Las mil vueltas de Pokémon Ranger

Si hablamos de Pokémon, la conversación puede versar sobre numerosos temas, pues no en vano se sitúa como una de las mayores franquicias a nivel mundial dentro de la industria del entretenimiento. Se puede debatir sobre su dificultad decreciente a medida que avanzan las generaciones o la evolución de su apartado gráfico, así como discutir los numerosos productos derivados de los juegos principales, cuyo rango abarca desde videojuegos spinoffs de numerosos géneros y ámbitos hasta juegos de cartas, así como animes, mangas, películas y demás elementos de merchandising que se pueden encontrar en las numerosas tiendas de todas partes del mundo —entre las que destacan los imponentes Pokémon Center distribuidos por todo Japón.

Sin duda, su iconicidad ha traspasado las barreras generacionales e internacionales como muy pocos productos culturales, por lo que este universo también ha supuesto una gran fuente de beneficios, ello debido a la desbordante capacidad creativa de los numerosos creativos que trabajaron en la franquicia.

Dentro de estas demostraciones de creatividad, se pueden destacar todas las vueltas que se le ha dado a la fórmula de los juegos básicos para ofrecer nuevas experiencias en sus variados títulos spinoff. Estos ofrecen experiencias diferentes que exploran de una forma más variada la fórmula JRPG que hizo que el mundo se enamorase de las batallas por turnos entre criaturas variopintas. En ocasiones, incluso suponen incursiones hacia otros géneros, como el rol táctico —como en Pokémon Conquest— o lucha arcade —véase Pokkén Tournament—.

Actualmente, de hecho, la mayoría de conversaciones sobre esta franquicia se centran alrededor del Leyendas Pokémon: Z-A, que le da un giro mucho más dinámico al bucle de combate y captura de la franquicia, así como un hilo conductor diferente al de las entregas principales. Dentro del debate surge el punto de que, si bien este juego supone la primera incursión de la franquicia en la Nintendo Switch 2, no parece explotar al máximo las nuevas características de la consola y solo ofrece un rendimiento un poco mayor a su versión para la generación previa. De todas formas, hay que tener en cuenta de que este título es la segunda entrega de la serie Leyendas y la jugabilidad de esta tampoco exige un rendimiento muy elevado más allá de que los combates se sientan fluidos y los entornos presenten los elementos necesarios para generar un ecosistema en el que sea creíble que los pokémones viven. Por otra parte, esta nueva consola sí presenta unas características propicias a que uno de los spinoffs de Pokémon vuelva al mercado por la puerta grande.

Corría el año 2006 y la Nintendo DS, con sus variantes, era la consola más popular entre los jugadores jóvenes. Por su arquitectura sólida pero llamativa, era el regalo perfecto para comuniones, cumpleaños o cualquier evento social, por lo que se convirtió en la consola representativa de una generación entera. Incluso cuando no había un interés exagerado por los videojuegos, era una fuente de horas de entretenimiento que podría mantener a cualquier persona ocupada gracias a la gran variedad de juegos que era capaz de albergar. Además, ofrecía posibilidades hasta el momento poco exploradas, menos todavía en una consola portátil, como una pantalla táctil y un micrófono —las versiones posteriores añadirían una cámara externa e interna y un efecto 3D bastante inmersivo en la pantalla superior—. Dentro de sus particularidades, también podemos destacar un catálogo inmenso, el cual se expandía cada día en direcciones totalmente variadas y sin dejar atrás ningún género.

Packs así eran un regalo de cumpleaños maravilloso, sea cual fuese el juego que acompañase —en mi caso, fue el Pokémon Mundo Misterioso: Equipo de Rescate Azul—. / ©Amazon

Obviamente, esta consola se convirtió en el buque insignia en el cual jugar a los títulos de Pokémon, pues continuaba el legado de las GameBoy de forma innegable. Era prácticamente obligatorio que cada propietario de DS tuviese en su poder un juego de Pokémon. Dentro de los más de 30 títulos de esta franquicia disponibles para la portátil de Nintendo, es destacable que abarquen hasta la séptima generación, por lo que en estas plataformas se encuentra una gran parte de la historia de la franquicia. Entre estos juegos también se encuentra una variedad pasmosa de spinoffs, muchos de los cuales cosecharon una gran cantidad de adeptos por su carisma única y el universo que crearon. Uno de los primeros que inició incluso su propia serie de juegos es el título de 2007, Pokémon Ranger.

En este juego nos olvidamos del tradicional planteamiento de Pokémon y del rol de entrenador, pues ahora nuestra misión ya no es ganar combates, registrar pokémon en la PokéDex ni conseguir proclamarnos campeón de la región, sino que la misión en estos juegos es simplemente cuidar del bienestar de los pokémones y de la región. Ya no somos un adolescente que sale de su casa en búsqueda de aventuras, sino una persona ya consciente que se forma para ser parte de una organización que activamente vela por mantener la paz.

