En la mente de es una serie de artículos dedicados a profundizar individualmente en las características y motivaciones de algunos de los personajes más queridos e interesantes de los videojuegos y el anime.

El papel del villano, al igual que el de un protagonista u otros personajes que tengan etopeyas en común, normalmente se arrejunta con otros de obras distintas que cumplan una misma función de carácter malévolo. Es también corriente entre los aficionados de este arquetipo categorizarlos según su procedencia —los villanos de los largometrajes de Disney serían un ejemplo de ello—. En lo que a videojuegos respecta, Nintendo goza de una amplia selección de personajes bellacos, algunos de los cuales han atravesado varias iteraciones durante décadas. Su carisma, en algunos casos, puede llegar a ser tal que el solo anuncio de su aparición en un título puede llevar a los vítores de los fanes. El foco central de este análisis va a ser en uno de los villanos más únicos dentro del paraguas de la Gran N, cuyo rol se ha ido resignificando de una forma más compleja que otros personajes más dados a la fórmula, como sería el Rey Koopa Bowser. Hoy nos adentramos en la mente del glotón monarca de Dream Land, el Rey Dedede.

La introducción del pingüino azul fue en el primer juego de la saga Kirby, el apropiadamente titulado Kirby’s Dream Land. Ahí haría el papel del jefe final del videojuego y se nos presentaría como un orondo monarca que porta un gran martillo el cual combina con una serie de movimientos que ha copiado de nuestro protagonista rosado, como la fuerte aspiración que hace con la boca capaz de tragarse todo a su paso. Esta selección de ataques puede justificarse en la opulenta personalidad con la que se quiso perfilar al rey, puesto que no solo comparte el atributo de tragaldabas que tiene su némesis, sino que sus rasgos de tiránico y egoísta le hacen desear todo lo que le haga superior a los demás, incluidas las capacidades de otros luchadores.

No obstante su rol conseguiría una capa extra de profundidad en la segunda entrega de esta franquicia, Kirby’s Adventure. Dedede roba la legendaria varita Star Rod, que rompe en fragmentos y se los entrega a sus secuaces. Kirby logra recuperarlos y enfrentar al rey en La Fuente de los Sueños, donde pertenecía esta varita en primer lugar. Sin embargo, se nos termina por revelar que la razón por la que Dedede hizo toda esta fechoría en primer lugar es fruto de un malentendido. Al destruir la Star Rod estaba previniendo el despertar del malvado ente, Nightmare, que puede corromper los sueños de la gente. El gesto del Rey Dedede en este caso se convierte en un hecho altruista que, debido al estatus de tirano que ha ganado y que no ha corregido, pasa a ser visto como un acto de crueldad que da paso a esa situación aún más peligrosa. Esta versión del monarca se diferencia de los ya establecidos Bowser o Ganon, afines en rol pero que no se alejan del clásico antagonismo por el arte de obrarlo.

Sin duda es intrigante buscar la razón del cambio de rumbo en la conducta de Dedede pero lo es aún más la falta de respuesta a este hecho. Masahiro Sakurai, que no escatima en hablar frente al público, no se ha pronunciado en totalidad a hablar en la psicología detrás del opulento rey. No obstante, sí ha dejado constancia de que la clave detrás de una buena escritura relativa a los personajes es hacerlos con unos rasgos únicos que permitan definirlos de forma sencilla. Esto explicaría además la polivalencia de Dedede en los títulos posteriores a Kirby’s Adventure. En Kirby 64: The Crystal Shards, el monarca decide acompañar a la bolita rosa y sus compañeros como personaje jugable y con un rol protagonista para salvar Dream Land una vez más. En el caso de Kirby: Super Star, el rey haría honor a su fama de glotón en el minijuego Gourmet Race. Éste consiste en correr y comer a la vez para ver quién es el más tragón del reino, lo que nos muestra una faceta más liviana de su rivalidad con Kirby. Y si nos alejamos un poco de los videojuegos, tenemos la conocida serie de animación llamada Kirby: Right back at ya! en la cual el rey adopta un rol más simplificado y centrado en el humor que, además, funciona como excusa narrativa para darle a Kirby un monstruo enemigo que combatir en cada episodio.

