Fullmetal Alchemist y la maestría en el arte del decoro

Fullmetal Alchemist está más que establecida como uno de los mangas más influyentes y soberbios de su género. Es una obra a la que más de uno se plantea volver de vez en cuando, es más, esto es precisamente lo que ha impulsado la idea de este artículo. Hoy queremos resaltar uno de los aspectos más impecables de la narrativa de Hiromu Arakawa que, independientemente de los puntos más positivos o negativos de la aventura, hace que la historia de los hermanos Elric a lo largo y ancho del país de Amestris cale como ninguna.

El artículo contiene algunos destripes de partes importantes de la trama de Fullmetal Alchemist, así como una disección a fondo de estos. Se recomienda discreción.

¡Avisados quedáis, ojito! /©Bones

Es preciso, de antemano, remarcar la excelente reputación de Fullmetal Alchemist como una de las obras más destacadas obras manga. Esto se ha visto reflejado en las últimas décadas a través de sus altas calificaciones, sus fans atemporales y su influencia en el paradigma actual. Nos encontramos frente a una historia que ha sabido retratar perfectamente a sus personajes, dar ilustración a problemas actuales bastante alarmantes y, al mismo tiempo, ofrecernos una aventura a través de un viaje como ninguno lleno de misterios, aventuras y momentos emotivos. Lo que marca estos momentos, así las cosas, es el poder de Arakawa a la hora de presentarnos a sus personajes, por insignificantes que puedan llegar a parecer a priori. Y es que, ya estén presentes o ausentes en los momentos de acción clave, van a ser capaces de mover la trama.

Durante el transcurso de la obra, muchas acciones resuenan y marcan el rumbo de la gran mayoría de personajes en Fullmetal Alchemist, ya sea la bruta guerra de Ishval o la propia tragedia de los hermanos Elric. Sin embargo, aquí incluso las historias que involucran a una persona o un pequeño grupo de personas pueden impactar de la misma forma, pues Arakawa trata cada escena con la importancia necesaria, ya que forman parte del conjunto de la obra —la idea del «todo» está también muy bien reflejada en sí misma, como vemos en el entrenamiento de los hermanos Elric. Otro buen ejemplo sería el personaje del doctor Marcoh, un humilde practicante de una aldea lejana que parecía saber bastante sobre la Piedra Filosofal que los hermanos Elric buscaban. Jugó un papel importante en la trama a la par que, a través de él, experimentamos el tema de la responsabilidad que acarrea acabar con una vida humana. A pesar de que varios personajes están envueltos en este mensaje, se dedica una copiosa cantidad de tiempo a analizar las vivencias de cada uno y, en este caso, la desgracia del doctor Marcoh y sus compañeros. La sensación es casi de respeto, ya no solo hacia el hecho de darnos una trama interesante y rica, sino a la hora de involucrar adecuadamente a los habitantes de su mundo.

El rostro de un hombre atormentado. /©Bones

Al hilo del respeto que venimos mencionando, pasamos a otro momento de la obra, quizás un poco más desapercibido, pero de una nota mucho más positiva como es la celebración de lregalo de la vida. El episodio Milagro en Rush Valley difiere bastante de la tónica general, pero destaca por una escena sencillamente brillante y que tiene mucho peso para el argumento. En este caso, los hermanos Elric y su amiga de la infancia Winry deben asistir en un parto urgentemente. Este momento alumbra un montón de luz en varios aspectos. En primer lugar, los hermanos Elric pueden comprobar de primera mano lo que es el milagro de la vida, tras haber estado cerca de la muerte en varias ocasiones a lo largo de su investigación. Sin embargo, la obra trata el nacimiento de este bebé como algo bueno en sí mismo, sin que sirva únicamente para desarrollo de los protagonista. En otras palabras, la escena gana relevancia y respeto, decoro. Esta es la clave que hace excepcional a la obra de Hiromu Arakawa y que hace destacar esta obra, la acción resuena a tantos niveles y es tratada con tanto cariño que es fácil que cale en el espectador.

Hay otro punto de la travesía de los hermanos Elric que ilustra maravillosamente este decoro y que nos sirve muy bien como cierre. En los primeros capítulos, perdimos tristemente a uno de los personajes más queridos del manga, el teniente-coronel Maes Hughes. No nos parece descabellado señalar que este momento marcó un antes y un después en la obra, por distante que pueda parecer una vez se echa la vista atrás. Porque, en la vida, la muerte de un ser querido es algo más que un simple evento. Hughes, cuya presencia resonó enormemente durante los primeros compases de la historia, dejó con su muerte un vacío que veríamos reflejado a varios niveles. Con todos nosotros se queda lo mucho que este tema fue arrastrado por su mejor amigo, Roy Mustang. El desenlace de la venganza que proclamó tras la muerte de Hughes es un momento descorazonador y también impulsa, converge y termina acciones y puntos cruciales en la trama. ¿Y por qué resonó ese momento con más fuerza que otras venganzas? Porque pudimos ser testigos de cómo el decoro y la solemnidad de su muerte causaron dolor. Más allá del sacrificio o de las implicaciones, desde aquel momento, la vida era más gris y aunque todo debía continuar, era duro hacerlo sin Maes Hughes.

©Bones

Fullmetal Alchemist es una obra que transmite emociones fuertes a la par que nos sorprende con escenas divertidas, dramáticas y trepidantes. Creemos realmente que esta obra contiene la clave del éxito para cualquier creador que quiera que su creación destaque: hacer que las acciones cuenten, que tengan consecuencias palpables y que cobren vida por sí solas. No os quedéis simplemente con la atención del espectador, hacedle pensar, emocionarse, reflexionar. Si tratáis vuestras escenas con el respeto, seriedad o jovialidad que queráis que infunda, lo hará. Nos dejamos en el tintero un montón de momentos que podrían servir de ejemplo perfecto, al igual que podríamos encontrarlos en otras obras, pero lo importante es que haya resonado el mensaje que queremos transmitir. Dejad que las obras os atrapen y respetadlas, pues ellas os respetarán a vosotros.

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