Hace poco, Nintendo nos reveló el regreso de una saga hará ya un tiempo olvidada con Emio, El Sonriente, la nueva adición a la detectivesca serie Famicom Detective Club. Esto abrió una serie de debates en redes sociales —alguno más acalorado que otro— sobre cuáles franquicias de Nintendo deberían recibir un tratamiento similar. Nosotros queremos verlo desde un lado más positivo y celebrar estas sagas por lo que fueron y por lo que nos aportaron, más teniendo en cuenta que tenemos medios para volver a dichos títulos. Hoy vamos a rememorar una franquicia bastante peculiar que, a pesar de llevar en la inopia más de quince años, dio un gran golpe a nuestras mentes y a nuestros corazones. Poneos vuestros guantes e inventaros un nombre chulo de boxeador, porque eso es la base de Punch-Out!!
Los que piensen que Punch-Out!! es una saga olvidada están en un perfecto equilibrio entre lo cierto y lo falso. El último título que vio la luz con ese título fue en 2009 con un pequeño juego para WiiWare en el que nos poníamos en la piel del entrenador de nuestro protagonista —ya llegaremos a ese punto. Sin embargo, los fans más acérrimos de la saga y de la propia Nintendo siempre mencionan a estos juegos de boxeo como parte de los clásicos más memorables de la compañía. De hecho, el propio mundillo de los videojuegos no nos deja olvidar estos estrafalarios combates. Por un lado, dentro de la propia Gran N, la incorporación de Little Mac al plantel de Super Smash Bros. para 3DS y Wii U hizo que las audiencias recordasen con cariño las joyas que ha protagonizado en los años 90 y en los 2000. Además, Punch-Out!! siempre ha sido objeto de referencias, ya sea en los propios videojuegos —aparece comúnmente como microjuego recurrente en la saga Wario Ware— como en películas —en Super Mario Bros. La película, la pizzería de la escena inicial recibe el nombre de la saga. Los fans y los desarrolladores indie también adoran Punch-Out!!. De hecho, próximamente saldrá un sucesor espiritual que creemos tiene una muy buena pinta, llamado Big Boy Boxing.
Entrando en materia, explicar Punch-out!! bastante sencillo. Te pones en la piel de Little Mac, un boxeador que se ha criado en el Bronx, Nueva York. Tu objetivo es ganar todos los campeonatos en tu camino, derrotando a oponentes de todos los tamaños, expertos en todas las técnicas posibles y provenientes de todas partes del mundo. Realmente, no necesitamos más en términos de historia, pues ser el campeón mundial del boxeo es meta suficiente como para mantener al jugador motivado.

Como hemos explicado anteriormente, la saga paró de darnos títulos en 2009 con el spinoff de WiiWare. Nos llegó originalmente en los 80, para los salones arcade de Japón y América del Norte. Cabe destacar que, junto a dos títulos para arcades, llegaría un juego que se incluiría en la misma línea: Arm Wrestling. Los joysticks serían esta vez brazos que tendrías que agarrar con fuerza para echarles un pulso. En 1987, llegaría la versión para consolas de sobremesa, con la NES como nuevo hogar de este juego. Todo el mundo recordará que el primer nombre que recibió este juego es Mike Tyson’s Punch-Out!!, sin embargo, debido a varias controversias y a desacuerdos con el boxeador, el juego recibiría un nombre nuevo y un sustituto a la participación de Tyson en 1990. Años más tarde, para la querida Super Nintendo, tendríamos Super-Punch Out!! y no sería hasta diez años después que recibiríamos un nuevo título para la Nintendo Wii. Este último, que saldría en el 2009, daría la opción tanto de usar controles clásicos como de adaptarlos a los dinámicos Wiimote y Nunchuck de la época. Después de esto, tendríamos el mencionado juego para WiiWare protagonizado por el entrenador de Mac y aquí terminaría la saga. Nos asombra que, con tan pocos títulos, se haya hecho tanto hueco entre los clásicos de Nintendo.
