A casi todo el mundo le gusta la música de videojuegos. Ya sea ambiental y evocadora o épica y engorilante, con multitud de registros intermedios. Esta vez, vamos a ir un poquito más allá de la típica lista de meros temazos y vamos a comentar los aspectos narrativos, ya sea a través de motivos recurrentes o de letras, en caso de que las haya, de una serie de piezas escogidas para la ocasión. No me he atrevido a llamarlo Parte 1 porque no sé si tendrá continuación, pero desde luego, se presta a ello. Vamo’ allá, flamenco:
Este artículo contiene destripes de los siguientes juegos y sagas:
Persona 5 Royal, Kingdom Hearts, Dark Souls y Guilty Gear.
Como apunte menor, he de mencionar que la semilla de este artículo nació aquí, al analizar la letra de Throw Away Your Mask y su focalización. Sin más demora, empecemos por esa saga pequeñita de nicho que conoce poca gente: Dark Souls. Más allá de todo el revuelo sobre su dificultad y un montón de aristas de escasa relevancia para el artículo, destaca el buen hacer de sus compositores habituales: Motoi Sakuraba primero y Yuka Kitamura en la actualidad. Vamos con el compositor original del primer Dark Souls. Si bien no era la primera vez que la franquicia encajaba un tema plenamente melancólico entre tanto jefazo con orquesta — Shunsuke Kida con la pieza de la Dama Astraea en el Demon’s Souls original —, esta vez era el jefe final, Gwyn, Señor de la Ceniza, quien ponía la nota discordante. A diferencia de otros combates de menor entidad, acceder a su zona no activará ninguna cinemática, solo una secuencia de acordes menores que anticipa el enfrentamiento contra Gwyn. Poco queda de la pompa y leyenda del dios que otrora doblegó a los dragones e instauró la Edad del Fuego, reducido a un cascarón hueco que, con su último aliento, protege los resquicios de la Llama Original.
Pero la travesía no termina ahí, sino al final de la trilogía. En Dark Souls III, Yuka Kitamura, compositora principal de Sekiro: Shadows Die Twice y el próximo Elden Ring, tomó los mandos. Este juego nos pone cara a cara con los últimos vestigios de una Edad del Fuego que se resiste a terminar, tras haber sido varios guerreros los que han enlazado la llama con su alma, prolongando su maltrecha existencia durante milenios. El ser de ceniza, nuestro avatar, puede seguir ese destino… o puede elegir otro, incluyendo convertirse en el usurpador de la llama. Elijamos lo que elijamos, el Alma de Cenizas será el obstáculo final del viaje. Esta encarnación de todos los anteriores Señores de la Ceniza manifiesta en su primera fase la forma de combatir de diversas clases del juego, pero la cosa no queda ahí. En la segunda, utilizará las técnicas de Gwyn, la primera alma en enlazar la llama… y entonces sonará ese mismo motivo. Las notas que tenemos grabadas a fuego en nuestra memoria y que ni la oquedad podría borrar de nuestras vidas.
Cambiemos de compositor, género y estilo. Al maestro de ceremonias de la celebrada saga de lucha 2D Guilty Gear, Daisuke Ishiwatari, a ritmo de Metal. Sus endiabladas composiciones marca de la casa llevan años luciendo, pero ha sido en Guilty Gear Strive donde ha decidido poner letra a absolutamente todos los temas de personaje. Acompañado por la banda Outrage y su vocalista, el incombustible Naoki Hashimoto, estas nuevas canciones abarcan años y años de arcos de personaje para dar un nuevo significado al hilo conductor de la saga.
Podría elegir a cualquier personaje, pero he optado por uno de mis favoritos, Zato=1. Miembro del Gremio de Asesinos, utilizó magia prohibida para ganar más poder, perdiendo la vista en el proceso y siendo poseído por una poderosa sombra llamada Eddie, que utilizó para alzarse con el liderazgo de la organización. Abusar de su poder fue deteriorando poco a poco su cuerpo, hasta correr el riesgo de que Eddie tomase su cuerpo… que es lo que ocurrió. Tras la muerte de la personalidad de Zato, Eddie continuó usando su cuerpo como receptáculo, pero el deterioro no se detuvo y el cuerpo falleció, llevándose a la sombra con él.
