Es habitual cuando nos acercamos a series de comedia algo largas buscar algún tipo de guía sobre qué episodios ver y cuáles omitir. Sin ir más lejos, la versión estadounidense de The Office es un claro ejemplo de cómo muchas personas recomiendan saltar su primera temporada, por lo tosco de su guion y lo idéntica que se siente de su contraparte británica. Incluso fuera de la comedia, otras más largas como podría ser Star Wars: The Clone Wars cuentan con diversas guías de visionado en las cuales se recomienda evitar ciertos capítulos —incluso arcos enteros— para no caer en el tedio y poder llegar con ilusión a las partes habitualmente calificadas como buenas. Más allá de lo correcto o incorrecto de esta postura, que se debatirá más adelante en este mismo artículo, este tipo de guías o recomendaciones no suelen darse en el anime, debido a lo directo de su estructura. Puede que en el caso de algunas, tales como Naruto o One Piece, ambas extremadamente largas y con mucho relleno, se desaconsejen ciertas partes por el motivo que sea, pero las series se suelen ver de comienzo a fin, sin mayor complicación. Gintama es otra de esas series que, a pesar de no hacer tanto ruido en el mainstream como las anteriormente mencionadas, tiene para algunas personas unos problemas iguales o peores que el infame «Rellenuto«.
Gintama es un anime que cuenta, dividido en múltiples temporadas, con la nada desdeñable cifra de 367 episodios, lo que lo convierte en uno de los animes más largos jamás emitidos, superado únicamente por una treintena más de obras. La historia narra las vivencias de Gintoki Sakata, un antiguo excombatiente de la guerra contra una raza alienígena que invadió Japón durante la era Meiji, quien vivirá todo tipo de disparatadas peripecias en una época de supuesta calma. No obstante, Hideaki Sorachi, autor del manga, plantea la obra como una comedia en todo momento, dejando caer a cuentagotas el trágico pasado del samurái con ojos de pescadilla muerta. Durante los primeros episodios del anime —una versión superior en todos los sentidos al manga, en la humilde opinión de este redactor—, queda constancia de lo increíblemente fuerte y diestro que es Gintoki si llegara a luchar en algún momento, pero, ¿cómo iba a pasar eso en un anime tan claramente enfocado a la comedia?

Tras la friolera de 57 episodios, tiene lugar el arco argumental de la Benizakura —el cual ha sido adaptado también a película de animación y de live action—, que se considera el primer tramo serio del anime. En estos tres episodios, las bromas recurrentes sobre el nombre de Katsura o las gafas de Shinpachi quedan completamente de lado en pos de una narrativa mucho más seria y elaborada y que no tiene nada que envidiar a otros nekketsu de la Shōnen Jump. Y, con esta saga, comenzó a darse un proceso por el que Gintama empezó a alternar entre capítulos de comedia pura y dura con capítulos en los cuales la trama se desarrollaba y se introducían poco a poco nuevo villanos y amenazas en la trama global de la serie. Hay quien opina que los dramas más intensos son aquellos que vienen de la gente que más hace reír y Sorachi es capaz de hacer una tragicomedia espectacular cuando quiere. Y aunque se le pudieran dedicar cientos de párrafos a por qué Gintama es posiblemente de los mejores animes de la historia —la película que cierra la historia está, a fecha de redacción de este artículo, considerada como la segunda y quinta mejor obra animada en Anilist y Myanimelist, respectivamente, con el resto de iteraciones repartidas en los treinta primeros puestos—, este artículo se quiere enfocar en cómo ver la serie para aquellos que se quieran iniciar en esta colosal franquicia y plantearles alternativas para su visionado.
La respuesta más sencilla a la cuestión anteriormente formulada es simple, ver todo lo que hay en el orden de emisión. Esto, no obstante, tiene el contrapunto mencionado al principio del artículo, que uno puede acabar harto del mismo estilo de humor constantemente, sobre todo teniendo la esperanza de que lleguen momentos más serios más adelante. Este enfoque es, de lejos, el más erróneo de todos, ya que algo no tiene que verse por llegar a la parte que se considera generalmente como buena, sino por su valor intrínseco. Por supuesto que es la forma óptima de ver la serie, pero también son muchas horas y, en la sociedad de consumo en la que vivimos que nos ataca continuamente con oleadas de FOMO, es casi imposible sacar horas para algo tan largo. De ahí que, como se puede ver en la imagen que hay por encima, haya tantísimas guías de visionados de Gintama que recomiendan saltarse varias decenas de capítulos para llegar lo antes posible a los arcos serios o las partes buenas como dice mucha gente. Las aventuras de Gintoki no buscan tanto ofrecer un final o unos combates espectaculares, sino un viaje único con un final que recompensará enormemente la fidelidad de los que decidan verlo todo.

