13 Sentinels: Aegis Rim y la narrativa del videojuego

Esta semana se ha anunciado que 13 Sentinels: Aegis Rim, el ADV / Juego de estrategia de Vanillaware, va a salir para Nintendo Switch el próximo mes de abril, pues hasta ahora era exclusivo de Playstation 4. Este artículo tiene la intención de que os lo compréis sin pensarlo mucho, así que aquí no habrá destripes de su argumento.

No, ahora en serio. Lo recomiendo encarecidamente, pero como ya no estamos en los tiempos en los que las revistas de videojuegos eran guías de compra mal disimuladas, siento que tengo que desarrollar las razones y contextualizar mi experiencia como jugador. Ante todo, el desembolso que supone comprar el juego de salida implica pensárselo dos veces. La pela es la pela.

13 Sentinels: Aegis Rim llegará a Nintendo Switch en abril de 2022 |  Hobbyconsolas
Un juego que entra por los ojos y los oídos / ©Vanillaware

Conocí 13 Sentinels en algún momento del año pasado, posiblemente a través de alguna cuenta de Atlus (distribuidora del juego, asociada de Vanillaware y junto a Square-Enix, mi creadora favorita). Ojeé un poco de qué iba y no me terminó de llamar la atención. La premisa, sin profundizar, es la siguiente. Situados en los años 80, un grupo de trece jóvenes de instituto ha de enfrentarse, montados en mechas y con viajes temporales de por medio, a kaijuus que amenazan con destruir a la humanidad. No me pareció muy estimulante y su apartado jugable, un simulador de estrategia en tiempos real con toques de RPG táctico, solo pintaba «bien» (ciertamente, siendo muy entretenido, no es el principal atractivo del juego). Si finalmente, pese a la reticencia inicial, opté por comprarlo de salida, fue por dos razones. La primera, que parecía el típico juego de poca tirada que iba a ser complicado de conseguir físico en el futuro. La segunda, que lo recomendaba Yoko Taro (Drakengard, NieR) y lo reivindicaba como uno de los mejores juegos que había jugado en su vida. Estoy completamente de acuerdo.

¿Es su historia lo que hace tan especial a 13 Sentinels? Respuesta corta: sí. Respuesta larga: SIUUUUU. La respuesta elaborada y el elemento de análisis que le da un plus es que su propia estructura solo es posible en el videojuego como medio. En un mundillo donde sus representantes de mayor renombre aspiran a conseguir experiencias cada vez más cinemáticas (sin que esto sea algo malo), 13S:AR no sería posible como película, serie o novela sin alterar radicalmente su propuesta. El hecho de que, con cierta libertad, podamos elegir cuál de las trece historias avanzar, cuándo alternar el progreso de la historia con el desbloqueo del glosario o los combates (son tres modos de juego por separado, si bien es necesario avanzar en todos) y aun así, cada sección de trama se las arregla para sorprendernos. Si bien el tortuoso desarrollo del juego podría haber reventado un guion que tuvo que ser reescrito varias veces, la habilidad de George Kamitani para enderezarlo y crear algo tan sólido que puedes abarcar por varios frentes distintos y te sigue sorprendiendo es de admirar. La libertad no es absoluta, pues nos encontraremos con mensajes de «supera este tramo de historia de dicho personaje o este nivel de combate» de vez en cuando, pero sí se trata de una estructura poco lineal donde el propio tiempo juega con ella. Antes he mencionado la presencia de viajes en el tiempo como motor de la trama. Si bien no siempre es un recurso ejecutado con pericia, aquí vertebra todo con una precisión de reloj suizo. Asistiremos, tan confundidos como sus personajes, a un vaivén de giros que no podremos descifrar. Si os gustan las historias que sorprendan, esta es una.

Esa ruptura parcial de la linealidad es imposible de llevar a otro medio con la misma precisión. Existen formatos como los libros de Elige tu propia aventura o Black Mirror: Bandersnatch que lo intentan. Pero ahí radica la clave: solo lo intentan, porque las posibilidades que brinda un medio con una capacidad interactiva más amplia por naturaleza, como es el videojuego, son mayores. No enfoca su libertad como otras obras del estilo Romancing SaGa o RPGs donde las decisiones tengan un peso real en su progresión (Mass Effect, por ejemplo), sino a la hora de abordar la no linealidad de su historia. Como ADV, que no deja de ser un subgénero de las visual novel, las decisiones abren ramificaciones menores, pero al final es prácticamente obligatorio verlo todo, cada recoveco de su guion, cada rutina de sus personajes (a los cuales no solo terminas cogiendo mucho cariño, sino que están escritos con un pulso envidiable), para progresar en la historia. ¿Suena confuso? Podría llegar a serlo, pero contamos con un glosario y una cronología en la que invertir puntos de desbloqueo.

13 Sentinels: Aegis Rim Review - A Battle Across Time and Space
«¿Podrías cantar una última canción?» ©Vanillaware

¿Qué ocurre si no os llama la atención la premisa o la consideráis demasiado cliché? La mayor virtud del guion es su capacidad sobrehumana de hilar una historia profundamente compleja con sencillez. Los giros de guion son constantes, pero nunca se sienten baratos o producto del shock value, sino fruto de la construcción de una diégesis enrevesada y una cronología densa como un manual de historia. Nada es lo que parece, y el juego tarda poco en mandar un mensaje contundente: lo convencional del planteamiento se disuelve como un azucarillo en cuanto se supera el tramo inicial, haciéndonos partícipes de esta locura de ciencia ficción. Convierte al escéptico en creyente a través de unos personajes con varias capas, unos diálogos repletos de encanto (con una traducción exquisita al español) y un músculo narrativo de otro planeta.

Más allá de su historia, como juego de estrategia / RPG táctico es divertido y absorbente, si bien el combate no es particularmente complejo ni profundo. Nos enfrentaremos a oleadas de kaijuus con nuestro escuadrón de seis mechas, diferenciados por clases (apoyo, melé, completos y a larga distancia) y con un conjunto de habilidades distinto, mientras protegemos una torre central. La progresión es exquisita, la dificultad asequible incluso en Normal para quien solo busque gozar de la trama. 100% disfrutable, si bien los más adeptos en el género echarán en falta algo más de reto. En proporción, de las alrededor de 35 horas que dura el juego (unas pocas más para completarlo al 100%), pasaremos bastante más tiempo leyendo que gestionando menús, estadísticas y combates. Si bien su poderosísima historia, mantengo, es el ingrediente principal que sustenta el juego, cualquier aficionado al cóctel de géneros que conforman 13 Sentinels puede disfrutar de él.

En un plano personal, he de contar una última anécdota. Fue el último juego que terminé el año pasado, concretamente el mismo 31 de diciembre. Tengo la costumbre de anotar todo lo que juego en una lista según lo que me haya gustado. De los 43 juegos que terminé en el año 2020, el único que pongo por encima es Persona 5 Royal. Huelga decir que, en estos términos, 13 Sentinels: Aegis Rim pasó de ser un juego en el que no tenía gran interés a engrosar la selecta división de mis juegos favoritos de todos los tiempos. Es difícil dar a luz una obra tan compleja, única y redonda, pero sobre todo tan poderosa. Una obra maestra sin paliativos cuya fuerza recae tanto en la brillante historia como en la suma de sus partes.

El mayor tapado de 2020 saldrá en Switch. 13 Sentinels: Aegis Rim se  confirma para la consola de Nintendo en 2022
El último esfuerzo de la humanidad / ©Vanillaware

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