El protagonista del segundo juego también tuvo su aparición en el anime principal —al igual que la protagonista del primero— y su participación también se debe a salvaguardar el bienestar de los pokémones salvajes. / ©OLM, Inc.

Por otra parte, hay aspectos que se conservan del mundo pokémon habitual, como la existencia de un equipo malvado y un mundo hostil en el cual hay que usar movimientos de campo para progresar poco a poco. Obviamente, también cuenta con una plantilla de personajes carismáticos y tenemos una especie de “rival” con el cual competir —de una forma más narrativa que real—, además de un compañero pokémon que sí nos acompañará y nos prestará una ayuda especial en cada captura.

Porque nuestro equipamiento también cambia, pues las pokéballs y las batallas quedan olvidadas y los capturadores pasan a ser nuestra herramienta para transmitir nuestras buenas intenciones a los pokémon y así convencerlos de que pretendemos ayudarlos y usar sus habilidades por un buen motivo. Este vínculo se establece trazando círculos con el capturador a su alrededor, los cuales retransmiten nuestras voluntades amistosas. Dichos círculos eran lo que daba un toque diferente a la jugabilidad, pues el propio jugador era quien trabaza los círculos con el stylus en la pantalla táctil de la consola, lo que contribuía a la inmersión en la narrativa, pues además se tienen que realizar estas esferas evitando los ataques pokémon —los cuales restan la energía del capturador—.

Cada pokémon realizaba una serie de ataques únicos, de menor o mayor intensidad, que convertía cada captura en un desafío y una experiencia única. / ©HAL Laboratory, Inc.

Por esta dinámica tan propia no vemos un juego de Pokémon Ranger en las consolas recientes. El recorrido de la saga se ha quedado reducido a las portátiles de Nintendo: su primera entrega fue publicada en 2007 e instauró las bases en las que se basaron los posteriores títulos; en 2008, se lanzó Pokémon Ranger: Sombras de Almia, continuador de la serie con pokémon de la cuarta generación; por último, en 2010 se publicó el último el último título de la saga, Pokémon Ranger: Trazos de luz, una entrega en la cual el multijugador cobraba protagonismo y pokémones más clásicos vuelven a la escena —destaquemos a nuestro acompañante, Pichu Kelele—. Todos estos títulos se han visto confinados en la Nintendo DS, ya que la pantalla portátil de las consolas de Nintendo nunca ha tenido un papel tan protagonista como en estas.

¿Quién iba a pensar que lo único que Pichu necesitaba para conquistar al público era un ukelele? / ©HAL Laboratory, Inc.

Sin embargo, esta situación tan desafortunada para la subsaga podría estar a punto de cambiar gracias al nuevo lanzamiento de la Switch 2. Si bien seguimos sin tener una pantalla táctil en condiciones donde trazar círculos, la nueva modalidad de esta consola, en la cual se pueden apoyar los mandos en una superficie y controlar el puntero como un cursor de ordenador, ofrece una alternativa muy plausible para reincorporar esa parte tan inmersiva de la jugabilidad de estos títulos.

Obviamente, esta realidad tiene que cogerse con pinzas y no supone un plan a futuro de hacer un remake de estos títulos o de continuar la serie, ya que Pokémon últimamente con sus videojuegos no ha estado tomando decisiones de diseño guiándose por principios de búsqueda de calidad —solo hay que echarle un vistazo a las opiniones del público de sus recientes lanzamientos—.

Títulos como Metroid Prime 4: Beyond ya aprovechan esta dinámica. /©Xataka

Con todo, Nintendo ha destacado mucho las diferentes modalidades de juego que ofrece su nueva apuesta de consola, y siendo esta una de las franquicias exclusivas de la empresa, sería extraño que no llevaran a aprovechar esta innovadora característica. Además, algo que se ha demostrado en Pokémon Leyendas: ZA es que el público busca ya historias diferentes y con personajes con carácter, más redondos y que interactúan de diversas formas con su medio para crear un entorno dinámico y cambiante. Son justamente estos elementos los que resultaban ser una parte clave de la identidad de los Pokémon Ranger.

No pretendemos hacer una predicción a corto o medio plazo, para nada. Más bien, con este artículo pretendemos dejar sobre la mesa que los factores necesarios para que esta franquicia, tan única en su tiempo y de difícil acceso hoy en día, pueda volver a nuestros salones de una forma inesperada pero a la vez muy deseada por muchos. A su vez, si aún hay alguna DS por vuestras casas con un cartucho de esta serie, os animamos a revisitar estos títulos tan especiales y explorar de nuevo las regiones de Floresta, Almia y Oblivia

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