Hablemos ahora de los juegos en sí. Es tan simple como esquivar y golpear, esquivar y golpear y, por supuesto, esquivar y golpear. Iremos enfrentándonos a los enemigos uno tras otro, cada uno con su forma propia de luchar. Mientras que algunos optan por estilos más tradicionales, otros estarían descalificados en nuestra vida real por el uso de patadas o directamente, armas blancas. La clave de la victoria se halla en saber cuándo y cómo dar el gancho propicio. Adoptar una táctica evasiva puede bajar la guardia de tus enemigos, a tal punto que, quizás, se desconcentren o pierdan el control de la situación. Que un título con tantos años a sus espaldas ofreciera una variedad de encuentros tal pese a ajustarse al <<golpea y esquiva>> es digno de mención, así como uno de los mejores aspectos de la saga en general. El corpulento King Hippo es un muy buen ejemplo de ello, pues deberemos bajarle los pantalones si queremos que pierda los papeles. O el guapísimo Prince Narcis, que nos brindaba un combate que podía dar la vuelta completamente desde el momento en el que le encajásemos un golpe en la cara.
Otro gran aspecto que hace destacar a estos juegos es su sentido del humor. Los rivales a los que te enfrentas tienden a mostrar un absurdo digno de dibujo animado que hará que los combates sean más relajados, puesto que es posible que te rías con sus introducciones y exageradas animaciones. Aunque las versiones de NES y SNES puedan provocar un par de carcajadas, la de Wii es la clara ganadora en este aspecto. Algo que nos parece muy interesante es el apartado del doblaje. En la entrega principal más reciente, los luchadores rivales tendrían su propia voz, pero de una forma especial, pues son doblados por actores de cada uno de sus países de origen. Por ejemplo, de España tenemos al romántico y apasionado luchador Don Flamenco. Pues bien, incluso en los doblajes a otros países, Don Flamenco sería interpretado por el conocido actor de doblaje español Juan Amador Pulido —voz de Benson, Xin Zhao, Todd Chávez, Cleveland Brown, etcétera. Seguro que otros jugadores de otras nacionalidades también han sabido reconocer a los actores y les ha hecho ilusión el esfuerzo vertido en este apartado, que aporta más humor si cabe a esta tronchante saga de peleas.
Claro que, al igual que en nuestros rivales, podemos encontrar puntos débiles en la saga. En la jugabilidad, su dificultad procedente de la naturaleza de ser un juego para recreativas y por la prolongación de los títulos más clásicos, no son santo de devoción de todo el mundo. De hecho, muchos combates pueden llegar a ser frustrantes debido a la pasmosa velocidad de reacción que te piden y a lo mucho que recurren al ensayo y error. Es probable que, si te atascas, tengas que estar repitiendo el mismo desafío una y otra vez hasta dar con el ritmo correcto. Por otro lado, está el hecho de que en sí el juego no ofrece mucho más que estos combates, es decir, que si pierdes de vista su atractivo, la saga no tendrá nada más que ofrecerte.
Incluso el apartado humorístico puede estar en jaque ya que recurre mucho a la imagen estereotípica de según qué países para muchos de sus míticos luchadores —el francés está rodeado de cruasanes, los chinos estarán basados en los tropos de Bruce Lee y nuestro querido Don Flamenco solo habrá hablar de toros y, bueno, flamenco. Este tipo de humor es andar sobre hielo muy fino, ya que estos clichés pueden alcanzar tintes que a día de hoy no serían muy aceptados, independiente de que se hagan sin malicia alguna. En la actualidad, todavía existe el humor sobre nacionalidades y es posible rematarlo adecuadamente, pero siempre debe ser desde el respeto y esto puede resultar una ardua tarea para muchos, a pesar de lo muy necesario que es.
Que no os derriben aún, que tenemos algo que decir para rematar el combate. Punch-Out!! no es una saga que acierte todos sus ganchos, pero su fama la precede. Se puede acceder a los primeros títulos gracias a la Consola Virtual de la Nintendo Switch, a la que hemos recurrido nosotros mismos. Por otro lado, Little Mac es un protagonista querido dentro del panteón de Nintendo gracias a Smash. Sus habilidades aéreas serán de chiste, pero yo vigilaría su derechazo si te ríes mucho.
Siempre es importante rememorar lo que los videojuegos nos han dado durante casi medio siglo de vida. Los años 80 fueron un caos para la recién aflorada industria y aún así nacieron estrellas que aún brillan con fuerza, como Super Mario. Little Mac no habrá llegado a tantos confines como su amigo fontanero, pero ha ganado más títulos mundiales de boxeo que ningún otro protagonista de Nintendo. Claro, es porque Doc Louis le aconsejó unirse al Club Nintendo para ser un ganador. ¡Buen trabajo, Little Mac!
