La magia de Rune Factory 3 Special

La fama de los simuladores de granja no sorprende a nadie a día de hoy, cada vez encontramos más y más juegos que se enfocan en mayor o menos medida el cultivar nabos y plantar flores. Grandes empresas y sobre todo indies le han visto filón a la crisis de identidad que está sufriendo una parte considerable de la población en edad de trabajar. La idea de liarse la manta a la cabeza e irse al campo está más presente que nunca y Rune Factory 3 nos ofrece esa posibilidad.

El remaster de la tercera entrega numerada de la saga Rune Factory; spin-off de la también famosa Story of Seasons, antiguamente conocida como Harvest Moon; nos pone en la piel de Micah, un amnésico joven que llegará a un pintoresco pueblo convertido en un wooly. A primera vista, tanto el setting como la historia introductoria sigue la línea de los demás juegos de Rune Factory. Todos cuentan con un personaje con amnesia que da con sus huesos en un pueblecito, adquiere una granja y debe aprender a vivir de la tierra y a entablar relaciones significativas con los demás vecinos. La familiaridad que nos proporciona y su similitud con otras entregas no juega en su contra, como veremos más adelante, y tanto si es tu primer juego de Rune Factory como si ya has catado varios puede resultar increíblemente ameno.

Shara valorando el nombre de la granja del protagonista/©Marvelous Europe

Hablando de historia y personajes más allá de la premisa inicial, la historia consigue iniciarte bien como jugador desde la amnesia de Micah. Puedes sentirte tan confuso como él y tienes que ir descubriendo cómo has llegado a donde estás y por qué eras una linda ovejita dorada antes de todo esto. La trama se irá desarrollando poco a poco, conforme consigamos ir superando las mazmorras y las zonas, superar a los jefes irá abriendo nuevas tramas con los personajes del pueblo y así iremos descubriendo más sobre nosotros mismos. Los personajes son muy variopintos y los diseños son muy llamativos. Podemos hacernos amigos de hasta una sirena, la cuál cambia de sprite y modelo 3D cuando hay lluvia en el pueblo. Además, los diálogos de los personajes van cambiando con mucha regularidad, no solo respecto a los eventos de la ciudad o dependiendo de la hora del día, sino que también varían cuando subes amistad con ellos y, lo más interesante, conforme la historia progresa. Es un punto bastante importante, ya que hace que el mundo se sienta mucho más vivo y haya una sensación de interconexión entre sus elementos. No hay diálogos fuera de lugar mientras está sucediendo un hecho histórico en el pueblo, sino que los personajes comentan y hablan al respecto, dando a entender que les afecta en sus vidas diarias.

Respecto a los aspectos de la jugabilidad, en general son muy similares a otros títulos de la misma saga. Nuestro personaje debe organizar su tiempo para mejorar la granja, cultivar sus plantaciones, hablar con los habitantes del pueblo, ir a los distintos festivales que se celebren e investigar las mazmorras para progresar en la historia o ganar objetos que nos permiten craftear nuevas cosas que necesitemos. El juego está creado de tal forma que si quieres avanzar en ciertos aspectos antes deberás hacerlo en otros. Por ejemplo, para mejorar las herramientas y hacer el cultivo más efectivo necesitas dinero y materiales que puedes encontrar en las mazmorras. Para progresar en tus relaciones con la gente debes cumplir los recados que te vayan encargando y estos pueden ser increíblemente variados, desde darles unas semillas concretas a ir a hablar con otra gente por el pueblo o enfrentarte a unos monstruos en específico. Además, Micah tiene una serie de habilidades que van subiendo de nivel y mejorando sus stats cuanto más realices una actividad concreta. Estas no se limitan solo al ataque y los tipos de magia, sino que también posees la habilidad de andar, comer, cocinar e incluso una que sube conforme más daño de monstruos recibes, haciéndote cada vez más resistente a los mismos.

La traducción brilla durante muchos momentos del juego/©Marvelous Europe

Una de las pegas que se le puede poner al juego es su confuso uso de los controles, sobre todo en los primeros compases. Es muy común equivocarte y sacar una herramienta cuando quieres coger algo, o atacar sin querer o incluso coger un objeto que no querías coger. Sin embargo, el título es en cierta medida consciente de esto y si utilizas una herramienta o un arma que no llega a cumplir su cometido no gasta las energía equivalente a realizar esa acción, cosa bastante útil teniendo en cuenta que si realizas una acción de más con la energía lo suficientemente baja podrías desmayarte y acabar en la clínica sin querer.

Respecto a otro de los puntos más llamativos de la entrega, aquí hablaremos del «noviar» con alguien. Rune Factory 3 viene increíblemente preparado, con once variadas pretendientes entre las que podrás elegir. Sus diseños son diversos y pese a que no se salen del estereotipo de señorita joven y con la misma figura, como sí han conseguido hacer en otras entregas con los pretendientes masculinos, consiguen variar lo suficiente en personalidad y aspecto para hacer a cada una de las chicas única y distintiva del resto. Quizás otro de los problemas es la falta de protagonista femenina, sin embargo esto resulta más una consecuencia de ser el remaster de un juego de DS que originalmente no la tenía y también de ser el previamente anterior a aquel que llegó a incorporarla de manera oficial. Todo esto pese a que Rune Factory 2 consiguió añadir una de forma algo «diferente» a como después lo haría Rune Factory 4. Por desgracia y por los mismos motivos no podemos contraer matrimonio con ningún personaje masculino, a diferencia de en Rune Factory 5 donde sí es posible casarte independientemente del género.

Por su parte, los aspectos de action RPG son muy sólidos, habiendo una variedad grande de monstruos contra los que combatir, cada uno con sus ataques y técnicas bien diferenciadas. Nosotros como jugadores podemos escoger la manera que prefiramos de luchar con ellos según nuestro estilo, desde el empleo de armas más pesadas y poderosas a otras más rápidas pero menos efectivas, como las dos espadas. El juego también cuenta con una colección de magias tanto de ataque como de curación e incluso algunas especiales para volver a casa en caso de que la situación se vuelva muy peliaguda. Pese a que lo normal es empezar nosotros solos dando nuestros pasitos en cada zona, es posible pedirle a casi todos los personajes del pueblo que nos acompañen en nuestras aventuras a las mazmorras, cosa que nos puede ayudar sobremanera en lugares en los que necesitemos habilidades extra de curación o ataque frente a contrincantes muy poderosos. Nuestros compañeros irán subiendo de nivel conforme nos acompañen y además cada uno se especifica en una habilidades o maneras de combate concretas relacionadas a cómo se presentan ante el mundo.

©Marvelous Europe

En resumen, Rune Factory 3 nos presenta una propuesta muy interesante y resulta un port moderno muy necesario para una saga tan querida como son los spin-offs de Story of Seasons. Era necesario recuperar un juego con tanto mimo y cariño, el cual pese a los años se sigue haciendo muy disfrutable y no pierde esa esencia fantástica y adorable de los Rune Factory y, por supuesto, tampoco la sorpresa con la que la variedad de aspectos y elementos cohesionan tan bien como para que siempre tengamos materiales que buscar o monstruos con los que pelear, aunque hayamos avanzado muchísimo en la historia. Son juegos en los que siempre hay algo más que hacer o algo más que subir y pueden ser tan difíciles o tan fáciles como desees. Por lo tanto, no os quedéis solo con entregas más nuevas por el hecho de ser nuevas, cualquier juego de la saga tiene su parte mágica y no olvidando que cuenta con una traducción al español.

Este análisis ha sido posible gracias a una clave cedida por Meridiem Games.

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