Posteriormente, el cuerpo sería resucitado por el Cónclave, trayendo de vuelta a Eddie… y al propio Zato, con sus recuerdos intactos, pero con su capacidad para sentir emociones severamente dañada. El único vínculo emocional que mantiene y al que se aferra tras esa fachada de elegante soberbia es Millia Rage, su antigua pareja, por la cual siente un genuino aprecio. Ahora, cojamos buena parte de la letra de Let Me Carve Your Way, el tema de Zato para Guilty Gear Strive. Refleja por completo no solo su arco íntegro de personaje, sino también su psicología con él mismo como narrador y lo trágico de su desarrollo hasta ahora.
«I once had some sweet memories
Its worth remains the same
How can I remember those moments, sweetheart?
They should have been right there
Vanish into dark
Future, now, and past
Vanish into dark
When it all mixes up
Drowned in pain, I lost my mind
There’s no good or bad in there
Drowned in gain, I lost my mind
There’s no good or bad in there
Vanish into dark
It is hopelessness filled by the light
Abyss of desire
Abyss of dreams
Is it farther than the edge of thе world?
And then after that, will the drеam still go on?
I hope, I hope that it’s not the end of sorrow and joy«
© Arc System Works / Naoki Hashimoto
Me dejo para el final, cómo no, mis diatribas sobre Kingdom Hearts y la música de Yoko Shimomura y compañía. El motivo es el baile constante de motivos con intenciones narrativas, prácticamente marca de la casa a estas alturas de la película. Tampoco es extraño que temas con presencia puntual en un juego hagan la función de adelantar acontecimientos de cara al futuro. «Es una herramienta secreta que nos ayudará más adelante», dirán Yoko y Tetsuya.
En el final secreto del primer Kingdom Hearts (2002), un vídeo titulado Another side, another story (también llamado Deep Dive) podemos escuchar el tema Another Side, que comienza con una sugerente melodía de piano, mostrando a dos personajes ataviados con ropajes negros. Uno de ellos ya lo conocíamos, Riku, deuteragonista de la saga, pero es la primera vez que se presenta al otro… Roxas, a quien no pondríamos cara hasta Chain of Memories, pero su nombre e identidad serían revelados en Kingdom Hearts II. En la recta final del vídeo y del tema suena otro motivo a piano que a posteriori nos sería tremendamente familiar.
A día de hoy, con todas estas pistas resueltas, podemos sacar en claro hasta tres temas distintos a partir de Another Side. Esa sutil introducción de acordes menores se convertiría en Organization XIII, la pieza asociada al principal grupo antagonista de la saga y que debutaría como tal en la banda sonora de Kingdom Hearts II (2006). Pero, ¿qué hay de la outro? Se trata de una melodía reutilizada en una canción mucho menos conocida, pues pertenece a una batalla concreta del videojuego Kingdom Hearts: Chain of Memories (2005), intercuela entre las dos entregas numeradas. Se trata la primera pelea contra Marluxia, número 11 de la Organización y antagonista principal del videojuego, donde suena la ominosa Graceful Assassin, la cual reaprovecha el motivo en su sección central. Por último, cerrando el círculo tal y como comenzó, Another Side -Battle ver.– llegaría en la personificación de dicho vídeo, la batalla final entre Roxas y Riku en Kingdom Hearts: 358/2 Days (2009).
©Square-Enix / WorldSquareEnix
Hay multitud de ejemplos a analizar solo dentro de estas sagas que he escogido para la ocasión, ni hablar del resto, de cara a establecer vínculos entre los aspectos sonoros y narrativos de una obra de ficción. ¿Os gustaría ver más? Recordad que leemos y apreciamos vuestros comentarios.