Lo que falla en la adaptación al anime de Baraou no Souretsu

En septiembre de 2020 se confirmó por parte del estudio J.C.Staff la adaptación al anime de Baraou no Souretsu, el manga escrito y dibujado por Aya Kanno —y licenciado en España por Tomodomo Ediciones bajo el título Réquiem por el Rey de la Rosa—. Se podría decir que Baraou no Souretsu es un remix de una reinterpretación de la obras de teatro Enrique IV y Richard III, escritas por William Shakespeare, y varios hechos históricos que la autora ha escogido a consciencia para contarnos algo completamente nuevo. El resultado son muchos personajes, politiqueo, flirteo y fantasmas pero, aún así, Aya Kanno consigue manejar todo eso para mantener el interés del lector sin que este se plantee siquiera dejar de lado la obra.

Hablamos de ese tipo mangas que se ganan con facilidad el cariño de casi todos aquellos que le dan una oportunidad. Por eso mismo es de esperar que si algún día llega una posible adaptación al anime, esta sea tratada con la misma devoción por el estudio que le toque hacerse cargo.

Las expectativas son algo peligroso —algo de lo que la propia obra también se hace eco—. No es la primera vez que esperamos grandes resultados de adaptaciones y al final nos acabamos llevando un chasco. Y al final Baraou no Souretsu es uno de estos casos.

El manga de Aya Kanno llevaba publicándose desde 2013 en la revista Montly Princess y finalizó el pasado mes de enero/  ©Akita Shoten

El primer capítulo del manga abre con una pagina en la que se nos presenta de una manera muy general la relación entre las casas York y Lancaster. No necesita profundizar porque, además de que eso, de entrada, podría saturar al lector, ya habrá tiempo para detallar estas cosas más adelante —al fin y al cabo un conflicto político no es algo tan sencillo de resumir—. Así que pasamos directamente a conocer a Richard, nuestro protagonista, un príncipe intersexual. Mientras su padre y sus hermanos lo tratan con naturalidad, lo que predomina en la cabeza de Richard son los pensamientos negativos y el odio hacia su propio cuerpo condicionado por distintas razones —los cánones masculinos socialmente aceptados, las palabras de su madre y la influencia del fantasma de Juana de Arco—. Mientras tanto, poco a poco se nos va presentando el conflicto político y lo que podría dar pie a una guerra entre los York y los Lancaster. Este será el punto de no retorno para todos los personajes.

El primer capítulo del anime no es que exponga erróneamente toda esta información, pues al menos no se inventa cosas que no estén en la obra original. Es decir, no es que se pase por el forro la idea principal que expone Aya Kanno en su manga. El problema está en que dicha información es expuesta de una manera demasiado precipitada, como si hubiera alguna prisa para llegar a algún punto concreto de la trama —a diferencia del manga, en donde se nos explica todo despacio para que el lector lo pueda ir digiriendo—. En esta versión animada todo pasa de manera tan acelerada que a mitad del capítulo nos sobra tiempo para conocer todavía más personajes y situaciones para las que el manga se extiende y expone a lo largo de aproximadamente dos tomos.

En una historia como esta el ritmo es algo crucial que se debe tratar con especial cuidado. No es lo mismo dedicar un minuto a la presentación de un personaje que dedicarle cinco. Cada personaje plantea un nuevo conflicto y le da profundidad al conjunto principal de la trama, haciendo que la historia se vuelva más compleja. Por esto es que el público necesita algo de margen para comprender todo lo que está sucediendo y pueda entrar de lleno en la historia.

Un espectador no puede retener el nombre de 10 personajes en 20 minutos y comprender su situación y su posición en un conflicto de gran tamaño como el que nos presenta Baraou no Souretsu. Cuando hay exceso de información, el espectador se satura, se aburre y pasa a otra cosa —a no ser que tenga mucha paciencia—. Repito que el manga se toma su tiempo porque es necesario y aún así consigue mantener completamente el interés. 

Baraou no Souretsu también ha sido denominado Powerpoint: el anime debido a su casi inexistente animación en algunas escenas. /  ©J.C.Staff

¿Entonces por qué no replicarlo en la adaptación? No digo que se tenga que calcar exactamente el material original viñeta por viñeta, pues al final una adaptación es lo que es. Pero creo que tampoco hace falta cambiar por completo aspectos que funcionan de manera decente.

Cuando se adapta una historia de un medio a otro hay un contrato de por medio en el que se llega a un acuerdo de la cesión de derechos. Dentro de esto también se puede acordar que, por ejemplo, se realice una temporada de anime de x capítulos que adapte hasta x punto del manga. Y puede tener algo que ver también los tiempos de producción y el presupuesto. Esto es mera especulación, pero nunca sabemos los factores externos que pueden influir a la hora de producir un anime. Detrás de cada proyecto también hay una historia que se debe tener en cuenta cuando nos detenemos a pensar si esta es la mejor versión posible que podría haber salido con los medios que contaba el estudio.

Quizá nos estamos precipitando al exponer todo esto y a lo largo de los siguientes capítulos el anime de Baraou no Souretsu mejora considerablemente, pero esto no va a rehacer su torpe comienzo.

Un comentario en “Lo que falla en la adaptación al anime de Baraou no Souretsu

  1. Cierto es que ha sido un inicio decepcionante, pero yo tengo fe de que mejore un poco conforme vaya avanzando la trama. Digo, he visto adaptaciones peores, con un poco de suerte pueden retomar el rumbo, algo que me gustaría porque me encanta el manga.

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