Premios Canuck de Futoi Karasu 2025: los favoritos de la redacción

¿Es un pájaro? ¿Es un avión? ¡No! Son los Premios Canuck de Futoi Karasu —que, todo sea dicho, deben su nombre al codicioso cuervo que recababa enseres en un barrio de Vancouver, así que sí es técnicamente un pájaro—. Ha llegado el punto culturalmente acordado como de cese de la traslación de la Tierra alrededor del Sol y, con ello, se cierne sobre la gran mayoría de revistas y editoriales el eterno interrogante sobre qué destacar del último año. 2025 ha dado cabida a muchas obras magníficas en lo que a videojuegos, anime y manga respecta, pero también se ha desvelado como el primer gran año de incursión de la IA generativa en todos estos campos. La creciente y desilusionante aceptación de su uso en ciertos sectores hace de este un momento como ninguno para recordar y reivindicar la importancia del trabajo humano veraz, digno y leal. Y es que las audiencias con un ojo más crítico cada vez confiamos menos en que se dediquen el mimo y el cuidado necesarios al arte. Así pues, la única forma de revertir esta infección es apelando a la transparencia, al compromiso con la calidad, al respeto a los oficios creativos y al desarrollo sostenible. Algunas de las obras que a continuación destacaremos los miembros de la redacción dan plena prueba de ello. Con todo ello, no nos resta más que desearos un feliz año nuevo 2026.

Ana of the Valley

Juego del año: Leyendas Pokémon: Z-A
Anime del año: Ranma ½

Leyendas Pokémon: Z-A y Monster Hunter Wilds han supuesto las mayores alegrías para esta redactora en el tiempo del que ha dispuesto para jugar y, como la ola de odio más apabullante se la ha comido ciudad Luminalia, no está de más defender este título mínimamente. Hay muchísimo que hablar y no todo es bueno. Sin embargo, en este título uno puede encontrar —a pesar de sus fallos, ejes que pulir y dinámica simple— muchísimas horas de diversión. Supone un desafío bastante asequible, pero ciertos combates presentan una dificultad bastante inusual en juegos de Pokémon al uso. A su vez, la gran cantidad de objetivos secundarios hace de la entrega una oportunidad para que los jugadores más minuciosos se den un paseo largo con una complejidad justa, lo cual lo convierte en un título divertido e ideal para pasar el tiempo. Además, ha de destacarse que si bien la historia es bastante simple y matemática, su plantel de personajes ha experimentado una mejoría impresionante si se compara con los últimos juegos de la saga principal. Si el sistema de combate estuviese un poco más pulido —puesto que las mecánicas de tiempo real aún presentan ciertas asperezas— y hubiese tenido un poco más de tiempo para dotar de personalidad a los escenarios e integrar más a la ciudad en la narrativa, este juego no levantaría tantas ampollas en el público. Por lo que a vuestra redactora respecta, le he dedicado más de 40 horas y aún estoy empezando el DLC, así que podría decir que me ha gustado.

©MAPPA

Asimismo, en 2025 pudimos seguir disfrutando de las desventuras de Ranma y Akane en la segunda temporada de Ranma ½, retransmitida en Netflix durante la última parte del año. Durante sus 24 capítulos se han desarrollado nuevos dramas, cada vez más disparatados, y hemos conocido a muchos nuevos personajes que no paran de interponerse entre los dos protagonistas. Todas estas adiciones a la plantilla y a las situaciones clásicas de malentendido han permitido explorar mucho más el carácter de todos los personajes, conocer en profundidad el pasad de estos y descubrir la cantidad de charcos que convierten a la gente en animales en China.

A pesar de que su conflicto principal sea el mismo en todos los episodios, tanto en esta temporada como en la anterior, el carisma de esta serie es impresionante. Tanto el estilo tan adorable como su humor inocente provocan que veas todos los episodios sin ser consciente, siempre con una sonrisa en el rostro por todos los dramas que surgen y por la inocencia tan sincera que transmite esta serie en general. Aunque siempre haya un personaje discordante que dé rabia y que lo quieras fuera de escena para que Ranma y Akane finalmente admitan que se gustan.

