Así nació el fenómeno de Densha Otoko

A principios de los 2000 corría un rumor en Japón sobre una historia anónima en el foro 2channel en la que un otaku salvaba a una chica de un borracho en un tren y comenzaba una historia de amor con ella. Nadie sabe a ciencia cierta si la historia fue real o no, pero impactó tanto a nivel cultural que se escribió un libro y también un manga que cuentan una historia similar, llegándose a realizar una película y un exitoso dorama en 2005 por Fuji TV. Densha Otoko, el hombre del tren, representaba una idea completamente nueva sobre los frikis del anime en el país y muchos dicen que probablemente jugó un papel significativo en el cambio del trato de la sociedad hacia este grupo.

©Fuji TV

Para comprender un poco cómo era la visión de los otakus en Japón a principios de siglo debemos retroceder hacia los inicios del fandom en los años 80. El anime comenzaba a popularizarse tanto que comenzaron a surgir grupos tanto femeninos como masculinos, en sus propias burbujas, que disfrutaban del medio más allá del simple visionado: era casi una forma de vida. Durante esta década no había una opinión generalizada hacia los frikis del anime, más allá de las diferencias generacionales que siempre han existido en cuanto al ocio, pero en 1989 un suceso haría que la opinión pública diese un vuelco radical, un asesino en serie de niñas pequeñas fue denominado otaku en la prensa.

Los medios de comunicación asociaron los crímenes a su fanatismo con el anime y los videojuegos, algo que en España nos trae a la memoria el suceso del asesino de la katana y cómo se culpó al videojuego Final Fantasy VIII de su crimen. Años después, también hubo medios que llegaron a culpar al fanatismo por el anime por el ataque de gas sarín en el metro de Tokio del grupo sectario Aum Shinrikyo. Otaku se convirtió en un término totalmente despectivo, algo que podemos ver representado de forma humorística en el falso documental de Gainax Otaku no Video de 1991, donde también se satiriza con la imagen estereotipada de los frikis.

La habitación de Yamada/ ©Fuji TV

A partir del nuevo siglo apenas cambió la imagen que se tenía de los aficionados al anime. Además, se añadirían las llamadas “cacerías de otakus”, asaltos y palizas hacia los aficionados que iban a Akihabara de compras a los que se les robaba dinero y pertenencias. Al ser la ciudad tecnológica y del coleccionismo en el momento, muchos grupos delincuentes veían víctimas fáciles en los otakus, que además llevaban bastante dinero encima durante sus excursiones. Muchos comenzaron a llevar armas para defenderse de los ladrones, pero eso sólo provocó problemas con la policía. La situación llegó a un punto álgido cuando salió a la luz el caso de una trabajadora de un café maid que fue amenazada con un cuchillo y abusada sexualmente, lo que llevó a que salieran a la luz denuncias por parte de otras maids que repartían folletos.

Maid enseña un periódico que habla del suceso de agresión en 2006/ ©Akiba Blog

A pesar de que la situación de peligrosidad comenzó a cambiar a raíz de este suceso, especialmente tras reuniones de prevención con la colocación de más cámaras de seguridad y vigilancia, muchos blogs de la época se quejan de que los medios de comunicación siguen tratando de ridiculizarlos incluso en situaciones tan graves. Los entrevistadores se burlan en sus reportajes de los chicos que van a comprar habitualmente e intentan restar importancia a las agresiones a maids insinuando que sus servicios son sexuales —cosa que no es cierta y si lo fuese tampoco lo haría menos grave. Con el paso del tiempo, la ciudad se hizo más popular de forma genérica y la delincuencia bajó, pero aún a día de hoy existen centros de defensa personal dirigidos hacia maids y frikis en general que prefieren sentirse más seguros así.

En 2005, el ambiente aún seguía muy tenso hacia los denominados otakus. Un jueves a las diez de la noche, se estrenó en pleno verano una nueva serie llamada Densha Otoko. Los espectadores podían observar que el protagonista era un total friki del anime, con muy pocas habilidades sociales y un aspecto estereotipado y sin sentido de la moda. La serie no parecía salirse del molde típico de cómo se representa en los medios a este grupo y probablemente era gracioso ver las desventuras de este joven otaku estándar. Al avanzar el episodio, veían como todo el mundo le trataba con desprecio por su aspecto y sus gustos, pero Yamada, el protagonista, demostraría un valor inesperado ante una situación peligrosa.

