¿Nunca os ha pasado algo como obsesionaros con un personaje que, en el gran esquema de las cosas, tampoco es para tanto? ¿Cuya mera existencia consiste en que el guion de la serie intenta darle momentos para brillar en los que se tropieza y termina por romper cualquier posibilidad para hacerlo? Es algo que me persigue desde que tengo uso de razón, el fijarme en personajes secundarios.