De dioses, samuráis y malos usos de la Historia

En estas últimas semanas hemos asistido en redes a dos enconados debates, nos estamos refiriendo tanto a los relacionados con la representación que se ha elegido para los dioses de Hades II, como de la elección de Yasuke como co-protagonista en la futura entrega de Assassins Creed. Y si bien puede parecer que dichos temas no guardan mucha relación entre sí, mas allá de ser lloros auspiciados por los de siempre, lo cierto es que nos han vuelto a dar una muestra perfecta del uso de la historia como escudo tras el que apostar ideas cuanto menos reaccionarias. Este no es un tema novedoso, de hecho hemos hablado de ello en esta misma web, pero creemos conveniente, a tenor de los acontecimientos, ahondar un poco más en ello.

Para quien no se dedique a la materia, la historia seguramente sea una serie de acontecimientos y fechas sobre los cuales se adquieren unos conocimientos inmutables, algo así como un saber cuasi-científico, sin embargo esto esta muy lejos de la realidad. Tan pronto ahondas en los debates historiográficos encuentras un sin fin de teorías, todas apoyadas por documentos y pruebas, que chocan entre sí y que deben ser cotejados con el mayor escapismo, pues estos también son parciales, nacen con unas inclinaciones y finalidades políticas de quienes los escriben y los mandan elaborar. En palabras más claras; descubrimos que los hechos históricos no son únicos y mucho menos aún claros.

Las reclamaciones basadas en pretextos históricos no suelen tener mucho sentido, a menos que escondan otros objetivos y busquen apelar a los sentimientos de la sociedad.

Margaret Macmillan. Uso y abusos de la historia (2008).


Seamos sinceros, el diseño es perfecto, Hestia es la diosa del hogar y uno de sus símbolos principales es la hoguera/brasero, además es la más vieja de los dioses, por lo que esos toques de abuela bonachona nos parecen increíbles. / © Supergiant Games


Esta sola frase ya nos parece lo suficiente lapidaria, además de cierta, para esta polémica, pues el principio en el que se basa toda la crítica a ambos es el de la poca realidad histórica de una forma aséptica, sin más interés, lo cual rápidamente podemos comprobar que es falso. El ejemplo más sencillo lo encontramos en que para criticar el aspecto que Supergiant Games ha decido realizar para Hestia, no han tenido problema en compararlo con una versión japonesa aún más alejada de la realidad. El problema en este caso radica además en que un argumento muy esgrimido ha sido: «Es un insulto para la cultura de los propios griegos», cuando a nada que ahondas en sus antiguos mitos te encuentras que no hay siquiera una idea unificada de Hestia ya no a lo largo del periodo histórico, si no que de forma contemporánea los dioses griegos tenían unas u otras cualidades según la zona en la que se les rindiese culto.


A esto debemos añadir el caso de Hermes y su representación asiática, el cual se desmonta con el sencillo argumento de que los propios griegos no tenían problemas a la hora de representar a sus deidades con distintas etnias —o de otras formas, la representación mas común de Hermes es la de una forma fálica y, siendo sinceros, lo habríamos encontrado de lo mas divertido si se hubiese tirado por ahí—. Los ejemplos mas claros son la fusión que se da durante el periodo Helenístico entre el estilo escultórico griego y el budista procedente de la India y China, pues en el encontramos a dioses y figuras históricas representadas con rasgos claramente asiáticos.


Esto ultimo además es una constante a lo largo de la historia, la representación artística fluye y no es estática, se adapta ya no solo al momento y sociedad en el que se encuadra, si no a las propias inclinaciones de quien lo realiza. No son extraños encontrar distintas representaciones de hechos concretos, como tampoco han sido ajenos a la historia del arte elementos que consideramos tan contemporáneos como los self-insert —propios o de conocidos—, o al uso propagandístico del mismo, el problema radica en que este sector tan exiguo y ruidoso solo reconoce la capacidad histórica del arte como medio propagandístico, por ello todo lo que se salga de su marco conceptual e idealizado lo tachan de propaganda, basura, o lo relacionan con desternillantes teorías conspirativas.

Una de las múltiples representaciones de Hermes, en este caso alejada de la versión lampiña que inunda hoy en día el imaginario occidental.


El tema de Yasuke es la otra cara de la moneda de este mal uso de la historia, pues aquí no pueden escudarse en la precisión histórica, al ser dicho co-protagonista una figura real, es por ello que deben tirar de retorcer la historia a su placer, realizar una distorsión que intentan disfrazar de cierto intelectualismo veraz. Para ello se centraron primero en la condición de Yasuke dentro del clan Oda, a saber, si era o no un Samurái. No queremos entrar en profundidad en dicho tema —principalmente porque es un tema amplio que da para un articulo propio, el cual os prometemos en un futuro—, por lo que en resumen, podemos decir que todas las fuentes apuntan a que en efecto Yasuke ocupaba dicho cargo, pero aún suponiendo que esto fuese una mitificación de su figura, ¿acaso importaría? Precisamente una obra de ficción es donde se pueden abrazar los elementos más «irreales» que rodean a figuras históricas, sin mas justificación de que es ficción.


Tan pronto como descubrieron que la precisión histórica no podía ser utilizada como arma han atacado con una genuina preocupación por la representación asiática en el medio occidental, dicha inquietud cae en saco roto cuando descubres que no han tenido problemas con obras en las que personajes caucásicos han desplazado a posibles protagonistas japoneses como en Nioh, o en las películas del Ultimo Samurái o 47 Ronin de Keeanu Reeves. Pero no queremos centrarnos en la doble moral del debate, si no en como esa preocupación no deja si no de ser otra forma de retorcer la historia a conveniencia, pues el interés por el Japón feudal no es tal, lo que les preocupa es la idealización que tienen en su mente de dicho país, y cualquier corriente que choque con esa visión onírica será para ellos, de nuevo, un ataque propagandístico.

Lo cierto es que dentro de Japón la figura de Yasuke y su historia es bastante popular


A fin de cuentas, esto no es si no el problema de entender la historia no como una disciplina, si no como un arma arrojadiza sobre las que verter las pasiones y, en algunos casos la personalidad, de ciertas personas. Un elemento con el que no solo escudar sus resentimientos y prejuicios, si no que en el camino contaminan dicha materia con los mismos. Es por ello que, parafraseando la cita de Margaret Macmillan al inicio de este articulo, no debemos perder de vista la perspectiva. Esto no es un debate ni un interés genuino por la historia, es un mal uso de ella por parte de los abanderados de la mal llamada «batalla cultural», que llevan la incultura y el prejuicio por bandera, la parte positiva es que dicha «batalla» es unilateral, nadie se ha plantado hacia ellos por que no merece la pena, la prueba esta en que fuera del ruido en redes no existen.


En conclusión, estos días hemos asistido al enésimo mal uso de la historia, seriamos ilusos si pensamos que los mismos van acabar, pero esperamos que nuestros lectores menos duchos en la materia encuentren en este articulo herramientas para ver rápidamente el engaño. Y, sobre todo, para que no busquen justificación dentro de la misma para la ficción y la disfruten —o no—, tal y como sus creadores han tenido a bien en presentarla.

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