes, que pueden permitirse sacar un producto en condiciones —no solo hablo ya de un juego completo, sino de un juego decente aunque sea para el April Fools’ Day, porque ni siquiera le ponen esfuerzo en que sea mínimamente jugable—. Al final son parodias, claro, pero aquí entra el meollo del asunto: ¿por qué solo se parodia este género —y, por extensión muchas veces, las novelas visuales—? ¿Con qué cara se queda el público que disfruta de las novelas visuales cuando tiene que ver, una y otra vez, como se les ridiculiza y ningunea?

Por supuesto, no han sido pocas las veces que en esta fecha señalada se anunciaba que harían un dating sim… Para desaparecer, finalmente. Lo que el viento se llevó, por lo visto, fueron los archivos donde se encontraban esos “supuestos” juegos. Todo es parte de la broma, claro. Jamás lo sacarán porque ¿quién se toma las novelas visuales en serio? ¡Vaya frikis!

Entre broma y broma, la verdad asoma. Ya lo dice el dicho, y si algo es siempre inequívoco, es el refranero español. Si las novelas visuales siguen siendo un medio todavía bastante nicho, aunque es cierto que en los últimos años se van haciendo más camino en el mercado occidental, imaginad qué favor les hace que las grandes empresas se las tomen “a broma”; un medio para hacer la parodia de turno y no plantearse siquiera seguir esa posibilidad de hacer un juego serio o, incluso, hacer un juego real. ¿Con qué se asocia esto al final? Con que son algo que no merece la pena, las empresas no quieren apostar por ellos, siguen siendo un producto bastante nicho… Y vuelta a empezar.

Concretamente, afectan a los juegos otome, galge, BL y GL —incluso los recientes amare—, se quiera o no. Si en el párrafo anterior hablaba de cómo se asocian ciertos tópicos a las novelas visuales, imaginad cómo es con los juegos que son, literalmente, dating sims. Poneos, si no lo sois, en la piel del público que genuinamente los juega y los disfruta: tu género favorito es una broma, tus juegos favoritos son una broma, lo que te gusta no es tan válido como otros juegos.

El problema no es que se haga un juego “a medias” para este día y ya —quizás es una forma de tantear el terreno, ver cómo reacciona el público o comprobar si podría tener futuro—; el problema llega cuando, tras darse cuenta de que sus jugadores realmente quieren un dating sim en condiciones, abandonan a su suerte la idea porque, al final del día, lo siguen viendo como una broma. Si al final la idea continúa y se hace un juego en condiciones, ¡celebremos! Pero dadas las contadas ocasiones en las que ha ocurrido tal proeza… No descorchéis el champán. Sin ir más lejos, Hatoful Boyfriend comenzó como una parodia del April Fools’ Day, que acabó siendo un juego en condiciones, pero tampoco hay demasiados casos más.

Por seguir dando nombres, en 2021 salió Nekopara: Catboys Paradise, una alternativa del Nekopara con intereses románticos masculinos, que se anunció como una broma para el 1 de abril pero que acabó siendo un proyecto ligeramente más grande. Está claramente sin acabar, como podéis comprobar si lo jugáis, pero ya fue… algo. Aunque solo fuera miel en los labios, ya es una forma de demostrar que, si se quiere —y, en términos económicos, las grandes empresas pueden—, se puede sacar un producto en condiciones que pudo empezar de broma. 

Ni olvido ni perdono / © NEKO WORKs

No voy a entrar en el hecho de que, por asociación y por falta de conocimiento, muchas veces a estos juegos se les acaba llamando “otome” —puede que lo sean, puede que no— y, por tanto, el verdadero género se lleva una fama —habitualmente negativa— inmerecida porque ya hablé del uso del término como paraguas en este artículo.

Pues lo que venía diciendo / © X

No obstante, y como excepción, existen otras ocasiones en las que esto se ha llevado perfectamente, como fue la VN de Sonic que salió este año. Aunque fuese por April Fools’ Day, el juego tenía mimo, la historia era interesante y, lo más importante de todo, el medio de la novela visual no era usado como un chiste. Yo solo pido eso.

Habrá gente que, por supuesto, vea estas cosas como una forma de acercar al público más general a las novelas visuales y/o a los dating sim; simplemente, que no es algo tan serio o que es lo que es, una broma y ya. Pero sinceramente, ver cada año lo mismo, acaba cansando. ¿Qué tal si la broma para el próximo año es un juego bien hecho? Por cambiar.

Un comentario en “Opinión: No necesitamos más dating sims por April Fools’ Day

  1. Veo este articulo y se confirma una vez mas, otro año mas y siempre alguna empresa cae en lo fácil, ya menos, pues el chiste está medio agotado. No obstante de a poco se va volviendo mas mainstream este nicho: basta como ejemplo el reciente gacha Love & Deepspace, otome con gameplay incluido que se ha convertido en el tercer gacha mas recaudador de lo que va de año, solo superado por los (ya insuperables) títulos de Mihoyo.

    Detrás de esto está siempre lo mismo: la cuestión del sexismo que siempre ha permeado y que afecta a los intereses tradicionalmente asociados a lo femenino. La novela de romance como género es quizás uno de los pilares de la industria editorial, sin embargo siempre es tomado como género menor, por esa cuestión de ver los gustos e intereses de las mujeres como infantiles o menos importantes, siendo que las novelas del género están casi en su totalidad orientadas hasta esa audiencia.

    En esto se repite lo mismo: romance = ridículo, inmaduro, poco importante. Y afecta a cualquier identidad, ya que prácticamente no existen en otro medio historias de romance orientadas a audiencias masculinas por ejemplo, las que si podemos hallar, y por miles dentro del género de las visual novels. Tal vez el éxito comercial de algunas de estas propuestas pueda generar mas contenidos, o al menos, menos bromas.

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