La frase «Blackpink in your area» ha sido más real que nunca este pasado sábado con la actuación de la famosa girl band en el Estadi Olímpic Lluis Companys en Barcelona. Lisa, Jennie, Rosé y Jisoo aterrizaron en la ciudad condal para la que sería su única fecha en territorio nacional tras sus conciertos en ciudades como Milan o Saint-Denis, casi cerrando así su paso por Europa a falta de los conciertos en Londres durante el próximo fin de semana. El Montjuic fue testigo de uno de los conciertos de k-pop más grandes que se han visto en el panorama nacional, con más de 50000 asistentes y gradas abarrotadas.
Esta ola rosa no ha nacido de la noche a la mañana. Las cuatro integrantes debutaron en 2016 bajo la firma de YG Entertainment, quien también debutó a grupos de idols del calibre de Big Bang o de 2NE1. Sus primeros singles fueron BOOMBAYAH y Whistle, con la que se coronaron un all-kill en Corea tras situarse primera en las categorías de real-time, diario y semanal. Poco después consiguieron situarse en privilegiadamente dentro del panorama musical coreano y a día de hoy son consideradas uno de los girl groups más populares a nivel nacional e internacional. Pese a su bajada en marchas de estos últimos años para centrarse en otro tipo de trabajos, las cuatro han demostrado que siguen siendo un absoluto fenómeno de masas durante su actual tour, Deadline.

A pesar de que las puertas se abrían el mismo día del concierto a las seis de la tarde, durante las 30 horas previas ya había fans acampando dispuestos a encontrar el mejor de los sitios. Mientras que la gente con entrada en gradas no tenía este problema, la cola aún así daba la vuelta prácticamente al recinto entero. Quizás en este punto fue donde más se le vieron las costuras a la organización del evento. Debido a la falta de personal localizado en las primeras zonas de cola y a una señalización muy general, el público se arremolinaba en colas interminables que no llegaban a ninguna parte y que realmente no iban a dejarles acceder a ninguna de las entradas que tenían designadas. Algunas personas hicieron cola más de dos horas previas al concierto debido a que no fueron capaces de identificar el punto dónde debían reunirse. Esto también ocasionó pequeñas trifulcas y discusiones que podrían haber sido solventadas con una mejor o más eficiente señalización. Todo sea dicho, una vez localizada la fila, la entrada al recinto se hacía bastante más amena y rápida, sin atascos en las puertas.
El escenario estaba dispuesto de manera similar a las de otros de sus conciertos durante el tour, con un escenario principal tras el que hay una pantalla y dos pasarelas con los motivos de los colmillos de su canción Pink Venom que daban a parar a un segundo escenario más pequeño. Por una serie de problemas técnicos, la disposición de la pantalla no se pudo hacer exactamente igual al resto de actuaciones del tour y se tuvo que sustituir por una sola pantalla más grande, detrás de la cual se situaron los miembros de la banda. A diferencia de las dos pantallas más pequeñas a los lados y una banda visible con otra pantalla mediana detrás.
Previamente al inicio del concierto se fueron reproduciendo para todo el público los distintos MVs que las chicas han sacado lo largo de su carrera musical. Los fans comenzaron a calentarse y se escuchaba a gente desgañitándose completamente aún cuando ni siquiera eran las mismas Blackpink en carne y hueso. Esa euforia y entusiasmo marcó toda la noche del sábado, puesto que los fans que se arremolinaron en el Estadi Olímpic lo darían todo a lo largo de las dos horas y media que duró el concierto. Esto mismo comentó Jisoo en uno de los pequeños interludios, que se había quedado muy sorprendida mientras las estaban maquillando por todo el ruido que escuchaba por parte de todo el mundo y la emoción que le ponían aún antes de empezar.
Como momento inmediatamente previo a su salida al escenario se reprodujo el MV de JUMP, el comeback que se estrenó durante la gira en vivo cuando las chicas actuaron en Goyang, Corea del Sur. El sonido de los altavoces se elevó y comenzó la cuenta atrás, seguido de una breve introducción en vídeo del tour, las cuales irían marcando los distintos actos del concierto e introduciendo a los miembros. El concierto en sí comenzó con la explosiva Kill This Love, seguida de Pink Venom. Marcando el frenético ritmo que se mantendría durante casi todo el concierto, ya que Blackpink apostó por sus mayores éxitos como grupo a la hora de salir al escenario.
Al final del acto uno pudimos disfrutar de algunos de sus primeros éxitos como Playing with fire, que fue el segundo comeback del grupo allá por 2018, seguido de éxitos más recientes como Shut Down, la cual incluso incorporó un mix de Crazy over you y Typa Girl para que los bailarines se luciesen en el escenario mientras las chicas se preparaban para el comienzo del acto dos. Esta segunda parte estaba protagonizada por Jisoo y Lisa, quienes comenzaron a cantar sus respectivos solos. Por parte de Jisoo vimos una excelente calidad vocal en sus canciones algo más relajadas a lo que nos tienen habituadas las chicas de manera conjunta. Su estabilidad encima del escenario le dio muchísimo más color a earthquake y a Your Love. Mientras que Lisa justo después apabulló al público con la energía vocal que destilaba por los cuatro costados. La coreografía de ambas destacaba a su manera, la de Jisoo aportando una belleza etérea que encandilaba al público con bailes delicados y la de Lisa apostando por movimientos más atrevidos y sensuales con Thunder y FXCK UP THE WORLD.

