Final Fantasy ha marcado incontables vidas. Sus sistemas de juego, su alborotada comunidad, sus personajes, sus historias, sus mundos y su música, cada detalle está grabado a fuego en la memoria colectiva. El representante más célebre del JRPG cumplió, a finales del pasado 2022, 35 años Esta gira-aniversario era el homenaje perfecto para un acontecimiento de ese calibre, repasando uno a uno los quince FF numerados. Una experiencia audiovisual única que, a raíz de su reciente parada en Barcelona, queremos compartir con vosotros.
El proyecto Distant Worlds comenzó el pasado 2007, a tenor del vigésimo cumpleaños de la franquicia de Square-Enix, si bien sus orígenes conceptuales datan de 2002, con un primer concierto dedicado a Final Fantasy en su Japón natal. Capitaneada por el director de orquesta Arnie Roth, la Distant Worlds Philharmonic Orchestra & Chorus pone toda su ilusión y profesionalidad al servicio de la música, a través de un repertorio escogido cuidadosamente por el mismísimo Nobuo Uematsu, compositor principal de la saga y uno de los más míticos de la historia del videojuego. No querría dejar de mencionar al resto de homenajeados, pues no solo de Uematsu vive la saga: Naoshi Mizuta, Hitoshi Sakimoto, Masashi Hamauzu, Masayoshi Soken y una Yoko Shimomura presente en la Ciudad Condal han aportado su granito de arena para hacer inolvidable las partituras de cada juego… y de la velada.
El set se dividió en tres partes: una primera destinada a la etapa más clásica, de alrededor de una hora de duración y con un descanso posterior de veinte minutos, un segundo acto enfocado en las entregas de 32 bits en adelante, con la inmortal trilogía de PSX siendo posiblemente la época más recordada de la saga, y un breve parón para entregar las últimas piezas de un concierto inolvidable. Desde la armoniosa tranquilidad de Prelude, con su arpegio imperecedero como eje de una pieza cuyo legado no morirá jamás, la marcial The Red Wings —perteneciente al debut de la saga en SNES, Final Fantasy IV—, una de las que mejor sonó en directo, hasta el toque de humor que aporta ver a Sabin practicando un súplex al mítico Tren Fantasma de Final Fantasy VI durante los acordes de Phantom Train, la primera parte del show hizo las delicias de los seguidores más clásicos. Hablando más allá de la música, Arnie Roth demostró ser tan dicharachero como magnánimo director de orquesta, comunicándose con el público como perfecto frontman en comunión con sus feligreses. Ayudó que sus primeras palabras fueran «Bon Dia«, amén de un saludo en español, antes de volver a su inglés natal para el resto de la jornada. Incluso nos alentó a pedirle a Square que, por favor, saque Final Fantasy VII Rebirth cuanto antes. Un sol de hombre. Las imágenes elegidas tomaron varios momentos icónicos de cada juego, usando como base los recientes Pixel Remaster, y sin cortarse con los destripes en más de un caso, especialmente unos Final Fantasy IV y Final Fantasy II que ofrecieron estampas potentísimas. La aventura protagonizada por Firion posiblemente fuese la más intensa en ese sentido, con varios pasajes bien avanzados de la aventura de 1988. La primera hora, como el resto del tiempo restante, transcurrió en un suspiro, pasando al descanso.
Con el coro recién ingresado para este acto, Liberi Fatali fue seguramente la pieza recibida con mayor estruendo de toda la noche. El tema principal de Final Fantasy VIII hizo estragos en el respetable, a merced de esos coros iniciales a cappella que levantarían, metafóricamente, a cualquiera de su asiento. Magia, nervio y tensión al servicio de sentimientos a flor de piel, acompañados magistralmente por la espeluznante apertura del videojuego, hilando el brutal duelo de entrenamiento entre Squall y Seifer. No fue el único: Aerith’s Theme de Final Fantasy VII nos hundió a todos un poquito más, apoyada en una pantalla que mostraba el antes y el después de uno de los personajes más queridos de la saga. De las entregas más recientes y empezando con FFXII, mi adorada Flash of Steel, la impresionante Torn From the Heavens del aclamado MMO con prueba gratuita hasta nivel 60 Final Fantasy XIV o el barroquismo épico de Apocalypsis Noctis —FFXV—también fueron muy bien recibidas. Mismo caso que Blinded By Light en las postimetrías del segundo acto, perteneciente a Final Fantasy XIII, dejando espacio para Not Alone —FFIX— o el momento más lacrimógeno de la noche. Suteki Da Ne, interpretada por la mismísima RIKKI, su vocalista original, mientras se proyectaba en directo el emotivo final de Final Fantasy X, fue más de lo que nuestros corazones pudieron soportar.
Los bises de rigor no se hicieron esperar. Con Arnie Roth haciendo llorar al piano, la melancólica progresión de To Zanarkand nos devolvía a esa décima entrega, antes de proporcionar el colofón final, adornado por la película Advent Children de fondo, con One-Winged Angel, el primer tema en la historia de Final Fantasy que contó con voces reales.
El reparto elegido fue prácticamente intachable. Si hay que ponerse picajosos con algo, más allá de las ausencias personales, diría que los temas escogidos de Final Fantasy VI quizá no fueron tan perfectos como el resto. Hablamos de la que, a título personal, considero la mejor banda sonora de toda la saga, así que una puntualización tan minúscula no debe ni tomarse en cuenta. Puedo afirmar que salí del recinto con ganas de jugarme aquellos que, a día de hoy, no he hecho, lo cual es otro éxito que muestra el nivel de maestría exhibido por los músicos allí congregados. Si pudiera elegir de cara a un siguiente concierto, siendo caprichoso, no me gustaría irme de esta vida sin escuchar Life and Death, Rose of May o Dancing Mad en directo. Eso no es óbice de lo redondísimo del repertorio: abarcar las quince entregas principales de la forma más ecuánime posible no es algo que deba pasarse por alto. Cualquier fan habrá quedado satisfecho por la amplia variedad mostrada el pasado viernes 3. ¡Tantos grandes temas y tan poco tiempo!
He visto a varios de mis grupos favoritos en directo y me he pateado unas cuantas salas de concierto y, bajo esas circunstancias, puedo afirmar que Distant Worlds se cuenta entre las mejores experiencias en vivo que he podido disfrutar en toda mi vida. Juro que no será la última vez. Durante dos horas y media fuimos transportados a otro lugar al que, más pronto que tarde, esperamos regresar.
Setlist:
- Prelude
- Final Fantasy I-III Medley
- Zephyr Memories – Legend of the Eternal Wind (Final Fantasy III)
- The Red Wings – Kingdom of Baron (Final Fantasy IV)
- Main Theme (Final Fantasy IV)
- Home, Sweet Home (Final Fantasy V)
- A New World (Final Fantasy V)
- Phantom Forest / Phantom Train / The Veldt (Final Fantasy VI)
- Kids Run Through the City (Final Fantasy VI)
- Final Fantasy I-VI Battle Medley / Victory Fanfare
- Liberi Fatali (Final Fantasy VIII)
- Ragnarok (Final Fantasy XI)
- Aerith’s Theme (Final Fantasy VII)
- Flash of Steel (Final Fantasy XII)
- Torn From the Heavens (Final Fantasy XIV)
- Apocalypsis Noctis (Final Fantasy XV)
- Not Alone (Final Fantasy IX)
- Blinded by Light (Final Fantasy XIII)
- Suteki Da Ne (Final Fantasy X)
- Final Fantasy Main Theme
- To Zanarkand (Final Fantasy X)
- One-Winged Angel (Final Fantasy VII)
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