Habréis escuchado por ahí que la capa seca de la cebolla se tira, pero lo cierto es que se utiliza en un montón de recetas y tiene una cantidad de fibra importante. Y os estaréis preguntando por qué estamos hablando de cebollas si por su titular se entiende que el artículo va de Evangelion. Muy simple, Evangelion es como una cebolla, tiene muchas capas y todas importan.

Evangelion tuvo una recepción extremadamente popular entre el público japonés durante su emisión. Su acogida en Occidente fue igualmente positiva, en especial con el público femenino, gracias a un elenco de mujeres con una profundidad enorme a la que muchos fans del anime más mainstream no estaban tan acostumbrados. Ya se ha dicho con anterioridad que Evangelion creó escuela y cuando se habla de sus protagonistas todos conocemos a Shinji, Asuka y Rei, pero todas las capas de la cebolla importan, así que en esta ocasión nos centraremos en una de sus capas protagonistas, Misato Katsuragi.

La primera vez que vemos a Misato es a través de una fotografía de lo más picante para Shinji con unas anotaciones que nos deja con ciertas dudillas: ¿Le está vacilando? ¿Le está tirando los tejos o es simple y llanamente como ella se relaciona?

Sosteniendo el cargo de capitana de operaciones en NERV y habiendo sido recientemente promocionada a Mayor, Misato es una pieza fundamental en la planificación y ejecución de operaciones contra los Ángeles, lo que la sitúa no solo en un papel de liderazgo y autoridad significativos dentro de NERV, sino también en un icono feminista. Pero más allá del cargo, Misato es una mujer atormentada por su pasado mientras vive su día a día como buenamente puede.

Uno de los temas base de Evangelion es la conexión con los demás y todo parte de un concepto que nombran con bastante regularidad, «el dilema del erizo». El dilema del erizo es un concepto metafórico en psicología que describe la dificultad de establecer relaciones con otras personas. La idea es que, al igual que los erizos en invierno, que deben acercarse entre sí para calentarse pero con cuidado porque si no se pinchan con las púas, las personas enfrentan un dilema parecido en las relaciones interpersonales. Existe un deseo de acercarnos los unos a los otros pero al mismo tiempo este acercamiento nos expone a ser heridos emocionalmente. Este dilema captura la tensión entre el deseo de intimidad y el miedo a la vulnerabilidad.

Búsqueda de Redención y Propósito

En el anime, el 13 de septiembre del año 2000, se produjo una explosión masiva en la Antártida que derritió el casquete polar e incluso alteró el eje terrestre. Esto se conoce como el Segundo Impacto. Impulsada por conocer la verdad tras el accidente, encontrar un sentido a ser la única superviviente de la expedición que investigaba el Polo Sur en el momento de la catástrofe y, en parte, vengar a su padre, su carrera profesional en NERV es la búsqueda hacia la redención.

El síndrome del superviviente es una alteración emocional que se da en personas que sienten culpabilidad por haber sobrevivido a un accidente que llevó a otras personas a su muerte.

Podemos ver en Misato prácticamente todas las formas en las que este síndrome afecta al individuo:

• Las tendencias destructivas; a través de las batallas contra los Ángeles se autoconvence de estar haciendo lo correcto, intentando acallar momentáneamente el malestar generando un espejismo.
• Mirar al pasado continuamente.
• Pensar con mucha frecuencia si su vida merece la pena.
• Problemas a la hora de gestionar las relaciones personales; pues Misato es incapaz de expresarse con honestidad con sus seres queridos, porque no se ve capaz de conectar.

Misato se encontraba en la Antártida con su padre durante el incidente y logró escapar gracias a que el Dr. Katsuragi cedió una cápsula de emergencia, dando su vida por la de su hija. Esto deja a Misato en una línea gris. Por un lado, hay resentimiento hacia un padre ausente que dejó de lado a su familia por una obsesión enfermiza con su trabajo, y por otro, la necesidad de luchar con los Ángeles para vengar a su salvador. Todo ello le da un propósito para vivir.

El panorama del pequeño Shinji forma inesperadamente parte de su redención. Misato es su superior y sabe que parte de la responsabilidad de la participación de Shinji en las batallas cae sobre sus hombros. No es directamente responsable de que el protagonista esté ahí, pero le anima y en ocasiones chantajea e incluso manipula para que pilote el robot. Necesita al muchacho para acabar con la amenaza de los Ángeles y obtener respuestas a todas sus preguntas, pero también es consciente de que es un niño asustado con problemas más que evidentes con su padre, lo que hace que se vea reflejada y termina por buscar de forma inconsciente ser lo que Shinji necesita, una mano amiga y una suerte de figura materna. A través de ese rol materno Misato intenta limpiar su karma por su participación directa en todo el proyecto pero lamentablemente y en muchas ocasiones sigue atada a su deber y termina empujando su propia agenda y dejando de lado los sentimientos y necesidades del muchacho. Y no es hasta en The End of Evangelion cuando a través del sacrificio; al igual que hizo su padre con ella, encuentra su redención.