El tercer acto retomó con todo el grupo unido de nuevo con algunas de las canciones más tranquilas que nos ha dado Blackpink en conjunto. Con éxitos como Whistle, volviendo así a las raíces de su debut o la emotiva Stay que también formó parte de su segundo comeback. Desde luego fue una sorpresa ver cómo el grupo también apostaba por canciones que a pesar de ser icónicas no eran tan recientes. Aunque viendo el tono general del concierto, se apostó mucho por main tracks y por canciones que pese a no tener MV son aún a día de hoy de las más populares del grupo. Así pues, volvemos en el acto cuatro a las actuaciones individuales con Jennie y Rosé. La primera por su parte optó por una puesta en escena más en tono con la imagen de muchacha fuerte e independiente que lleva ofreciendo a los fans desde prácticamente su debut. En su caso cantó handlebars y like JENNIE que fue un rotundo éxito y con la que los espectadores se volcaron por completo. Rosé comenzó su actuación con un pequeño paseo entre bastidores y para llegar al segundo escenario, entre medias tomándose un pequeño tentempié, que ya que estábamos en España debían de ser churros. Ella misma mostró también que era la encargada de llevar la batuta en el tema de conversación, hablando y conectando con los fans, charlando respecto a sus relaciones pasadas, lo complicadas que habían sido y sobre escribir la canción que estaba a punto de debutar en directo. Esto dio paso a la primera instancia de call it the end con público delante, la espectacular voz de Rosé y la guitarra de Nacho consiguieron transmitir una emoción de melancolía y sororidad entre los asistentes. Tras esto, se volvió a lucir con toxic till the end y su archiconocida APT., aunque sin contar con la ayuda de Bruno Mars.
Nos gustaría también hacer un pequeño inciso previo a hablar del acto final para comentar la puesta en escena, también marcaba un poderoso ritmo que consumía al espectador dentro del fenómeno negro-rosa. Y es que en el Montjuic no se escatimó en gastos a la hora de hacer brillar a las chicas, un espectáculo de luces magnífico, unos visuales en pantalla que evocaban a las sensaciones y motivos visuales de cada canción de manera muy acertada y un trabajo de cámara fantástico por parte del staff para que incluso aquellas personas que estaban en la parte de cielo del estadio pudiesen disfrutar de las coreografías en todo su esplendor. La vestimenta de las chicas también estaba pensada al dedillo y se lucieron con numerosos conjuntos a lo largo de los actos y las canciones. Apuestas modernas que conseguían a su vez destacar la personalidad de cada una y aquello que la canción quería transmitir. No podíamos esperar menos de un grupo tan fuertemente influyente en el mundo de la moda y con numerosas colaboraciones con revistas como VOGUE.
La traca final y el acto cinco estaban enteramente dedicados a aquellos éxitos rotundos del grupo y esas canciones que más emoción evocan a sus seguidores. Por lo que pudimos ver las actuaciones en directo de JUMP, BOOMBAYAH, DDU-DU DDU-DU, As if it’s your last y Forever Young, que no es un main track pero sin duda es de las canciones favoritas del álbum donde se lanzó. No solo estuvieron acompañadas del fervor del público, sino que también se ayudaron de un espectáculo pirotécnico para ponerle el broche final a la función, aprovechando la situación privilegiada del Estadi Olímpic y su lejanía respecto a núcleos urbanos. Incluso en la parte final del concierto, se notó que las chicas estaban dándolo todo, manteniendo aún la potencia vocal y el vigor a la hora de bailar. Cosa que quedó apabullantemente clara cuando cantaron JUMP, la primera incursión de las cuatro dentro del hardcore. Si bien la canción cuando se estrenó fue un éxito rotundo, gana muchísimo más cuando se representa en directo. La reverberación de los altavoces al ritmo de la música, la pasión del público y el hecho de que las partes más raveras de la canción se extendiesen lo necesario juega mucho más a favor de la canción de lo que puede jugar nunca el escucharla en casa.

Este concierto no solo fue especialmente importante para los fans locales, sino que para las chicas también puesto que se realizó un día después de la fecha de su noveno aniversario como banda. Todas ellas se dedicaron palabras de apoyo y felicitación y agradecieron a todos por haber estado con ellas ya casi una década, sin duda esto le dio un tono muy especial a su puesta en escena en Barcelona. Ver el progreso de las cuatro como grupo y además como solistas fue uno de los mejores regalos que les pudieron ofrecer a los allí presentes, mucho más si tenemos en cuenta que consideraron su debut, BOOMBAYAH, como una de las canciones clave dentro de su setlist.
Tras una pequeña pausa y un Dance Challenge donde los asistentes tuvieron el honor de participar y aparecer por unos segundos en la pantalla grande, las chicas regresaron de nuevo al escenario para un encore con JUMP y Kick It. Dando así por finalizado el concierto. En líneas generales se notó que ya llevan nueve años en el negocio, tanto por la calidad, la potencia y la estabilidad vocal a la hora de cantar como por la profesionalidad con la que actúan sobre el escenario, pese a los rumores que andan circulando recientemente por redes. Algunos fans se lamentaron por la falta de algún artista invitado, como podía ser el caso de Rosalía para cantar con Lisa New Woman. Aunque nos hubiese encantado alguna aparición del estilo, casi cualquier posibilidad en la que podamos pensar se nos torna similar a una fantasía, debido a que la mayoría de las colaboraciones de la banda son con artistas de bastante alto standing internacional y sería complicado cuadrar algo así para un concierto.
Desde luego nos encantaría poder ver en un futuro más de Blackpink por España y poder disfrutar muchos más años del éxito que han logrado las cuatro ya no solo dentro del k-pop, sino como artistas internacionalmente reconocidas.