©Fuji TV

Densha Otoko nos muestra una historia de amor que comienza en un tren. Yamada ve a una chica hermosa sentada frente a él que comienza a ser acosada por un hombre borracho mientras nadie más hace nada. Aún con toda su timidez y su nerviosismo, decide actuar y enfrentarse como puede al tipo, llamando la atención de la ella por su valentía. Saori, que se llama la muchacha del tren, le manda un regalo de agradecimiento con su número y Yamada decide… preguntar en un foro a desconocidos qué debe hacer.

Personajes del foro/ ©Fuji TV

Y es que el mayor atractivo que tiene la historia es su manejo de las relaciones y conversaciones por el foro, donde vemos esos trazos nostálgicos del antiguo internet. Aún con la existencia de varias redes sociales, Facebook acababa de lanzarse y su uso no estaba generalizado, muchas personas aún no sabían bien cómo navegar pro al red. Para Yamada era su escape de la vida real, pero tras este suceso se convirtió en su principal fuente de apoyo a la hora de, quizás, conquistar el corazón de la chica a la que había ayudado. El reparto de personajes que hay tras la pantalla es absolutamente diverso, un fanático de los Hanshin Tigers, un hikikomori, chicas frikis de Akiba, amas de casa aburridas o cotillas en general. Más adelante se van uniendo más personajes cuyas historias tendrán un peso más o menos importante dentro de la trama

A pesar de lo típico que puede parecer —chico tímido salva a chica ideal, intenta conquistarla, todo sale bien y ambos son felices tras varios obstáculos— podemos destacar varios detalles que se salen de lo habitual y la hacen de esta una historia encantadora. De primeras, la imagen del inicio tan estereotipada del otaku metido en una burbuja se rompe a favor de Yamada cuando actúa valientemente frente a una sociedad que prefiere mirar hacia otro lado. Más adelante, vemos que Saori es mayor que él, más alta y de una clase social mucho mejor avenida, algo que invierte los típicos roles en doramas románticos. A pesar de las diferencias sociales de ambos, los dos son personajes tímidos y con cierta inocencia e ingenuidad a la hora de actuar, haciendo sus interacciones muy agradables.

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La serie avanza a través de los consejos que cada persona del foro le da a Yamada para parecer mucho más interesante para Saori. Hay un cambio de look para nuestro protagonista, escena donde usan la música de Pretty Woman, y se esfuerza al máximo para mejorar. Aunque las personas de internet son las que le ayudan, durante la serie su historia inspira a muchos de los que están detrás de la pantalla, destacando las pequeñas partes secundarias de una mujer maltratada que se enfrenta a su marido, el chico hikikomori que lucha con su miedo a salir de casa o el jugador de baloncesto lesionado y con depresión que decide volver a rehabilitación.

A través de sus escenas también vemos muchas referencias a la cultura popular tanto dentro de lo más friki japonés como de la cultura pop occidental. Destacando primero de todo su opening original, inspirado en DAICON IV y haciendo uso la misma canción, Twilight de Electric Light Orchestra. El uso de la música fue muy premiado, usándose la Marcha Imperial de Star Wars con el personaje de Jinkama, la divertida compañera de trabajo de Yamada, o Mr Roboto de Styx al mostrar a los otakus en Akiba. La habitación de Densha es un museo del anime antiguo, con numerosas figuras de Gundam, Keroro o Evangelion, así como escenas famosas referenciando a series y películas. Un cameo destacable es la seiyuu de Matilda de Gundam interpretando a la madre del protagonista.

Comparación entre ambos personajes de DAICON IV y el opening de Densha Otoko/ ©GAINAX ©Fuji TV

Entre estas referencias frikis e historias secundarias cautivadoras va avanzando la relación entre los dos, a los que se refieren en el foro como Densha y Hermes. No sin problemas de por medio, la forma en la que se desarrolla acaba siendo encantadora a la vez que la idealización inicial va destruyéndose y dando paso a más sinceridad y apoyo entre ellos. Saori consigue más confianza en sí misma para tomar las riendas de su vida y dejar sus traumas atrás, a la vez que Yamada consigue más fuerza para tomar más la iniciativa y salir de su molde sin dejar atrás sus gustos propios y comprendiendo que puede ser aceptado sin fingir ser otro.

Con sus situaciones de comedia, exageradas y dramáticas, es una historia esencialmente de superación y de apoyo mutuo entre diferentes personas más allá de la historia de amor principal. Cada personaje va creciendo a lo largo de la historia y Densha, Yamada, se convierte en un ejemplo de cómo todos pueden cambiar su vida y ser aceptados ayudando a los demás sin tener que cambiar tus gustos y aficiones. La gran popularidad entre el público general, que sólo había escuchado malas noticias alrededor de los grupos frikis, probablemente impactó en la actitud mainstream hacia el otaku y aún hoy emociona a todos los que ven la serie.

©Fuji TV

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