La Wikipedia define la estética como la rama de la filosofía que estudia la esencia y la percepción de la belleza y el arte. Como bien sabemos, lo que se considera como bello varía según no solo la cultura sino que también depende de la era, ya que una misma cultura puede tener diversos cánones de belleza según la etapa histórica. Por ejemplo, en el caso de Japón, durante el periodo de Heian (794-1185) y en años posteriores, ennegrecerse los dientes se consideraba como algo que te hacía parecer más atractivo, mientras que hoy en día ya no se tiene como algo estético y se han establecido otros tipos de cánones de belleza en el país. Sin embargo, hay ciertos términos relacionados con la estética que, aún creados hace años, siguen integrados dentro de la cultura japonesa actual en mayor o en menor medida, y uno de estos es el mono no aware.

En su libro Claves y textos de la literatura japonesa, Carlos Rubio explica que mono no aware es la capacidad de conmoverse ante un estímulo externo, sea la belleza de la naturaleza o los sentimientos de una persona. El término fue definido por primera vez por un erudito japonés de la era Edo llamado Motōri Norinaga, quién explica que aware es una palabra constituida por las expresiones a y hare, —que, al juntarlas formarían esta palabra— usadas cuando sientes una emoción intensa en tu corazón, ya sea alegría, tristeza o enfado, mientras que mono significa cosa, y, como expresa Carlos Rubio: «serviría para generalizar el aware, haría que la expresión mono no aware significase algo como sentimiento profundo por las cosas, o sensibilidad«. Norinaga emplea esta expresión en su crítica al Genji Monogatari, que se considera por numerosos estudiosos como la obra representativa del mono no aware, donde este término se emplea un total de 1018 veces.
Se ha hablado del Genji Monogatari en otros artículos de la página web ―y también del mono no aware aplicado a alguna que otra obra―, pero, a modo de breve resumen, Genji Monogatari es una novela escrita en la era Heian por Murasaki Shikibu, una noble que trabajaba en la corte de la época como dama de compañía. La historia trata sobre la vida y los amoríos de Genji, un hijo ilegítimo del emperador, que destaca dentro de la corte por su belleza y personalidad, aunque en capítulos posteriores los protagonistas pasan a ser su hijo Kaoru y su nieto Niou. A lo largo de la obra podemos ver numerosos ejemplos de los personajes conmoviéndose ante diversos sucesos o fenómenos, con los cuales se entiende la idea de mono no aware. Por ejemplo, hay una escena donde Genji va a un templo y, por el camino, se dice lo siguiente sobre el paisaje:
El lugar se encontraba a cierta distancia de las montañas. Las flores de la ciudad ya habían desaparecido, puesto que era a finales del tercer mes, pero en las montañas los cerezos estaban en plena floración, y, cuanto más se alejaba Genji, más encantadores los velos de bruma, hasta que para él, cuyo rango restringía tanto el poder viajar que todo aquello era nuevo, el paisaje se convirtió en una fuente de asombro.1 (Atalanta, 2005, p.131)

Así, el asombro de Genji ante el paisaje es una forma de mono no aware. La naturaleza en numerosas ocasiones hace brotar sentimientos en los corazones de las personas, y este sentimiento aún perdura en la cultura japonesa, con celebraciones como el hanami —la fiesta de contemplación de cerezos—, donde la gente se reúne bajo estos árboles a festejar su floración. Esta predilección por contemplar la flor del cerezo o el momiji —es decir, el paisaje otoñal cuando las hojas de los árboles se vuelven anaranjadas— entre les japoneses viene precisamente del mono no aware, puesto que estos elementos se perciben como algo bello que conmueve el corazón por ser efímeros, ya que la floración de los cerezos dura tan solo dos semanas como máximo en condiciones ideales y las hojas únicamente se vuelven anaranjadas durante el otoño.
No solo encontramos en el Genji Monogatari escenas donde los personajes se emocionan ante la naturaleza, sino que también lo hacen con el comportamiento de una persona o un suceso. En una parte de la novela, Genji va un día a visitar a la que fue su nodriza, que se encuentra en su lecho de muerte. Mientras intercambian unas palabras, se nos describe lo siguiente:
Los ojos de una persona tan llena de afecto como una nodriza verán una perfección inverosímil incluso en el niño menos dotado. No es, pues, de extrañar que la mujer se sintiera honrada por haberle servido íntimamente y que deseara evitar causarle el dolor de su pérdida. Por esta razón no podía dejar de llorar. Sus hijos, azorados en extremo, intercambiaban miradas de soslayo ante una exhibición de sentimientos tan indecorosa en presencia de Genji, como si, después de todo, su madre no pudiera abandonar el mundo al que debía haber renunciado. El joven estaba muy conmovido. (Atalanta, 2005, p.101)
Esta es una de las muchas escenas en las que Genji u otro personaje se conmueven ante un suceso —generalmente el fallecimiento de una persona—, puesto que se ve la muerte como algo inevitable. Como el tiempo que vivimos tiene un límite, es esta idea de la brevedad y fugacidad de la vida lo que aflige el corazón, lo que se describe como mono no aware y, efectivamente, Genji, al ser el protagonista tiene la sensibilidad propia asociada al término. Esta emotividad en Genji se puede ver en otra parte de la novela. Llega un momento en el que aparece un personaje llamado Kashiwagi, que, al ver a una de las esposas de Genji por accidente, se queda prendado de ella y acabarán teniendo una relación extramatrimonial. A pesar de la infidelidad, Genji no se enfada con Kashiwagi, sino que se encuentra sintiendo simpatía por este. Norinaga observa que esta reacción se debe a que las personas con mono no aware saben como puede llegar a ser el amor y por ello no juzgan con dureza a alguien que se ha dejado llevar por esos sentimientos. Es decir, que en la perspectiva de la autora, Murasaki Shikibu, son buenas personas aquellas con esa sensibilidad y que con capaces de sentir el mono no aware que existe en la existencia humana.

De igual manera, hay pasajes dentro de la novela que deberían emocionar a la persona que esté leyendo el Genji Monogatari. Federico Lanzaco explica en el libro Valores estéticos en la cultura clásica japonesa que es la sensibilidad ante los defectos y fragilidad de los seres vivos lo que explica la simpatía y la admiración del pueblo japonés por los personajes caídos en desgracia. Hay numerosas obras japonesas donde se ver este arquetipo, como el Kojiki o Gikeiki y el Genji Monogatari no iba a ser menos. Hay una parte de la novela donde, de hecho, debido a un incidente, Genji es exiliado, por lo que les lectores con mono no aware se afligirán ante la desgracia que sufre el protagonista.
En resumen, el mono no aware es un valor predominante durante la era Heian, pero que continúa integrada dentro del ideario estético japonés incluso en la actualidad. El Genji Monogatari no es más que la representación cumbre de lo que representa este término y, como bien afirma Carlos Rubio, en esta novela el mono no aware «expresa una melancolía refinada frente a la belleza efímera de las cosas y de los sentimientos». Las flores de cerezo no son bellas por su color o por su forma, lo son porque no duran por mucho tiempo y, ante esto, no podemos hacer nada más que llorar y admirar su hermosura.
- Todos los fragmentos del Genji Monogatari que se usan en este artículo están sacados de la edición de Atalanta publicada en 2005 y traducida por Jordi Fibla ↩︎
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