Los colores poseen un extraordinario poder narrativo, capaces de comunicar ideas profundas de forma que en muchos casos igualan o incluso superan a las palabras. Tradicionalmente en el manga encontramos colores casi exclusivamente en portadas e ilustraciones entre capítulos, dándose en algunos casos el lujo de cubrir sus primeras páginas a color. Esta decisión en su diseñono es arbitraria, la ausencia de color no solo abarata tanto costes como el peso físico del libro, sino que también ayuda al artista a la hora de ahorrar tiempo y esfuerzo. Sin embargo romper las reglas puede darnos sorpresas, y esta sorpresa de la que hablaremos hoy se titula Veil; un manga lleno de color.
Conocemos a la persona detrás de Veil como Kotteri. Kotteri ganó popularidad a través de sus ilustraciones online y sus diversos doujinshis, hasta que sus historias se adaptaron por fin al formato manga más convencional. Actualmente hay poca información disponible sobre su persona, pero si quieres estar al día de sus obras este es su perfil de X.

Void es una anomalía en el medio. Todo, absolutamente todo, de principio a fin, tiene color. El color además de ser un elemento narrativo más, es coprotagonista junto a la pareja de la cual seguimos su día a día. El primer tomo se llama «La calidez del naranja». Y es que los tomos tienen nombre, nombre de colores. El naranja en este primer volumen es el predominante en sus ilustraciones, pero no se ha tenido miedo a la hora de jugar con otros tonos complementarios como el rojo o el rosa. Aunque podemos pensar que esta elección del color en su título es algo meramente estético, el naranja en algunas culturas puede simbolizar energía, entusiasmo, calidez o alegría, así como también se llega a asociar a la creatividad y la sociabilidad. El primer capítulo del manga nos muestra como la pareja se conoció, transmitido a través del simbolismo del naranja; la calidez de su encuentro, el entusiasmo del mañana. Kotteri usa el color con un conocimiento teórico y simbólico brillante.
Hablando de nuestra pareja, sus nombres están escondidos entre las curiosidades a pie de página, como algo meramente anecdótico. La ambigüedad no solo está presente en sus protagonistas, sino en su misma relación; uno de los elementos mágicos de Veil. El hombre parece ser policía, pero nunca lo vemos ejercer como tal. Su uniforme evoca a Rusia, pero fuma cigarros Chesterfields. La mujer es coqueta, amante de la moda, los olores e invidente; al menos aparentemente, pues va siempre con los ojos cerrados. La intimidad de sus rutinas nos dice que son pareja romántica, pero nunca se verbaliza. Desconocemos el lugar, ambientación histórica, el tiempo que transcurre entre páginas o la naturaleza de su relación, pero da igual; lo que importa es lo efímero del momento.
Veil es más una ambientación que una historia: es enigmático, misterioso, íntimo, fugaz. Los capítulos de Veil duran apenas un par de páginas, pero son intensos en lo sentimental. Hay texto al uso, sí, pero es escueto en su ejecución y las emociones brillan más en los vacíos de sus viñetas, en las miradas que no son miradas y en los momentos que no son momentos. Ir a comprar el pan es algo mundano, pero que visto desde la perspectiva correcta se puede transformar en algo mágico donde demasiada palabra molesta, esa es la tónica de Veil.

Normalmente cuando hablamos en esta web de mangas que adoramos no solemos tener la fortuna de tenerlos editados en español. Si al igual que a esta redactora te atraen obras más intimistas, me alegra compartir la noticia de que Planeta Cómic empezó a editar «Veil: Kotteri» en nuestro idioma en junio de 2024, y a fecha de la publicación de este artículo, acaba de salir a la venta su quinto volumen.
Veil es más un sueño que tuviste que una historia que leíste, y de manera similar persiste, detalles borrosos pero emociones que definitivamente flotan en tu corazón. Entre libro de ilustraciones y manga, esta historia se construye como una representación de pequeños momentos de la vida entre los dos protagonistas, interrumpidos por ilustraciones sublimes que ofrecen una sensación de ensueño.
Las obras en las que la ambigüedad constituye la esencia de su narrativa podrían conformar un género en sí mismo. Veil significa velo, un velo que cada uno traduce como quiere, y es uno de esos mangas que son difíciles de describir; ya sabéis lo que se dice: a buen entendedor, pocas palabras. La simplicidad es el esqueleto, su color el músculo, la interpretación en su ambigüedad su corazón. Entre libro de arte y manga, Kotteri tomó la decisión de intercambiar las palabras por colores y paneles vacíos, y el resultado es un manga donde sobran las palabras.