Los fans de la saga Like a Dragon/Yakuza llevábamos años pidiendo un juego completamente protagonizado por Majima. El pasado septiembre de 2024, RGG Studio por fin escuchó nuestras súplicas y anunció Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii. Pese a las reticencias iniciales de parte del fandom por la inusual temática pirata (esta redactora se incluye entre el grupo que al principio mostró desconfianza), tras la salida las opiniones sobre el juego fueron muy divisivas. Muchos fans no estaban del todo satisfechos con el juego, mientras que una minoría pensaba lo contrario. Tras el transcurso de unos pocos meses desde que pudiéramos jugarlo, nosotros queremos reivindicar los aspectos positivos de este juego y declarar que, en general, es una entrega bastante decente con más luces que sombras si sabemos apreciarlas adecuadamente.
Pero antes de entrar plenamente en materia, queremos arrojar un poco de contexto: Goro Majima es uno de los personajes más populares de la célebre saga de SEGA centrada en los avatares de la mafia japonesa, pero, aun así, su papel en la mayoría de las entregas principales de la serie queda relegado al de un secundario que a veces aparece en un papel casi antagónico con respecto al protagonista y en otras ocasiones como aliado; frecuentemente, su aparición en algunos títulos es un mero cameo de unos cuantos minutos o una pelea de jefe. Por esta razón, no es de extrañar que los fanáticos de la saga quisieran un juego exclusivamente protagonizado por el Perro Loco de Shimano, pues los esfuerzos del estudio por darle más visibilidad en otras entregas no eran suficientes: en Yakuza Dead Souls, el spin-off de zombis que pasó sin pena ni gloria, es uno de los cuatro personajes jugables, y en Yakuza 0 tuvimos la oportunidad de controlar por fin a Majima como uno de los protagonistas, aunque compartía ese protagonismo con Kiryu. En los remakes de Yakuza y Yakuza 2 —con el subtítulo de Kiwami— también se hacen patente estos esfuerzos, pues en Yakuza Kiwami tenemos el sistema Majima Everywhere, gracias al que nos enfrentaremos a Majima en muchas peleas y, conforme lo vamos completando, también desbloqueamos minihistorias bastante graciosas. Yakuza Kiwami 2, por su parte, cuenta con unos capítulos extra titulados Majima Saga donde, de nuevo, tenemos la oportunidad de controlar a Majima y conocer algunos eventos que son consecuencia de lo que vimos en Yakuza 0.

Sin embargo, pese a esto que venimos comentando, Majima no tenía ningún juego exclusivamente protagonizado por él; obviamente, no podemos contar ni Dead Souls ni Yakuza 0: uno es un spin-off donde es solo uno de los cuatro personajes disponibles y en el otro no es el único protagonista, de ahí la insistencia de los fans por un título nuevo dedicado únicamente a Majima. No obstante, pese a las continuas súplicas, RGG manifestó en el pasado que no tenían intención de hacer un juego protagonizado únicamente por el Perro Loco. La cosa cambió, sin embargo, en 2024, como ya hemos dicho, con el anuncio del ya citado Pirate Yakuza in Hawaii. Las reacciones del público a este título fueron muy diversas: lo cierto es que la mayoría esperaba un juego mucho más serio, donde se explorara la faceta de Majima que vemos en Yakuza 0. Otros preferían un título más centrado en la vis cómica y caótica del Perro Loco y, aunque pudiera parecer que Pirate Yakuza cumple las expectativas de estos últimos, lo cierto es que realmente es una mezcla de ambas facetas del personaje, aunque exploraremos este aspecto más adelante. Lo que, desde luego, supuso una tremenda sorpresa fue la inesperada temática pirata.
Y es que podemos afirmar casi con total seguridad que prácticamente nadie esperaba un juego de piratas dentro de la saga Yakuza. O, al menos, no uno serio. No cabe ninguna duda de que este juego parte parcialmente del gusto de RGG por reciclar la mayor cantidad de mapas y assets posibles: era obvio que no iban a permitir que el mapa de Hawái se quedara únicamente en Like A Dragon: Infinite Wealth. Aunque lo cierto es que, precisamente por ser un juego que parte de ciertas tramas de Infinite Wealth y por su inusual temática, desconcierta un poco: es una historia de piratas típica, pero choca que al mismo tiempo intente hilar cabos sueltos que quedaron del octavo juego numerado de la saga. Quizás por eso no hace demasiado buen trabajo en ese apartado y pronto se olvida de los hilos que lo atan a su entrega predecesora para centrarse puramente en la aventura de piratas; no obstante, aunque se ha señalado múltiples veces que la historia es, de lejos, lo peor de este juego, nosotros queremos romper una lanza a su favor: y es que, pese a sus errores y problemas, como historia de piratas cumple perfectamente y es más que satisfactoria; no nos cambiará la vida, pero sí que se trata de una aventura entretenida que, si la afrontamos con la mentalidad adecuada, puede llegar a gustarnos, como ha sido nuestro caso. Además, creemos que es indiscutible que la escena poscréditos es emotiva y tiene una calidad muy alta, siendo probablemente una de las mejores escenas finales de la saga.

