Norn9 Var Commons: una canción para el planeta

Corría el año 2015 y se lanzaba en PS Vita la edición inglesa de Norn9: Var Commons, apenas dos años después de su lanzamiento en Japón. A diferencia de su recepción en el país asiático, aquí la consola avanzaba renqueante, mientras la crítica generalista la tildaba de máquina sin catálogo. Un malgasto de recursos en una consola que para el público generalista en Occidente murió casi al nacer. Sin embargo, a su vez cumplía los sueños más locos de los fanes de las novelas visuales en los países angloparlantes y de todos aquellos que se podían permitir manejar el inglés durante alrededor de 40 horas de juego. Casi que podemos asegurar que la incomprendida Vita resultó ser una máquina definida casi por azar como la opción idónea para juegos como Steins;Gate, no para todo el mundo, pero desde luego ideal para aquellos que sabían lo que buscaban.

Es en este contexto de desamparo y nicho es en el que nos llegan además juegos como Code: Realize, Collar x Malice o los incluso menos afortunados Period Cube y BAD APPLE WARS. Junto con el primero de todos fue lanzado Norn9: Var Commons, lo que marcó un periodo clave para los juegos otome en inglés, ya que de manera comercial únicamente existían asentados Hakuouki y Sweet Fuse, los cuales estaban disponibles para la generación de consolas inmediatamente anterior —y ya que la versión original del juego que nos ocupa para PSP no había salido de Japón—. Por desgracia, el lanzamiento de Norn9 se vio opacado por el de Code: Realize casi un mes anterior. Aparentemente, el nicho no daba para tanto entre el estado comatoso de Vita y la falta de publicidad y dinero suelto de los fanes y en foros y comunidades especializadas se comentaba que las ventas del juego habían sido muy inferiores a lo esperado. Podemos atisbar un poco mejor esta situación si consideramos que Code: Realize tuvo un port casi inmediato en inglés a Switch, además de la localización de sus spin-offs tanto en Vita como en la híbrida de Nintendo. Mientras, nuestro protagonista de hoy quedaba relegado a una pequeña mención a pie de página cuando se hablaba de otomes de la época.

This is all I’ve got, this is all I have/©Aksys Games

Pese a su salida relativamente desafortunada, el juego tiene fuerza como entrega, desde luego más que sus ya mencionados sucesores, y finalmente se apuesta por él en una nueva entrega, ocho años más tarde, para Nintendo Switch, que incluye incluso la localización de su fandisc. Gracias a esto, hoy podemos darle una mejor oportunidad en la que es, en cierto modo, sucesora espiritual de la Vita —dicho posiblemente por todas las empresas que han empezado a hacer ports de sus juegos originales—. Sin más dilación, hablemos de lleno sobre Norn9.

El número nueve bien podría referirse a la cantidad de rutas a nuestra disposición, pero no solo contamos con un número considerable de chicos guapísimos y para todos los gustos, también tenemos cuatro protagonistas para guiarnos en nuestra historia. Aunque quizás mencionar el número cuatro es algo trampa, realmente contamos con tres chicas —a las cuales les han dado voces, lo que es siempre de agradecer— y un muchacho llamado Sorata, que actuará como protagonista en el prólogo y además será el hilo conductor y el que introducirá al jugador en el escenario que nos plantean. Sorata es un chico de nuestra época que se verá arrastrado a una era similar a la Meiji o la Taisho, lo cual es un buen detalle para que sobre todo el jugador no-japonés se vea con algo más de contexto. Por supuesto, el joven no tendrá por sí solo ningún interés romántico y con las que jugaremos será con nuestras tres protagonistas: Koharu, Mikoto y Nanami.

Las tres son lindísimas/©Teita

Pasado el prólogo, dejaremos de tener control sobre Sorata y nuestro punto de vista cambiará a la heroína de nuestra elección. Podemos cambiar su nombre si el cuerpo nos lo pide, queremos hacer self-insert o simplemente queremos ser extremadamente graciosos y llamarla Fortnite. El tema de selección de rutas también funciona de manera parecida, podremos elegir a qué chico queremos empezar a cortejar, con un pero: solo tendremos disponibles dos de las rutas al principio del juego, lo cual es una mecánica común en el género para evitar revelar partes importantes de la trama antes de tiempo. Es así que las rutas de Masamune, Ron y Natsuhiko no son una opción a no ser que hayamos jugado una con esa protagonista previamente. Lo sentimos mucho, fanes de los hombres algo más maduros —pese a que Ron siendo el mayor aún tiene unos lozanos 25 años—.

