RAIN CODE: ¡Para abajo con desparpajo!

Si reúnes a diez amantes de las novelas visuales en una sala y les preguntas sobre su obra favorita, es bastante probable que alguno mencione Danganronpa. La aclamada trilogía cautivó a millones con su premisa de «juegos de matanza», donde estudiantes del bachillerato plantaban cara a la muerte de la mano de sus propios compañeros, con tal de escapar del destino cruel al que el oso Monokuma los sometía. La única forma de sobrevivir consistía en sacar provecho al ingenio y las carismáticas dotes de cada personaje, los «Ultimates«; bien para descubrir al asesino, bien para engañar a los demás con el crimen perfecto. Mucho ha llovido desde las desgracias de Hope’s Peak, y qué mejor forma de demostrarlo que con Master Detective Archives: RAIN CODE ―en adelante, RAIN CODE―, el cual es un sucesor espiritual con una ambientación y elenco completamente nuevos.

Este título, lanzado en exclusiva para Switch a principios de verano, consiste en un proyecto colaborativo entre Spike Chunsoft y TooKyo Games, donde ahora Kazutaka Kodaka ―creador de la franquicia Danganronpaencuentra cobijo acompañado de otras mentes brillantes, como la de Kotaro Uchikoshi. Así pues, con la música y el arte de Masafumi Takada y Rui Komatsuzaki, respectivamente, gran parte del equipo original está de vuelta para sorprender y deleitar tanto a veteranos como primerizos. ¿Será una copia venida a menos carente de identidad propia? ¿O se medirá con la cabeza bien alta con a los anteriores éxitos del estudio? Como bien suele decirse: lluvia de mañana, o mucha o nada.

Para quienes estamos familiarizados con el emblemático estilo visual de Danganronpa, RAIN CODE entra por los ojos desde el primer momento / ©Spike Chunsoft

RAIN CODE sigue de cerca las convenciones marcadas por el cine negro, una noción a todas luces evidente si nos fijamos en el entorno donde transcurre: la enigmática ciudad-Estado de Kanai. Las luces de neón y el incesante aguacero son los únicos testigos de esta particular región, cerrada a cal y canto del resto del mundo desde hace tres años. Nadie puede salir, ni entrar. Producto de semejante reclusión es la alta tasa de crímenes, por un lado, y la segregación clasista de sus habitantes, por otro. La naturaleza críptica del lugar ―que se sospecha que esconde secretos atados a conspiraciones de escala global, bajo el paraguas de la sospechosa Corporación Amaterasu― llama la atención de la Organización Mundial de Detectives, un cuerpo especial de investigadores dedicado a resolver misterios de todo tipo. Levantadas las alarmas, comienza una operación de máxima urgencia para infiltrar Kanai y desentrañar las oscuras verdades que oculta.

Nos pondremos en la piel del aprendiz de detective Yuma Kokohead, que, vaya por Dios, padece amnesia. El desorientado pero bonachón novato no tarda en aprender que sus recuerdos desaparecieron al firmar un pacto con Shinigami, una diosa de la muerte muy salada que le atormenta y confiere poderes místicos. Veréis, los misterios del mundo real se materializan en una dimensión paralela como Laberintos Misteriosos, tortuosas mazmorras diseñadas para atrapar a los que osan morar en ellas. Pero Yuma, con la ayuda de Shinigami, cuenta con la espada de la verdad, un filo onírico capaz de doblegar los obstáculos que se erigen en el curso de sus deducciones. El precio a pagar por superarlos exitosamente, no obstante, es alto. Una cosa lleva a la otra y nuestro improbable héroe llega a Kanai, así como también lo hacen otros sujetos pertenecientes a la élite de la OMD, los Detectives Maestros. Allí tendrá que entrar en contacto con lo paranormal, en un intento de recuperar la memoria y descubrir qué tramaba su yo anterior.

Se trata de una sinopsis clásica a la par que refrescante, en especial cuando la confrontamos con el drama adolescente de Danganronpa. A nadie se le escapan las semejanzas con el «metaverso» de Persona 5 o la estética ligeramente futurista de AI: The Somnium Files ―la dinámica entre Yuma y Shinigami, de hecho, nos recordó al icónico rifirrafe de Date y Aiba―. Kodaka no disimula sus inspiraciones, las cuales en ningún momento merman la calidad del título: goza de una dosis de originalidad suficiente como para compensar. Atrás quedan los días de balbucear «esperanza» y «desesperación» sin ton ni son, el tono de la obra está claramente enfocado en torno a la identidad del individuo y la necesidad de plantar cara a la verdad por dura que resulte, temáticas en cierto modo continuadoras de lo introducido en Danganronpa V3: Killing Harmony ―especialmente en su rompedor final― y que dotan de coherencia a RAIN CODE dentro del recorrido de su autor.

Elige las claves de solución correctas para derrotar al enemigo / ©Spike Chunsoft

En lo tocante a jugabilidad, el equipo optó por sintetizar la frenética fórmula de sus predecesores. Al principio es fácil dejarse distraer por los segmentos de exploración, pues Kanai, al fin y al cabo, impresiona desde un punto de vista técnico. Sin embargo, no hay razones de peso para salirse del camino pautado por el guion. El contenido secundario peca de tedioso, y añade poco más que una nota de pie al título. No es hasta que ocurre un crimen que la cosa se pone interesante de verdad. Durante cada investigación, nos acompañará un Detective Maestro distinto, lo que no solo tiene un impacto narrativo, sino también mecánico: para avanzar, tendremos que sacar provecho al talento forense ―habilidades sobrehumanas comparables con los «Ultimates«― de turno. Solo podremos cerrar el caso accediendo al Laberinto Misterioso, donde aguardan minijuegos de deducción al más puro estilo Danganronpa. Eso sí, muchos menos que de costumbre. Las secciones de «Razonamiento a Muerte» vienen a sustituir los clásicos debates pero en esencia son lo mismo: busca la contradicción en las declaraciones del rival y aplácala con tu lógica. El giro está en que ahora no se juega como un shooter, sino que condensa de algún modo el bullet hell con los juegos de ritmo. Asimismo, abundan las comodidades introducidas para minorar los momentos de frustración; cabría destacar la desaparición de los límites de tiempo a la hora de razonar. No se echarán en falta.

