Cromartie High School: Delincuencia Nui

Si alguien dice «OK Computer» es posible que la línea de pensamiento se dirija al famoso álbum de Radiohead, sin embargo, hay una ínfima posibilidad de que se refiera a Eiji Nonaka, autor de Cromartie High School y uno de sus muchos capítulos, con títulos que han referenciado a Queen, Prince, The Clash y un largo etcétera.

Cromartie High School —que abreviaremos como Cromartie a partir de ahora— es un manga de comedia absurda de la década de los 2000, que obtuvo una adaptación al anime por Production I.G en 2003, un live-action en 2005 y una secuela en 2018. Centrado en el titular instituto, nos introduce en la acción con Takashi Kamiyama, estudiante de honor, que ha acabado en esta institución llena de delincuentes de manual al haberse equivocado de examen de acceso.

Y será por tipos duros, Cromartie cuenta con los delincuentes juveniles más amenazantes del manga y el anime. Entre sus filas se pueden contar a un gorila, al enigmático Mechazawa, los Four Lords y su sospechosamente familiar maquillaje y ¿Freddie Mercury? Es un reparto variopinto, cuanto menos, que solo aumenta con el tiempo, introduciendo a institutos rivales y nuevos arcos argumentales, pero, ¿en qué destaca Cromartie?

Esto le pasó a un colega mío en el bachillerato / ©Production I.G / Discotek Media

En cuanto al manga, a lo largo de 17 volúmenes te presenta a los personajes y los pone en situaciones absurdas, bajo este pretexto de la cultura de delincuencia. Nunca se toma a sí mismo muy en serio, pero deja siempre en claro el modo de ser de cada personaje y escribe su comedia alrededor de ellos. Personajes como el serio Maeda, el megalómano Hokuto o el bromista Yamaguchi, todos son personajes con rasgos muy marcados a través de sus propios gags que, cuando se encuentran, la mezcla de sus personalidades da lugar a remates cada uno más inesperado que el anterior.

El ambiente de delincuencia yankii siempre da lugar a relaciones entre delincuentes y bandas. En un mundo juvenil en el que dar imagen de duro e inamovible lo es todo, Kamiyama, nuestro protagonista, actúa como núcleo de la seriedad de la serie. El socorrido straight man, arquetipo en la comedia que se refiere al personaje que mantiene los pies en la tierra, reacciona de manera lógica y no da crédito a lo que sucede a su alrededor —un buen ejemplo sería Beauty, de Bobobo—. Sin embargo, ni Kamiyama se libra de su propio absurdo ni los absurdos delincuentes de alcanzar ocasional seriedad, cambiando los roles cada cierto tiempo como sartenes y cazos.

Cada manga tiene asignada una «Viñeta que todo el mundo ha visto», esta es la de Cromartie / ©Kodansha

En cuanto al anime, a lo largo de sus 26 episodios se dedica a adaptar varios capítulos del manga, pero con un estilo muy marcado. Hay cierta nostalgia en el modo en el que está dirigido, empezando cada capítulo con una advertencia de no imitar lo visto en este y con una melancólica canción de Takuro Yoshida como opening. Además de usar de manera efectiva el ritmo y animación a la hora de transmitir los remates y el encanto absurdo de la propia censura, por la cual llega a cambiar los cigarrillos por algo que solo puede describirse como piruletas de fuego.

En cuanto a las voces, el reparto cuenta con muchas figuras reconocidas, como Takahiro Sakurai para nuestro Kamiyama, Norio Wakamoto para el carismático Mechazawa e incluso al maravilloso Takaya Kuroda dos años antes de hacer su debut como Kazuma Kiryu. Sin embargo, es obligatorio mencionar que Cromartie cuenta con uno de los doblajes al inglés más recordados a día de hoy, mal envejecido en pequeños aspectos, pero brillante en su mayoría.

Las portadas de los volúmenes, crema fina / ©Kodansha

Cromartie es rock, celebra el absurdo de la comedia, tanto en contacto con lo yankee de la cultura occidental presente en música y películas, como una parodia de estas obras de delincuentes popularizadas durante las últimas décadas del siglo XX, con el propio estilo artístico del manga estando inspirado por las obras de Ryōichi Ikegami, quién creó Otoko Ōzora en los 80, sirviendo como ejemplo de este tipo de mangas que Cromartie admira y parodia.

Leído o visto, en inglés o japonés, Cromartie High School es un buen rato asegurado para todo fan del humor surrealista, con personajes establecidos de los que no hay dos iguales, aunque hay una pega, no me viene a la cabeza que canción puede ser esta.

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