Sin entrar en terreno de spoilers, Norn9 nos plantea una historia de época con ciencia ficción y poderes que nos planteará cuestiones relativas al ecologismo, la búsqueda de la propia identidad y la superación de traumas del pasado. Además, con su considerable cantidad de personajes consigue desarrollar las mismas de manera ideal. Pero una de las preguntas que alguien se plantearía viendo tantas posibilidades es si no es posible que esto merme la calidad de las mismas. Pese a ello, la narrativa del juego sabe gestionarlo de forma bastante holística. Es obvio que en las rutas que no contienen tantos detalles sensibles de la trama no se explorarán tan profundamente elementos de la historia común, pero no deja de ser interesante la manera en la que la obra trata a sus personajes y cómo entremezcla las tramas de los mismos en los diferentes caminos que tomaremos. A su vez, esto añade encanto y sustancia al escenario donde se desarrolla todo. Al estar nuestros personajes encerrados en una nave viviremos historias de convivencia e interacción entre todos ellos, no como en algunas historias donde después de la parte común y una vez entramos en la ruta específica de un personaje nunca más sabemos nada del resto.

Centrándonos más en los personajes de manera individual, podemos decir que hay donde elegir. Las tres protagonistas tienen personalidades marcadas y diferentes y la experiencia de jugar como cada una de ellas se siente completa. Sus problemas personales y desarrollos no son calcados y desde luego la diferencia de avatares no es solo estética, cosa que se agradece mucho, ya que a la hora de recortar trabajo podría haber sido uno de los primeros sitios donde tocar. Al final las protagonistas afrontarán diversos problemas y su crecimiento como personaje variará de ruta a ruta, por lo que no estaremos jugando nueve pequeñas variaciones de lo mismo. En eso también destacan los personajes masculinos. Con un elenco de seiyuus sobresaliente para los estándares de su año de salida, descubriremos lo que atormenta a cada uno y cómo podemos ayudarles a superarlo, en ocasiones ligado esto a sus respectivos poderes, lo que aumenta las posibilidades a la hora no solo de desarrollar historias sino también interacciones entre ellos. Al final, con un elenco de este tamaño tendremos personajes de todo tipo, que adoraremos, que odiaremos o que nos darán más igual, pero lo que sí es cierto que el título llevó a muchas polarizaciones en su primer lanzamiento y, en general, las jugadoras tenían mucho cariño a un personaje y odiaban a otro, por lo que a día de hoy podríamos esperar ese mismo entusiasmo si el juego consigue despegar lo suficiente en popularidad.

En otros aspectos como la jugabilidad, nos encontramos una novela visual al uso, donde todo se centra en el texto en sí y en las decisiones que vayamos tomando para ofrecernos un final u otro, así que por esta parte si ya estáis acostumbrados al medio os sentiréis como en casa. Respecto al arte, el diseño de personajes corre a cargo de Teita, artista que nos sonará más a día de hoy, debido a que también se encarga de los diseños de Charade Maniacs, juego localizado este año por Idea Factory. Aunque Teita no es la única persona encargada de darle vida y color al juego, Satoi también está presente como artista principal de las CGs y avatares, ilustradora bastante conocida por sagas como Diabolik Lovers, Olympia Soiree o la duología de HoneyBee de Birthday Song. La unión de las dos lleva a un arte precioso, con un diseño de personajes delicado que se traduce muy bien en las imágenes creadas por Saito.

Me quedaría mirando horas los avatares/©Aksys Games

No podemos dejar tampoco en el tintero la mención a su adaptación animada, y es que Norn9 fue traído a la pequeña pantalla en 2016 por el estudio Kinema Citrus. Un total de doce episodios no daba demasiada cancha para trasladar la historia de un juego de alrededor de 40 horas íntegramente y el resultado fue muy similar a cualquier caso similar que se os venga a la cabeza. Debido a la falta de contenido y a los saltos continuos, sería mejor idea dejar el anime para un visionado más tardío, algo como un postre una vez que hayamos disfrutado de la versión original de la historia. Algo que sí sería destacable de la adaptación, es que la música es muy disfrutable y no se perdió entre los millones de openings que olvidamos después de acabar un anime.

No cabe duda de que Norn9 es un juego que ha conseguido resistir al paso del tiempo y que tenemos la suerte de volver a contar con él de una manera mucho más accesible y con una experiencia más completa que antes. Vale la pena darle una oportunidad si no se la pudisteis dar en su día o también si tenéis ganas de refrescar los mejores momentos con vuestros chicos favoritos de cara a la salida del fandisc. Que no os eche para atrás el tiempo que lleva con nosotros, el cual puede no resultar tan atractivo como las entregas más coloridas y novedosas, pues posiblemente Norn9 se vaya a quedar con nosotros como un esencial de los juegos otome.

Este análisis ha sido posible gracias a una clave cedida por Reef Entertainment Ltd.

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