Entre la Sexualidad y el Trauma

Para entender la relación que tiene Misato con la sexualidad debemos, a nuestro pesar, tocar temas freudianos. La relación con su padre es ambivalente. Por un lado, ella lo culpa por su ausencia y la muerte de su madre, lo cual podría verse reflejado en una especie de rivalidad edípica en términos freudianos. Por otro lado, su impulso por cumplir con sus deberes y su dedicación a luchar contra los Ángeles pueden ser interpretados como un deseo inconsciente de reconciliación o aprobación paterna.

Pasemos a continuación a tratar su relación con Kaji, que es un elemento clave a la hora de entender ciertos aspectos de Misato. Hay varias escenas a lo largo del anime en las que se nos dice explícitamente que su atracción hacia Kaji es consecuencia del parecido que este comparte con su padre. Misato jamás podrá conseguir el amor de su progenitor, pero consigue el amor de un hombre similar a través del sexo. Durante unos flashback después del accidente del Segundo Impacto vemos a una Misato pequeñita; destrozada y en silencio, pero esto cambia en la universidad. Conocer a Kaji desemboca en la que fue seguramente la primera vez que se sintió amada por un hombre. De hecho, Ritsuko Akagi recalca como en su época universitaria Misato se lo pasó bomba recibiendo todo el amor y la atención que su padre nunca le dio. Y es que cuando se obtiene el amor y la atención de alguien con el que se mantiene una relación de este tipo a veces la línea entre el afecto y la sexualidad se vuelve borrosa.

Aquí podríamos caer finalmente en Freud y el complejo de Electra pero lo cierto es que es relativamente sencillo argumentar que Misato no padece complejo de Electra. Empezando por el pequeño pero importante detalle sobre la ausencia de rivalidad entre Misato y su madre por el padre, que tiende a ser algo básico para remitirse al complejo de Electra. Y en segundo lugar, ella estaba aparentemente feliz con su situación hasta que, un día, Misato decide cortar por lo sano y aparta a Kaji de su vida. Se percata de que su chico tiene manierismos similares a los de su padre, así que al ser consciente y percatarse de lo que implica mantener una relación sentimental con alguien que le recuerda tanto a progenitor se asusta y lo abandona. Como hemos dicho, Misato y su padre no tenían una relación padre e hija per se. Ella apenas recuerda pinceladas, no pasaban tiempo juntos y lo poco que sabe de él está completamente distorsionado a través de los ojos de la niñez tras haber sufrido semejante trauma, así que puede ser bastante difícil ver en Kaji de forma fidenigna a un padre que no conoces.

De hecho, el propio Shinji tiene más similitudes con su padre, distante y frío. Quiere conectar con él y hay una preocupación real por las vidas de los pilotos ―algo que, por cierto, en NERV no se lleva mucho― pero Misato usa su sexualidad para conectar con lo ajeno. Después del trauma de su pasado, la única forma en la que ha sido amada ha sido a través del sexo, así que mostrar ese tipo de afecto a Shinji a través de cierto ligoteo es lo único que conoce.

Misato no es solo la superior y jefa de Shinji durante las batallas, también acaba siendo su tutora legal en NERV, adoptando un rol más maternal, lo que no hace más que chocar con su forma de proyectar su sexualidad con Shinji. Desde el accidente Misato ha estado sola y no ha tenido referentes en muchísimas áreas de su vida. Se da por sentado que su madre murió en el accidente ―ya que GEHIRN, los predecesores de NERV, se encargaron de su custodia― y la única vez que habla de ella es para afirmar que no quiere terminar igual; pues se pasaba el día llorando por la frialdad de su marido, así que es lógico pensar que Misato no sabe ejercer de madre. Sin irnos muy lejos, en los conteos final de la serie Misato intenta consolar a Shinji posando su mano sobre la suya y ofreciéndole un beso de adultos porque, de nuevo, no sabe conectar de otra forma.

Su pasado es una mochila que es incapaz de tirar y su cargo en NERV es a su vez la forma de encontrar su propósito y un castigo. Encuentra irónicamente en Shinji un espejo en el que mirarse, lo que la impulsa a ser el referente materno/paterno que ella nunca tuvo y que el adolescente urgentemente necesita, aunque no sepa como hacerlo. Lidia con ser la responsable de liderar y organizar las batallas para que la humanidad pueda tener un futuro, dejando de lado su vida personal y paradójicamente obsesionándose con el trabajo como hizo su padre. Por todo esto y más Misato es no sólo uno de los personajes más queridos de Evangelion, sino de los más interesantes.