De la historia pasamos a la caracterización del personaje del propio Majima en este juego, que tampoco ha sido del agrado de todos los fans; como decíamos, la mayoría esperaba que volviera el Majima de Yakuza 0, pero lo cierto es que el que encontramos en Pirate Yakuza in Hawaii nos recuerda más al de Yakuza Kiwami 2, con esa mezcla de seriedad y comicidad. Lo cierto es que nuestro Majima favorito es el de Kiwami 2, así que el de este juego nos parece una representación satisfactoria del personaje y acorde también a sus apariciones en las entregas anteriores. No obstante, es cierto que los fans merecíamos otro setting diferente en el que viéramos a Majima con mucha más profundidad que teniendo una aventura pirata en Hawái. También es preciso destacar que lo de que nuestro protagonista pierda la memoria da mucho juego y se aprovecha bastante bien en el transcurso de la narrativa del juego. Pero, atendiendo a las palabras de Masayoshi Yokoyama, de RGG Studio, también parece que es un recurso fácil para evitar hilar la historia de Majima con lo ocurrido en juegos anteriores.
En esta nueva entrega también tendremos la oportunidad de conocer a un variado elenco de personajes; nos encontraremos con caras conocidas y también con otras nuevas. El nuevo personaje más relevante es Noah Rich, el niño que acompañará a Majima en esta aventura y alrededor del cual gira gran parte de la historia del juego. Tanto Noah como su padre, Jason, son personajes interesantes y tienen un desarrollo más que decente. Los antagonistas de este juego también cumplen su función aun sin ser especialmente memorables; desde luego, creemos que son mejores que uno de los villanos principales de Infinite Wealth.

Sin embargo, quizás el aspecto más destacable de este juego sea la jugabilidad: en este apartado, podríamos estar ante una de las entregas más divertidas de toda la saga Yakuza/Like A Dragon. Siempre es entretenido controlar a Majima, pero este juego introduce combos aéreos y la posibilidad de invocar a diferentes animales con los instrumentos que podemos tocar en el modo de juego pirata. Por supuesto, podremos enfrentarnos a numerosos enemigos como en otras entregas de la saga, pero, al tratarse de un juego de piratas, también tendremos nuevos modos de juego relacionados con esta temática. Las batallas navales son muy entretenidas y completas y podremos personalizar nuestro barco de múltiples formas. También podemos conquistar islas en busca de tesoros y tenemos toda una historia secundaria relacionada con derrotar a una temible banda de piratas que azota los mares (y el premio que nos darán por completar esta subhistoria probablemente nos saque una carcajada).
Y, por supuesto, la jugabilidad de ningún Yakuza está completa sin una cantidad más que decente de contenido secundario. Aunque, en este caso particular, muchos de los minijuegos son herencia de los que ya pudimos disfrutar con Ichiban en Infinite Wealth, se agradece tenerlos. Asimismo, al igual que ocurrió con Gaiden, podemos personalizar el aspecto de Majima con diferentes atuendos, accesorios e incluso peinados, muchos de los cuales nos sonarán de otras entregas de la saga.
En definitiva, se trata de un juego más que decente; probablemente no sea el mejor juego que podrían habernos dado para Majima, pero sus virtudes superan a sus defectos. También hay que tener en cuenta que probablemente sea el último juego que veremos protagonizado por el Perro Loco de Shimano, razón de más para atesorarlo, aunque hay fans que creen que Majima volverá en la siguiente entrega principal de la saga. De hecho, el propio Yokoyama ha afirmado que ve difícil volver a convertir a Majima en protagonista de otra entrega por lo difícil que sería escribir al personaje sin recurrir a la pérdida de memoria otra vez. Sin embargo, Yokoyama bromeó con una posible secuela de Pirate Yakuza in Hawaii pero ambientada nada más y nada menos que en España, así que hoy por hoy no hay nada imposible. También parecía bastante improbable en un principio tener un juego totalmente protagonizado por Majima y se ha hecho realidad, así que no podemos descartar nada. Quién sabe lo que le depara el futuro al famoso Perro Loco de Shimano, pero, sea cual sea el caso, estaremos ahí para seguir de cerca sus aventuras.