Pero no todo va de talentos forenses: los Detectives Maestros también sirven un propósito argumental sólido. Principalmente porque se trata de un reparto permanente durante toda la trama. Nos detenemos a analizar esta cuestión, de entrada trivial por tratarse de un elemento básico en casi cualquier historia, debido al marcado distanciamiento que representa frente a la esencia misma de los juegos de matanza, que es esa volatilidad o fragilidad de la vida de cada integrante. El grupo de RAIN CODE es pequeño, pero mucho más denso: cada uno recibe su propio capítulo dedicado a explorar las dinámicas a medio camino entre desternillantes e intrigantes que ofrecen. Incluso fuera de la OMD hay un par de caras recurrentes muy agradecidas. Da gusto no solo ver a un autor salir de su zona de confort, sino además plasmar el aprendizaje ideológico y moral por el que ha pasado durante los últimos años: uno de los personajes principales, Halara Nightmare, es no binarie. Esto nunca es objeto de mofa, chiste ni actos discriminatorios de otra índole ―de hecho, es probablemente el detective más capaz en lo relativo a labores deductivas de los asignados a Kanai―. Se le trata constantemente con respeto y su ambigüedad de género es apenas mencionada un par de veces. Como podéis apreciar, el controversial tratamiento de Chihiro Fujisaki se ha quedado atrás.

Halara Nightmare, portadore del talento forense «Retrocognición». Es capaz de recrear escenas del crimen tal y como las encontró el primer testigo / ©Spike Chunsoft

Otro elemento rescatado de obras anteriores sería la estructura en capítulos o «casos». En esta ocasión, debido a las diferencias estructurales que se indicaron arriba, constituye un tímido acercamiento a la fórmula de otras sagas de visual novels como podrían ser Ace Attorney o The Silver Case. Peca, como ocurre en estos títulos, así como en la propia Danganronpa, de situar los momentos de mayor contundencia para el argumento a gran escala en los compases iniciales y finales de la obra, respectivamente, lo que podría llevar a que más de un jugador se atragante con el nudo.

En efecto, el prólogo ―o «capítulo 0», como viene a autodenominarse― es un golpe sobre la mesa no muy diferente de a lo que DRV3 nos acostumbró, sin embargo, los tres episodios que siguen carecen de esa explosividad. Afortunadamente, este tiempo se dedica a dejar alguna que otra pista de lo que está por venir mientras desarrolla tanto a nuestros protagonistas como al mundo que habitan de un modo lo suficientemente satisfactorio como para tolerar los misterios de menor calado. En particular, la determinación de Yuma a la hora de descubrir la verdad del asunto se pone cada vez más severamente a prueba. Los más avezados en el género encontrarán un desafío deductivo moderado tirando a sencillo a la hora de resolver estos rompecabezas, aunque verlos desenvueltos no deja de resultar muy divertido. La conclusión, por su parte, bombardea con giros alocados pero muy bien planteados, en comparación con sus predecesores. Encaja, a la postre, una pizca de metanarrativa que nos pareció tan desternillante como inspirada. Solo podíamos mirar fijamente a la pantalla y pensar: «Pero cómo te has atrevido, Kodaka, desgraciado».

RAIN CODE, en definitiva, es más que la suma de sus partes. Salvo por el apartado visual ―que aun así está ligeramente lastrado por, en el momento que se publica este artículo, mantenerse como exclusivo de Switch―, no resulta particularmente rompedor en ninguno de los aspectos que plantea. Pero, en suma, se trata de una de las propuestas más sólidas del género, situado tranquilamente en la misma liga que AI: The Somnium Files o The Great Ace Attorney Chronicles. Los momentos de bajón son apenas perceptibles cuando todo sigue un ritmo tan fluido y adictivo, de modo que no hay ninguna idea que dure más de lo que le corresponde. Nos ha parecido un soplo de aire fresco y una clara declaración de intenciones de cara al futuro de este equipo: si os gustaron los Danganronpa ―particularmente V3, que está escrito con un ingenio muy semejante―, esta es la siguiente gran saga de Kazutaka Kodaka a la que prestar atención. E incluso si los juegos de matanza nunca fueron santo de vuestra devoción, dadle una oportunidad mientras disfrutéis las historias de detectives. No será tan rompedor como su precedente inmediato, pero sienta las bases de una fórmula con mucho potencial y, lo más importante de todo, rebosante de personalidad.

«Maestro, lea Futoi Karasu, a ver si así se entera usted de una vez de lo que es bueno. ¡Es una web muy mistericiosa!» / ©Spike Chunsoft

Nota de redacción: El 1 de octubre de 2024, se lanzó en Occidente Master Detective Archives: RAIN CODE Plus para Steam y las consolas de Sony y Microsoft. Esta versión incluye todo el contenido descargable, así como gráficos mejorados y un modo de galería.

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