Clara Kujo

Juego del año: The Hundred Line -Last Defense Academy-
Anime del año: To Be Hero X
Manga del año: Blue Lock

Este año hemos podido asistir al final del anime de Boku no Hero Academia y al rotundo éxito en redes del videojuego narrativo Dispatch, lo que deja muy claro que los superhéroes siguen contando con el favor del público. Este hecho se ha evidenciado también en la enorme popularidad de la que ha gozado To Be Hero X, que se ha convertido sin duda en uno de los fenómenos más celebrados durante este 2025. Esta serie animada es fruto de una coproducción entre China y Japón y nos muestra un mundo en el que la popularidad y la confianza de la gente son los que otorgan los poderes a los superhéroes. Cuanto mayor sea el apoyo que recibe un héroe, más alto será su puesto en el ranking. La serie sigue el ascenso a los diez primeros puestos de la clasificación de diez individuos bastante variopintos, encabezados por quien ocupa el primer lugar: el misterioso X, de quien apenas se sabe nada.

Cada una de las historias hace hincapié en un aspecto, aunque nosotros nos quedamos con el nexo común entre muchas de ellas, la pesada carga y responsabilidad que supone asumir un poder que nos ha sido impuesto externamente por la gente que cree en nosotros.

©BeDream

To Be Hero X combina animación 2D y 3D y diferentes estilos artísticos y, además, el cambio entre uno y otro se explica por la propia narrativa. Aparte del impecable apartado visual, en el que no se ha escatimado en gastos, queremos destacar también la música, obra del legendario compositor Hiroyuki Sawano, de la que especialmente nos gusta el opening, INERTIA. También es digno de mención, por supuesto, el elenco de voces japonesas, para el que han contado con algunos de los nombres más destacados de la industria, entre ellos, Mamoru Miyano farmeando aura como X, el personaje que da título a la serie.

Drazz

Juego del año: Digimon Story: Time Stranger
Manga del año: Akane banashi

Shiori Honda es una profesora de inglés resignada a dejar de lado su ilusión de dominar la guitarra tras que, años antes, su hermano mayor Joji abandonara la familia con una enorme deuda por intentar cumplir el mismo sueño. El día de su vigesimoséptimo cumpleaños se le aparece ni más ni menos que el legendario guitarrista Jimi Hendrix para decirle que ella le ha invocado —sin saber la muchacha nada del asunto— y que ahora él puede poseerla para que tenga su misma destreza musical. Sin embargo, éste le advierte de una cosa: si no consigue convertirse en una leyenda de la música antes de cumplir los veintiocho, morirá.

©Square Enix

Con esta extravagante premisa empieza Shiori Experience: Jimi na Watashi to Hen na Oji-san — comúnmente acortada como Shiori Experience— que nos muestra el viaje de la joven profesora del anonimato a la fama junto a sus compañeros de banda, que resultan ser algunos de los alumnos del instituto en el que imparte clase. Con ellos, veremos los esfuerzos de la muchacha para volver a coger con sus manos el sueño que la tragedia le arrebató diez años antes, luchando contra viento y marea y sufriendo como pocos. Hendrix no es el único espíritu que aparece en el manga, ya que gran parte de la trama se centra en la relación entre los personajes del conocido como club de los 27 entre los que están genios como Kurt Cobain o Jim Morrison —como inciso, es preciso destacar que no es necesario ser fan de éstos para disfrutar de la obra—, a veces como compañeros o a veces como antagonistas que harán temblar el escenario.

Lo mínimo que se puede decir de Shiori Experience es que está viva. En cada uno de los capítulos la obra ruge con una fuerza incomparable mientras el grupo titular —o alguno de sus rivales— se desgañita ante un público igual de ensordecedor. Un canto a la vida y a la pasión por la música que no para quieta y que retuerce muchas veces sus propias reglas para que cada entrega deje al lector con las piernas temblando gracias a su impecable y explosivo arte que además, acompaña con un trabajo de personajes igual de elaborado. En 2025 esta obra ha empezado su arco final y —tras incluir ciertas revelaciones importantes de la naturaleza del rito— la cuenta atrás antes de que Shiori cumpla su sueño o muera en el intento está llegando a su fin, por lo que es un buen momento para reivindicar este magistral manga. Es una pena que, por cuestiones de derechos de autor, quizás sea algo complicado imaginarnos una licencia oficial en español.