Shin-chan es una de esas series que se pueden ver perfectamente a la hora de la comida, porque su planteamiento es sencillo. Un chavalito de cinco años y las anécdotas de su vida, pero tan bien encapsuladas que, si una persona que no la conociera de nada viera casi cualquier episodio, podría hacerse perfectamente a la idea de todo lo que sucede. Con Los Simpson sucede algo muy parecido, los personajes son tan simples y a la vez están tan bien definidos que es sencillo seguir el argumento de según qué capítulo. No obstante, no todos están pensados para ser vistos como punto de entrada, pues algunos requieren conocimiento previo de la franquicia, de sus personajes o incluso de los eventos más importantes de otros episodios. Ver Los Simpson o Shin-chan desde el principio es a día de hoy una tarea titánica que pocos podrían hacer y, seguramente, muchos buscarían alguna guía de visionado. Gintama no apunta tan bien cómo las series anteriores en lo que a ver capítulos individuales se refiere.
El anime no solo cuenta con varios arcos de humor de varios episodios repartidos por todos su metraje —haciendo imposible poder verse un capítulo cualquiera al azar—, sino que también tiene una infinidad de secundarios que se referencian continuamente y cobran protagonismo poco a poco en la trama principal, de modo que el elenco es cada vez más y más diverso a la par que estúpido. Su estructura es, por lo tanto, una diferencia respecto a las otras obras anteriormente mencionadas, lo cual la convierte en un caso algo distinto que requiere un esfuerzo de entrada mucho mayor que algunas otras. Podría ser este también el caso de la coetánea Katekyo Hitman! Reborn, que tiene una estructura muy similar a la de Gintama en ciertos aspectos. Varios tomos de comedia hasta que se replantea el formato de la serie por decisión editorial a un manga de peleas, cuyo ejemplo reciente más sonado podría ser Sakamoto Days —obra que comparte muchísimas similitudes con Gintama—.

¿Hay capítulos malos de Gintama? Pues sí y bastantes. Desde episodios con humor referencial demasiado japonés para poder entenderse por el público occidental, hasta relleno del anime muy poco inspirado o mal adaptado, pero son la excepción más que la regla. Gintama, especialmente el anime, es una obra única en muchísimos sentidos que explora el medio como muy pocas lo hacen y rompen la cuarta pared hasta puntos insospechados, como que por ejemplo matar al propio autor del manga llevaría al anime a tener un opening hecho en Paint o discusiones interminables con un plano estático de la casa del grupo protagonista porque Sunrise no tiene más presupuesto esta temporada ya que se fue todo a parar a la nueva serie de Gundam.
Al final del día, lo mejor es ver cuál es la tolerancia de cada uno a este estilo de Gintama y tratar de encontrar un ritmo y estilo de visionado que mejor le convenga. Una vez que se conoce a los personajes principales de la obra, casi todos los episodios y arcos de humor pueden verse de forma independiente, así que nunca es mal momento de volver atrás y verse episodios sueltos cuando el cuerpo pida algo más divertido. Una vez establecidas las bases de Gintama, hay muchos episodios que se pueden ver en casi cualquier momento, así que es otra forma igual de válida de ver la serie. Habría que hacer aquí mención especial a los openings, que realizan un trabajo excelente desarrollando las personalidades, tropos y gags de la gran mayoría de personajes durante los breves segundos que aparecen durante los mismos —¡además, podéis ver los dieciséis primeros openings sin un solo spoiler!—. Lo que opine cada uno es eso, una opinión: lo importante es disfrutar la serie como cada cual considere apropiado.