La gastronomía uno de los aspectos más maravillosos de la cultura de cualquier país. Desde pequeños, siempre que hemos tenido que hablar de nuestra ciudad, región o lugar de procedencia, ha salido a la palestra el tema de los platos típicos y más comunes. Al mismo tiempo, durante el último siglo se ha dado más importancia a la inmensa variedad de temáticas de restauración, adaptadas a cualquier bolsillo, ocasión o necesidad. Es por estos motivos que surge el concepto de uno de los platos de origen japonés más conocidos a nivel mundial: las bolas de pulpo o takoyaki. Es hora de que los cuervos nos pongamos culinarios para traeros más maravillas que ofrece Japón y, como comer es un placer, hoy salimos para conocer el origen, la influencia y la esencia de este alimento tan esférico y delicioso.
Este plato tiene su origen en la ciudad de Osaka, donde a día de hoy estas delicias de pulpo son extremadamente populares. A partir de 1935, se empezó a hacer sonar el nombre de un vendedor de comida callejera llamado Tomekichi Endo. Su idea era combinar nuevos ingredientes con al característico de la época, la harina de trigo, que se había vuelto más común debido a la escasez de arroz que había en aquel momento. Volviendo a Tomekichi, sabemos que desde que abrió su propio puesto estuvo innovando con la receta del okonomiyaki —una masa de harina bien condimentada y rellena del ingrediente que se desee — y pensó en la practicidad de servirla en forma de bolas, para que fuera más fácil de transportar y comer. Unos años más tarde, debido a un aumento de la pesca del pulpo en el Mar de Interior de Seto, Tomekichi decidió introducir trozos de pulpo en el interior de estas bolas y, rápidamente, esta sencilla delicia se popularizó durante la segunda mitad del siglo XX, hasta alcanzar al actual estatus de uno de los más famosos representantes de la gastronomía japonesa de cara al resto del mundo.

Este sabroso plato fue expandiéndose a lo ancho y largo de Japón, como la protagonista de las calles y festivales de tenderetes, dispuestos a ofrecer estas bolitas de pulpo. Son un símbolo además de la región de Kansai y, más concretamente, la ciudad osaqueña. Si consultas una guía de viajes o páginas gastronómicas para buscar «el mejor puesto de takoyaki de Osaka» , seguramente acabes en el barrio de Dotonbori. Este popular distrito —que, si has jugado a la saga Like a Dragon, os sonará debido a su contraparte Sotenbori—, dispone de un amplio surtido de locales cuyas especialidades en takoyaki u okonomiyaki saciará vuestro paladar con casi total seguridad.
Por todo lo expuesto, es comprensible que su influencia haya alcanzado a los medios de comunicación o expresión artística, ya sea con fines publicitarios o como celebración del takoyaki en sí mismo. Muchos lectores —y nos incluimos— seguramente conociéramos la existencia de este plato a partir de alguna secuencia de un anime, seguramente con los personajes de turno quemándose la lengua al consumirlo mientras está muy caliente. Estos buñuelos de pulpo incluso tuvieron su propia serie dirigida a los más pequeños de la casa, Takoyaki Manto Man. Este anime emitido entre 1998 y 1999 contaba las aventuras de un grupo de superhéroes que defendían a los inocentes y su fuente de poder era, como se puede adivinar, los takoyakis. No cabe ninguna duda de que los medios hicieron bien en conocer la existencia de esta delicia.

Esto nos lleva a, como hemos tratado antes, la llegada del takoyaki a países como el nuestro o de tradición semejante. En España no es difícil encontrar un restaurante especializado en comida japonesa que no te ofrezca este plato dentro de sus entrantes. Debido además a su naturaleza de comida de puesto, ver takoyaki en salones y festivales servidos en puestos no es raro. Un ejemplo que nos sonará a la mayoría son los puestos de comida japonesa en el Salón del Manga de tu ciudad. Así es como muchos habrán probado su primer takoyaki para luego pedirlo en restaurante o llegar a prepararlo en su casa.
Pero, a estas alturas del artículo, os estaréis preguntando por qué queremos destacar este entrante y qué puede ofrecer a tu paladar. Creemos que la clave de este plato está en el primer mordisco. La gracia del takoyaki, aunque os parezca sorprendente, no es solamente ese delicioso trozo de pulpo cocido. De hecho, ese elemento puede contener uno de los aspectos negativos de este plato, pues de ser de un tamaño demasiado grande o pequeño, puede causar cierta disonancia. En el interior del buñuelo, junto con el molusco, hay una deliciosa salsa de jengibre y la conocida como mentsuyu. Esta mezcla está hecha principalmente con sake, salsa de soja y vino de arroz dulce, aunque claro, esta composición de ingredientes siempre puede variar. El caso es que, al morder la bola y consiguientemente, el trozo de pulpo, esta salsa sale despedida hacia tu paladar, lo que inunda la boca de un nuevo sabor combinado con la textura del exterior. Es esta sensación gustativa tan explosiva lo que, creemos, es la clave del éxito para que un takoyaki o cualquier tipo de buñuelo pueda saber tan bien. Es un poco raro pensar que la clave de un plato no sea su ingrediente principal y, aun así, no se trata de que tenga que haber algo que destaque. El alimento entero en sí, con su combinación de ingredientes, es capaz de brindarte felicidad por un momento al comer algo tan delicioso.

Hace medio siglo, Tomekichi Endo dio con la clave que hemos visto reflejada en uno de los mejores aspectos de la gastronomía: lo sencillo que puede resultar un plato y lo bien que te puede hacer sentir al comerlo. Y si os habéis quedado con hambre, no os preocupéis en absoluto, pues encontrar un restaurante en tu ciudad que sirva takoyaki puede ser tan sencillo como buscar los ingredientes y cocinarlo tú mismo, para así impresionar a vuestro paladar y al de vuestros conocidos. Por supuesto, no os será tampoco complicado buscar recetas alternativas en las que sustituir el pulpo con setas y todo el mundo pueda deleitarse con la increíble sensación que hemos descrito.
En el futuro, ya sea de mano de este cuervo o de otros dentro de la bandada, esperamos traeros los secretos y las claves de la gastronomía japonesa, que cada vez llena más mesas y asombra al mundo con su increíble combinación de sabores y sensaciones. Hasta entonces, id corriendo a comer takoyaki. ¡Ya estáis tardando, cacho pulpos!