Fonsy Perona

Juego del año: Clair Obscur: Expedition 33
Anime del año: Takopii No Genzai
Manga del año: Kaguari: Kagura To Raito

Este año ha sido uno de sorpresas, del que vuestro redactor esperaba con más ganas segundas partes, a saber, la segunda temporada de Kusuriya No Hitorigoto y la secuela Kingdom Come Deliverance II. Son estas elecciones que habrían estado muy en sintonía con lo que ha parecido ser el tópico del año, pues también hemos asistido al lanzamiento de otras continuaciones destacadas como Hades II, Silksong o Death Stranding 2.

Sin embargo, en el núcleo de este 2025 nos llegaron dos obras que, casi por casualidad, han dejado una fuerte impronta en quien estas líneas suscribe por los temas que tratan —no entraré en detalles por posibles destripes—, los cuales están bastante relacionados entre sí. Se trata de las obra que arriba han ocupado las categorías personales de juego y manga del año.

©Sandfall Entertainment

Es quizás algo extraño dedicar unas palabras a la que probablemente sea la obra más comentada del año, pero a la vez no hacerlo sería faltar a la verdad y a las sensaciones de quien aquí firma. Clair Obscur: Expedition 33 no llamó en un principio mi atención, pero, tras adentrarme en su mundo, se ha convertido no solo en mi obra del año sino en una de mis favoritas en general. El juego no inventa nada pero es sólido en sus propuestas y deja un buen sabor de boca debido a lo añejo de su propuesta que tanto recuerda a juegos doble A de la época de PlayStation 3. Quizás su aspecto mas novedoso es presentarse en un marco acorde a la Belle Epoque, trazando una serie de alegorías y guiños al arte contemporáneo europeo el cual, como Historiador, no puedo sino aplaudir y dejar que me maraville. Aparte de eso, su historia ha resonado de forma muy importante con situaciones personales para vuestro redactor, motivo por el cual merece esta breve apreciación personal, aunque seguramente hayáis oído hablar de el hasta en la sopa.

Lambolambs

Juego del año: Donkey Kong Bananza
Anime del año: City The Animation
Manga del año: Akane banashi

Para aquellos que disfrutaban del medio animado japonés a principios de la década de los 2010, Nichijou es una obra cuya existencia no es para nada desapercibida. El alocado sentido del confort que Keichi Arawi nos dio a conocer en aquel entonces ha vuelto multiplicado al millar en City. Ahora seguimos muchas más vidas en comparación a la primera obra de Arawi, pues en la ciudad homónima viven desde los chefs más visionarios hasta las criaturas fantásticas más amigables. Sin olvidar a nuestros obcecados deportistas, las risueñas estudiantes o los ancianos más nobles que hayas visto. Pues esta urbe está viva y en cada uno de los trece episodios que componen esta temporada quedará constancia de ello.

©Kyoto Animation

Entre el aluvión de obras sentimentales, épicas, trepidantes o dramáticas que hemos tenido la suerte de disfrutar en 2025, City se alza como un remanso de paz y felicidad que ayuda a sonreír. En especial si tenemos en cuenta que el ritmo de vida común que todos vivimos actualmente es frenético y hasta desalentador. Necesitamos obras que, aunque sea durante un instante, sean el descanso que uno necesita tras largas jornadas. Que el único mensaje que deba quedar claro sea que todo está bien, que respires y te dejes atrapar por la sinfonía de carcajadas que los ciudadanos de City exhiben en todo momento. Solo nos queda felicitar el próximo año al equipo de Kyoto Animation, que ha hecho posible traer un pedacito de paraíso animado a nuestras vidas este año. ¡Sonreíd y así el 2026 os sonreirá de vuelta!

