Con la pandemia de COVID-19, las relaciones parasociales experimentaron un auge importante. Si bien con el crecimiento de internet y el mundo del streaming venían creciendo este tipo de interacciones, el aislamiento y la soledad asociados a la pandemia que experimentamos en 2020 hicieron que estas se propagaran aún más.
Pero ¿qué es una relación parasocial? Esta se define como una relación unilateral en la que una de las partes profesa devoción, interés (generalmente exacerbado) y tiempo mientras que la otra parte, generalmente, obvia la existencia de la persona que la admira. Este tipo de relación no es, en absoluto, nada nuevo, pues ya se daba con famosos como actores o músicos. Sin embargo, como decíamos antes, el auge de las redes sociales y del mundo del streaming han propiciado un crecimiento de las relaciones parasociales; aunque, en principio, no son algo intrínsecamente negativo, sí que pueden conducir a desarrollar obsesiones malsanas.
Con el mundillo del streaming y de las redes sociales, como venimos diciendo, las relaciones parasociales han acabado convirtiéndose en algo negativo porque los streamers muchas veces dan sensación de cercanía y amistad, y eso hace creer al espectador que quien está tras la pantalla es realmente su amigo, tanto que muchas veces los fans que sufren este tipo de interacción parasocial llegan hasta el punto de defender a capa y espada al streamer de turno, incluso aunque haga cosas cuestionables, y por supuesto, como es obvio, al famoso no podría importarle menos la persona que lo está defendiendo. Los más jóvenes son especialmente propensos a caer víctimas de estas relaciones parasociales.

Las relaciones o interacciones parasociales, por tanto, pueden convertirse en un verdadero problema y es por eso que muchas veces saltan las alarmas, especialmente cuando esas relaciones vienen promovidas por empresas multimillonarias: nuestros lectores, sin duda, recordarán el caso de Seraphine de League of Legends y cómo una en aparente inofensiva campaña de marketing ocultaba capas algo más oscuras.
Pero, aunque con las relaciones parasociales siempre ponemos el foco en las personas que se obsesionan con el famoso de turno, cabe preguntarse cómo vive quien está tras la pantalla el que haya muchísimas personas obsesionadas con ella. Aquí es donde entra a colación el juego por el que nace este artículo: hablamos de Needy Streamer Overload, aunque en Occidente también podemos encontrarlo como Needy Girl Overdose, pero personalmente nosotros pensamos que el título original es más acertado. Needy Streamer Overload es una mezcla de juego de gestión con dating sim muy peculiar. En Steam tiene reseñas generales extremadamente positivas, y no es para menos, pues se trata de un juego con un concepto y una temática que raras veces hemos visto en otros títulos.
En Needy Streamer Overload, el jugador encarna a la pareja de la protagonista (a quien ella misma llama de forma cariñosa P-chan); nuestro género es desconocido y nuestra misión será hacer que Ame, que así se llama la chica, consiga un millón de suscriptores en su canal. Ame es una joven de edad indeterminada que dejó sus estudios para recluirse en casa y dedicarse enteramente al streaming. Obviamente su apariencia de diario es muy distinta a la que muestra de cara al público, pues cuando está delante de las cámaras se convierte en OMGKawaiiAngel, o Kangel para abreviar, «el ángel de internet» con apariencia adorable, traje de marinerita, uñas de colores y peluca.

Aunque la premisa parece inocente y divertida, muy pronto descubriremos que el juego oculta un trasfondo oscuro, y es que conseguir el millón de suscriptores viene con un precio muy alto que hay que pagar. En primer lugar, nos daremos cuenta de que Ame en realidad es una chica con mucha necesidad de atención y con importantes problemas de salud mental, de ahí que busque validación a través de sus suscriptores en su canal de streaming.
Pero sin duda lo más difícil del juego será lograr el equilibrio entre todos los aspectos de la vida de Ame/Kangel. Así, si hacemos stream de un mismo tema de forma continuada, ganaremos seguidores más rápido, pero también nos excederemos y conseguiremos un final malo. El juego cuenta con múltiples finales, tanto que nos llevará bastante tiempo sacarlos absolutamente todos. Algunos de ellos son realmente turbios, tanto que recomendamos a nuestros lectores informarse debidamente sobre todos los trigger warnings si deciden darle una oportunidad al juego. Si queremos conseguir alguno de los finales buenos (por decirlo de alguna forma), deberemos mantener la balanza entre los diferentes aspectos de la vida de Ame, además de, por supuesto, conseguir el objetivo del millón de suscriptores. Para ello, debemos conseguir el balance entre el amor que le profesamos a Ame (recordemos que nuestro personaje es su pareja), su salud mental (para ello, podemos ir al hospital), etcétera.
Sin embargo, a veces deberemos recurrir a métodos un poco drásticos para lograr nuestro objetivo, y es que podemos darle a Ame medicinas y también drogas psicotrópicas, aunque cuidado, porque si nos excedemos con las drogas también sacaremos finales malos.
Una cosa interesante del juego es que, durante los streams, podemos ver los comentarios de los fans de Kangel y moderarlos, de forma que ella solo vea los que elegimos, así que debemos tener cuidado porque los comentarios que seleccionemos afectarán a su autoestima. Lo de los comentarios es curioso porque únicamente a través de ellos podremos conocer la reacción de los fans de la streamer. Entre ellos encontramos tanto comentarios de odio (típicos en internet, por supuesto) como comentarios de alabanza a la labor de Kangel y otros de babosos. Aunque los comentarios se repiten, son una representación acertada del fandom de los streamers, y entre ellos precisamente encontramos rastros de relaciones parasociales.

Por supuesto, los fans de Kangel piensan que es perfecta porque lo único que ven es lo que muestra a través de la cámara y no la realidad de su vida más allá de la pantalla. Si no logramos el equilibrio en el día a día de Ame y su vida se desestabiliza, esto afectará a su imagen de streamer y los fans también lo percibirán cuando ella aparezca online.
Las relaciones parasociales muchas veces aparecen porque el espectador tiene la impresión de que la persona famosa con la que se obsesiona es perfecta y una especie de modelo a seguir. No obstante, la realidad suele ser muy distinta, y eso es lo interesante de Needy Streamer Overload, que nos muestra la realidad de la vida de una streamer en apariencia adorable y perfecta. Si bien lo lógico parecería ser fan de Kangel, lo habitual es que el jugador se decante más por Ame, quizás porque es la verdadera y no una fachada creada para contentar a los fans y aparentar ser ideal. Al final, la moraleja que nos deja este juego es que los famosos también son humanos, aunque las relaciones parasociales nos cieguen y nos hagan creer lo contrario.
la localización al castellano de este juego me sorprendió gratamente, los mensajes en el chat parecen sacados literalmente de un chat de comunidad hispana en un stream real.
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