Ser fan de Konami es una penitencia. A pesar de contar con algunas de las IPs más gloriosas de la historia, su modelo de negocio ha virado a algo tan incomprensible para los fans como lucrativo para la empresa: pachinkos. Es por eso que muchos aguardamos noticias y rumores como animales hambrientos. Ahora es el turno de Silent Hill y el supuesto remake que estaría preparando Bloober Team. Pero, ¿realmente es necesario?
El videojuego sigue siendo un medio relativamente joven, pero los rápidos progresos experimentados en materia técnica han creado una tendencia no vista en artes como el cine: hacen falta remakes constantemente. Enraizado en la absurda creencia de que «lo antiguo envejece mal», el remake en muchos casos se ha convertido en una vía para acercar obras descatalogadas al gran público. No me parece mal, pero también hay varios casos en los cuales no ha funcionado como debería o incluso los intentos de actualizar una obra a través de remasterizaciones han traído nuevos problemas a lo viejo.
Aquí cabe destacar lo poco respetuosa que ha sido Konami con el legado de Silent Hill. Tras las cuatro primeras entregas del llamado Team Silent, la saga zozobró entre diversas manos, que no consiguieron darle renovado lustre a una saga que jamás ambicionó ser fina en su acción, sino en su emoción. El último juego pleno de la franquicia, Downpour, data de 2012, y el ambicioso Silent Hills de Kojima Productions fue cancelado, con su aclamada demo P.T. (2014) borrada de la faz de la tierra en uno de los movimientos más sucios que se le recuerdan a una empresa de videojuegos. ¡Con la de mérito que tiene!
Silent Hill 2 es un videojuego atípico. Si su predecesor era una obra enfermiza y visceral, esta secuela apuntaba en una dirección muy distinta. Al valle inquietante, al lago que evoca nuestros mejores y peores recuerdos y a una melancolía tan minimalista y nipona, pero al mismo tiempo tan abrumadora, que veo imposible replicar en un remake. Si antes comentaba el nulo respeto de Konami por una de sus franquicias más queridas, la segunda y la tercera entrega en concreto se llevan la palma. En la infame HD Collection (X360, PS3, 2012), se tomaron diversas decisiones de dudoso gusto. La dirección artística fue modificada, la niebla perdió densidad y se introdujeron diversos bugs, además de cierto infame cartel en Comic Sans. Más allá de esta lista de decisiones de dudoso calibre, lo peor de todo fue la sustitución de los actores de voz originales de ambos juegos.
No toques lo que ya funciona: el musical. Aunque me gustó más el libro / ©Konami
Adoro a Troy Baker. Es uno de mis actores de voz favoritos, sin duda. No obstante, sustituir a Guy Cihi, voz original de James Sunderland en SH2, evidencia uno de los muchos problemas que podría tener un remake del susodicho. Baker es mil veces más actor que Cihi, pero en esa perfección formal se pierde todo lo que hacía inquietante y personal a la dicción original del protagonista, un hombre roto y confuso buscando a su supuestamente fallecida mujer en una ciudad llena de horror, niebla y culpabilidad. A día de hoy, el doblaje de videojuegos es más profesional que nunca y se apuesta por repartos más contundentes que antaño. Considero que en varios casos no tan lejanos, como el de Resident Evil, funciona. Pero Resident Evil siempre buscó el terror a través de otra fórmula, más cercana a la serie B y la acción gore y grotesca, que el impermeable surrealismo de la franquicia de Konami.
¿Convertir Silent Hill 2 en un juego de terror moderno con acción más pulida podría funcionar? Hasta cierto punto, sí. El combate nunca fue su fuerte, pero su diseño de sonido y lo imaginativo de sus enemigos importaban más que la precisión o la fluidez. Pero implicaría respetar y potenciar sus virtudes tanto a nivel narrativo y ambiental como la irrepetible — un elemento clave de varios que conforman a la obra del Team Silent — banda sonora de Akira Yamaoka. No sería la primera vez que Bloober trabaja con el veterano compositor nipón, pero, ¿estarían esos nuevos temas y sus arreglos a la altura? No es tan sencillo. Primero, porque Silent Hill 2 nunca ha sido intachable en lo formal, pero sí en lo esencial. Hay muchas obras que sobrepasan la frontera de lo puramente técnico por una suerte de alma difícil de definir, y traspasarla a un receptáculo nuevo no siempre funciona. El videojuego no requiere de actualizarse constantemente, sino de recuperar y conservar obras del pasado tal y como fueron concebidas en su momento. Si no está roto, no lo arregles.
Entonces, ¿hay alguna opción de experimentar el juego en su plenitud? No desde Konami, al menos hasta ahora. A falta de la confirmación oficial de Silent Hill 2 Remake, SH2 no está presente en ninguna plataforma actual, y su versión de PC, además de descatalogada, funciona bastante mal. Tiene narices la cosa que la mejor forma de experimentarlo sea Silent Hill 2: Enhanced Edition, creado por fans. Una versión gratuita 100% respetuosa con el material original, manteniendo su dirección artística, su reparto, y tan solo con toques gráficos que pulen limitaciones de la consola original. Además, incluye el episodio extra del Director’s Cut, Nacida de un deseo. No puedo sino recomendarla.

Mentiría si no dijese que quiero Silent Hill de vuelta, incluso en estas condiciones. Si realmente hay una entrega principal y este remake en producción, les deseo la mayor de las suertes para traer de vuelta a la Konami de antaño, algo que, mientras escribo estas palabras, resulta difícil de imaginar. Pero, sinceramente, no creo que Silent Hill 2 necesite un remake que pueda mermar esa experiencia que supone el original, sino un relanzamiento que ame lo que supone como lo aman los fans. Sin Comic Sans, sin errores flagrantes, sin un doblaje estandarizado…
… Solo nosotros dos, contemplando el agua.
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