PyroBTyping

Juego del año: Copper Odyssey II
Anime del año: Milky☆Subway: The Galactic Limited Express
Manga del año: Dogsred

Este año, Dogsred ha logrado captar el interés de este redactor respecto del hockey sobre hielo, llegando hasta el punto de ver partidos e informarse sobre los equipos de la NHL. Si bien una nueva afición nunca viene mal, una que lleva conmigo décadas es el arte, campo en el Blue Period sigue siendo magistral a la hora de tratar con las facetas del mismo. En 2025, nuestro estimado Yatora se las ha visto con exposiciones independientes, con el prospecto de que quizás uno no puede vivir del arte y, más recientemente, con cómo emociones como el amor son inevitablemente plasmadas en este.

©Kodansha

Yatora Yaguchi ha empezado su tercer año en Geidai con la duda artística que ya caracteriza a nuestro protagonista, y es que una de las mayores fortalezas de Blue Period radica en la frescura con la que abarca varios temas cotidianos en relación al arte. La definición varía según la persona y esto la obra lo sabe, no leemos ni un solo capítulo sin rascarnos la cabeza tras presentársenos una nueva perspectiva. Todo esto con el sublime dibujo de Tsubasa Yamaguchi, capaz de hacer que el corazón de un vuelco ante cualquier doble página. Para 2026, esperamos que Yatora de otros muchos pasos en su camino artístico y podamos seguir acompañándole en el viaje.

Van Cooper

Juego del año: Clair Obscur: Expedition 33
Anime del año: Ranma ½

Recomendando Many Nights a Whisper, en cierto modo, quien estas líneas suscribe está cumpliendo un año más con lo de venir a recomendar el nuevo juego de Deconstructeam. Sin embargo, si el estudio valenciano nos presenta nuevamente títulos excelentes, aquí estaremos para reivindicarlos. Esta vez, como novedad, se trata de una colaboración con Selkie Harbor y, por primera vez en la historia de la desarrolladora, el primer juego diseñado en tres dimensiones.

En Many Nights a Whisper encarnamos a la trenzadora, una chica que lleva diez años entrenando en un templo para poder cumplir una misión: encender una antorcha lejana de un solo disparo. Su pueblo tiene los ojos puestos en esta misión olímpica pues, para reforzar su tiro, la gente irá las noches previas a pedir un deseo a cambio de que cortemos sus trenzas.

©Deconstructeam

Nuestra perspectiva es de confesionario y nuestra misión silente será decidir si ese deseo merece ser cumplido o no. Si cortamos las trenzas, reforzaremos nuestro tiro pero, a cambio, el deseo se cumplirá. El juego te da libertad de elegir qué deseos merecen cumplirse y, de camino, aprovecha las peticiones para hablar de temas trascendentales como quiénes somos, nuestro lugar en el mundo, la justicia y el amor. Todo esto nos valdrá para ir mentalizándonos para el momento de la verdad, aquel en el cual tendremos que hacer el disparo y solo podremos intentarlo una vez. El juego nos deja practicar lo que queramos, pero solo tendremos un disparo y, si fallamos, los deseos de todas esas personas no se cumplirán y nuestra catarsis no llegará. De esta forma, compartiremos con la protagonista la presión de llevar toda una vida preparada para su gran momento.

A fin de cuentas, Many Nights a Whisper es una obra pequeña y experimental. Solo dura una hora, así que, si os ha llamado mínimamente la atención lo que hemos comentado en estas líneas, merece la pena que os paréis a descubrirla. Aunque, todo sea dicho y teniendo en cuenta que el año que viene el estudio lanzará Virtue and a Sledgehammer —que tiene una pinta tremenda, por cierto—, vuestro redactor espera no volver a repetir y daros a conocer a gente diferente.

Minomono

Juego del año: Blue Prince
Anime del año: El verano en que Hikaru murió
Manga del año: Cherry Magic! ¡¿Treinta años de virginidad pueden convertirte en un mago?!