El siguiente paso para Dedede sería revelar sus bondades de forma más exhaustiva y el ejemplo perfecto de ello lo encontramos en la saga Super Smash Bros. En la entrega de Wii, Brawl, se encuentra el alabado modo historia para un o dos jugadores llamado El emisario subespacial. La escena de su introducción, como se puede observar, sitúa al Rey en un bando distinto del que se había preestablecido como el malvado de la historia. La narrativa de esta campaña tiene una intención bastante clara de mostrar y no contar, ya que no precisa de ninguna línea de diálogo. Es así como el jugador debe asumir que Dedede conocía el plan maestro de Ganondorf y Master Hand, los supuestos artífices del incidente, y que intenta salvar al mayor número de personas posible. De hecho, sin entrar en detalles, es gracias a él que nuestros héroes tendrán una oportunidad más de pelear contra el subespacio. Se puede leer entrelíneas que debido a la implicación total de Sakurai, acreditado como escritor de la historia, iban a ser los personajes de su creación los que podrían tomar un rol más principal en relación a otros. No obstante, gracias a esto tenemos un antes y un después en la concepción del monarca de Dream Land al que podemos empezar a considerar como heroico.

En todo juego posterior al lanzamiento de Brawl, Dedede nunca vuelve a tomar el rol de villano en su totalidad. No significa pues que se le haya despojado de cualquier atributo negativo, ya que sigue siendo bruto, obstinado y un glotón empedernido como se puede percibir en la pura complexión del personaje. Sigue ocupando la posición de enfrentamiento de jefe en algunos títulos, pero en todas sus apariciones siempre habrá un pretexto para el combate más allá de una supuesta villanía. A veces, el pingüino será poseído por una fuerza mayor. Otras, volveremos al tropo del malentendido que ya vimos en Kirby’s Adventure. Y a veces nos enfrentaremos a su alter ego enmascarado. Esto nos lleva a su aparición en el último gran título de la saga de la bolita rosa a fecha de publicación de este texto, Kirby y la Tierra Olvidada.

Con la aparición del Rey en este último título para Nintendo Switch se puede englobar fácilmente todo lo analizado sobre Dedede a lo largo de este artículo. En esta aventura, el monarca está siendo controlado por La Jauría, un grupo de bestias salvajes que asumen el rol de antagonistas. En el momento que Dedede no es controlado, no durará en ningún momento en ayudar a Kirby o a sus súbditos, los Waddle Dees. Incluso si se puede pensar que el rey ayudará a su rival solo por venganza contra aquellos que lo apresaron, otro acto altruista del rey por su ejército lo sitúa en un espectro de la moral bastante alejado al de un villano convencional. Tanto es así que cualquiera que deje de considerar al pingüino como un antagonista no estaría mal desencaminado.

Dedede es una caras principales de la saga Kirby, junto a la mencionada bola rosa, Meta Knight o los propios súbditos del rey como Waddle Dees. Mencionábamos al principio del artículo que Nintendo tiene su pequeño panteón de villanos y quizás Dedede sea que mejor encaje tenga en dicha categoría. Nunca se le ha dejado de considerar un antagonista debido a su papel en los títulos más clásicos y a que, como ya mencionamos, sigue ocupando su lugar como enfrentamiento de jefe con un impresionante tema musical propio, cuyas versiones posteriores son cada vez más y más espectaculares. Pero más allá de este obstáculo en el camino, se esconde un atípico monarca que si adora algo más que la comida es a sus propios súbditos, algo que podía ser impensable durante la década de los noventa y que Sakurai quiso implementar como seña de identidad que diferencia a Dedede de otros déspotas.