2025 ha sido un año agridulce para la industria del videojuego. Entre polémicas por despidos masivos en estudios triple A y el uso de la IA generativa durante los procesos creativos, este año también ha traído a la escena indie algunas propuestas muy interesantes.

©Dogubomb

Aunque hay muchos títulos que merecerían una mención, como el horror cósmico de Look Outside o el retorno de las aventuras episódicas al más puro estilo Telltale con Dispatch, la brillante complejidad de los puzles de Blue Prince nos dejó una más que grata sorpresa este otoño, lo que le hace merecer el reconocimiento especial de este redactor.

Respecto al anime, la simbiosis entre terror folklórico y Boys Love de El verano en que Hikaru murió nos dejó cautivados el pasado verano. Además, el manga de Cherry Magic!, que este año ha visto publicados sus volúmenes 13 y 14, nos siguió atrapando con su trama, que poco a poco ha ido dejando a un lado ese componente “mágico” que servía de gancho inicial para evolucionar hacia una entretenida historia sobre los problemas cotidianos de una joven pareja homosexual en el Japón actual, todo ello mientras se acerca lentamente hacia la recta final de su publicación.

Hachedehelp

Videojuego del año: Break Wolf
Anime del año: Seishun Buta Yarou wa Santa Claus no Yume wo Minai
Manga del año: Idolatry

Imaginad que en Blue Lock nuestro querido Isagi no estuviese decidido a ser el mejor delantero, sino que emplease todos sus esfuerzos, por lo civil o por lo criminal, para que Rin fuese el ganador. Algo así es la premisa de Idolatry, la nueva serie más refrescante de la Shōnen Magazine. Junna es la fan más acérrima de la banda idol femenina Tokyo Crush y está profunda, obsesiva y rematadamente enamorada de Fuwari Tsukishiro, una de las integrantes. Cuando la banda se separa y Junna se entera de que Fuwari va a participar en Raw Stone, un nuevo reality show, al más puro estilo Operación Triunfo o Boy’s Planet, en el que 100 idols amateurs y profesionales participarán y lucharán musicalmente entre sí durante meses hasta que sólo queden cinco, que integrarán un nuevo grupo con el que la industria pondrá toda la carne en el asador, nuestra protagonista decide infiltrarse como participante para lograr que su amada Fuwari sea una de las cinco afortunadas. Estrategias honestas y deshonestas, alianzas y traiciones, chantajes, manipulación de trabajadores de la productora e incluso de la propia audiencia. Nada estará fuera del alcance de Junna en su lucha para que su idol favorita vuelva a ser relevante.

©Kodansha

Idolatry lleva apenas una docena de capítulos y sus autores con casi completamente noveles en el mundillo, pero su apuesta por fusionar el mundo idol con la fórmula battle royale, los desquiciados planes de Junna y sus tan perturbadoras como cómicas interacciones con las demás participantes le merecen una mención como uno de los mangas más destacados de entre todos los estrenados este año.

Leiachansan

Juego del año: The Hundred Line -Last Defense Academy-
Anime del año: Silent Witch: Chinmoku no Majo no Kakushigoto
Manga del año: Tsukiatte Agetemo Ii Kana

Sin duda, y sin quitarle méritos a todo lo que consiguió con la franquicia Danganronpa, estamos ante la obra magna de Kazutaka Kodaka. Hundred Line, más que un videojuego, se experimenta casi como la subida a una montaña, donde nuestros esfuerzos culminan con la llegada a la cima. Puede que haya partes de la obra mucho más entretenidas que otras, pero al final en un juego principalmente basado en su historia y de alrededor de unas 170 horas totales es completamente natural. Aun así en esas más de cien horas el mundo y los personajes de Kodaka consiguen atraparte con una de las narrativas más cuidadas y personales no solo del año, sino seguramente de un tiempo a esta parte. Razón tiene cuando comenta que cree que no se repetirá algo así en los videojuegos en mucho tiempo, porque es cierto que lograr algo de tamañas dimensiones en el panorama comercial es harto complejo. Aun así nos alegramos de que al final esta obra viese la luz y con ello algunas de las rutas y personajes que más son han impactado en nuestra trayectoria como jugadores.

©Too Kyo Games

Hablando de animes y mangas, el caso de Silent Witch fue una grata sorpresa, pero el de Tsukiatte Agetemo Ii Kana lo fue más aún. Un manga yuri de más de una decena de tomos no se ve todos los días y menos uno donde dejaron espacio para que sus personajes se desarrollaran de manera completamente natural y humana. Quizás es una obra que hay que abordar ya llegados a la edad adulta para poder disfrutarla en todo su esplendor, desde luego esa experiencia en la vida le añade mucho peso a una historia ya cargada con momentos cercanos, íntimos y complejos. Todo acompañado además de un dibujo limpio y expresivo.

Raúl Alonso

Juego del año: Hollow Knight: Silksong
Anime del año: Chainsaw man – la película: arco de Reze
Manga del año: Tsukiatte Agetemo Ii Kana

A medida que se acercan las fechas festivas y la mayoría de editoriales, academias y particulares amantes de los videojuegos, de alcance y ambiciones variables, realizan su lista de favoritos de rigor, normalmente suelen establecer una serie de categorías muy comunes entre ellas. Mejor dirección artística, mejor narrativa, games for impact —aunque nadie siga sin saber qué diantres significa—. Podemos entrar en el debate de que estos estancos restringen la posibilidad de valorar ciertas virtudes de cada obra o que no están lo suficientemente centradas en lo que hace al medio único. No se trata sino de un síntoma de un padecimiento que viene de hace mucho tiempo, la escasa especialización del análisis de videojuegos y la triste dependencia que tenemos del tratamiento que reciben otros artes. Es esta una cuestión que ha calado en otras cuestiones desafortunadas, como la poca atención que reciben ciertas experiencias que se salen del canon establecido pero que, en realidad, suponen propuestas vanguardistas y tan dignas de mención y celebración como cualquier otra, como la desquiciada complejidad narrativa de The Hundred Line -Last Defense Academy- o los avances para el juego autobiográfico que han representado Despelote y Consume Me, entre muchos otros ejemplos.

De un tiempo a esta parte y tratando de poner la tirita a esta herida, algunos —quien estas líneas suscribe se lo escuchó por primera vez a Jacob Geller— tratamos de premiar los juegos de una forma ligeramente distinta. Abogamos por que se destaque un aspecto cimental a la hora de definir aquellas experiencias que nos acompañarán en los años venideros, pero que rara vez singularizamos y celebramos como merecen: los mejores momentos. Esos segmentos de una obra que, por sí solos, elevan el conjunto y transforman nuestra percepción de la misma.

©Team Cherry

Hollow Knight: Silksong es la clase de título que sería capaz de dominar dicha lista. Lo habitual en un videojuego es que, puestos a haber dedicado años de desarrollo a diseñar toda suerte de niveles, enfrentamientos de jefe y demás desafíos, estos se presenten de una forma más o menos pautada al jugador para que experimente todo en lo que el estudio ha trabajado. Sin embargo, cada cierto tiempo, llega una desarrolladora muy especial que comprende la importancia de confiar en la curiosidad y la inteligencia de sus jugadores. Este 2025 fue el turno de Team Cherry que, a lo largo de varias decenas de horas, despliega su contenido con una pericia alucinante y, destacadamente, demuestra que el mejor contenido secundario es aquel que no se siente como tal. Los mejores momentos de Silksong y, por consiguiente, de este año se definen por un mundo que aprovecha su monstruosa escala para ser libre de nuestra interferencia y, así, vivir y respirar por su propia cuenta. Todo ello mientras, a través de dicha gameplay, refuerza temas universales como la liberación femenina de las expectativas y presiones de la sociedad como una fuerza imparable, utilizada para ayudar al prójimo y luchar por un mundo mejor. Tal vez ese mensaje de esperanza ante la adversidad sea muy necesario de cara a lo que 2026 nos depare.

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