Danganronpa V3: El final más troll de los videojuegos

Probablemente podamos contar con los dedos de una mano los casos de obras de ficción que nos han dejado una huella tan grande que, pese al inevitable paso de los años, no las olvidamos. Especialmente memorables resultan aquellas cuyos finales son impactantes o contienen un giro de guion bien ejecutado, aunque también es cierto lo contrario; es decir, muchas veces recordamos obras por su final nefasto que nos arruinó la totalidad de la experiencia y lo mucho que la estábamos disfrutando hasta ese momento.

Danganronpa V3 es, para la autora de estas palabras, un ejemplo del primer caso que exponíamos, una de esas obras inolvidables por su final impactante e inesperado a todas luces. Y aunque hace poco les dedicamos un artículo a los videojuegos troll en general, pensamos que Danganronpa V3 merecía uno para él solo por todo lo que comportó y significó en su momento y, principalmente, por algo que mucha gente no supo ver o entender por aquel entonces: que el final de Danganronpa V3 estaba perfectamente orquestado desde el inicio del juego.

Hace ya casi seis años —contando como referencia la fecha de este artículo— de la salida en Occidente de la última entrega de la trilogía (o tetralogía, si incluimos el spin-off Ultra Despair Girls en la ecuación) Danganronpa. Kazutaka Kodaka, creador de la saga de visual novels, quiso poner el broche de oro a la serie atreviéndose a formular un final que iba a dar de qué hablar; y vaya si lo hizo, tanto fue así que polarizó por completo a los fans. Hay quien ama el final de V3 por lo arriesgado de su propuesta, y al mismo tiempo mucha gente lo odió porque «se lo había sacado de la manga» o pensaban que aquello no tenía pies ni cabeza. Lo que es seguro es que no deja indiferente a nadie, y aunque no sabemos si esa fue exactamente la intención de Kodaka, a día de hoy todavía se discute y se recuerda. Sin embargo, no podemos entrar en más detalles sobre el final de V3 sin hacer graves spoilers, por lo que a partir de ahora avisamos de que los habrá. Nuestros lectores quedan prevenidos.

Monokuma siendo Monokuma / © Spike Chunsoft

Danganronpa V3 demuestra ser un juego diferente ya desde el inicio. En cuanto acabamos el primerísimo caso —que por lo general en este tipo de juegos suele ser de los más flojos, aunque hay honrosas excepciones—, nos damos cuenta de que Kodaka viene pisando fuerte. Y es que la asesina del primer caso resulta ser la mismísima protagonista, Kaede Akamatsu, a quien automáticamente el jugador elimina como posible culpable en cuanto empieza la investigación porque es el personaje al que controlamos y no tiene sentido que sea nunca culpable ni asesinado, como ocurre en las anteriores entregas de la saga. Aunque fue un movimiento muy feo lo de poner a una protagonista femenina para eliminarla rápidamente y sustituirla por un chico (Shuichi Saihara), no podemos dejar de reconocer y admirar lo que supuso hacer algo que parecía imposible.

Sin embargo, hay que decir que Danganronpa V3 no mantiene el mismo nivel a lo largo de toda su extensión y en los siguientes casos hay bastantes altibajos y son de menor calidad, pero esto también viene provocado por el hecho de ser el primero tan sumamente bueno. No obstante, merece muchísimo la pena esperar a llegar hasta el final, porque de verdad que nada nos prepara para lo que nos espera. En primer lugar, uno de los grandes temores de los jugadores al enfrentarse a la recta final de V3 es, sin duda, que Junko Enoshima vuelva a ser la culpable. Tras el primer juego, en el que descubrimos que estuvo viva todo el tiempo, y el segundo, donde nos la vuelven a colar como IA, era inevitable pensar que Kodaka recurriría a ella una tercera vez. De hecho, el propio juego coquetea con ese hecho y hace pensar al precavido jugador que, por un momento, Junko vuelve a ser la mala. Por suerte, todo queda en un pequeño jumpscare y nada más, pero ya es un claro indicio de que Kodaka pretende trolearnos.

Tsumugi Shirogane, la mente maestra detrás de todo el caos que es Danganronpa V3 / © Spike Chunsoft

Y es que el verdadero cerebro, la mente maestra, resulta ser el personaje que puede ser cualquier personaje… de forma literal: Tsumugi Shirogane, la cosplayer. Aunque, siendo sinceros, realmente Tsumugi da un poco igual más allá del hecho de que sorprende brevemente al jugador que la responsable de todo sea el personaje más inesperado. La revelación verdaderamente impactante para el jugador es que el auténtico culpable, que actúa en sintonía con Tsumugi, sea Team Danganronpa; es decir, nada más y nada menos que los propios creadores del juego. Se produce así uno de los momentos de ruptura de la cuarta pared más destacables ocurridos nunca en un juego. Porque la cosa no queda ahí, ya que luego sabremos que las anteriores entregas de Danganronpa eran, en realidad, ficción, y que el apoyo incondicional de los fans hacia la franquicia y la sed de más entregas propiciaron una larguísima sucesión de títulos hasta que a los creadores se les ocurrió replicar el argumento de los juegos en formato de reality show, como una especie de Gran Hermano pero con asesinatos, llegando así a la quincuagésimo tercera entrega de Danganronpa, que no es otro que Danganronpa V3. Porque la V engaña y en realidad no es una V, sino el número 5 en números romanos, lo que da lugar a su verdadero título: Danganronpa 53. Esto, asimismo, conlleva otra revelación aún más grande: la declaración de que las anteriores entregas que conocemos y que hemos jugado son videojuegos, algo que nosotros, como personas reales, sabemos, pero que admite el propio Danganronpa desde dentro de su universo ficticio.

Aquí hay una clarísima crítica a dos aspectos: los fandoms y su poder muchas veces destructivo y las sagas que se alargan innecesariamente hasta el infinito solo porque tienen éxito. Kodaka deja bien claro aquí que pretendía que V3 fuese la última entrega de la serie burlándose precisamente de aquellos juegos que no paran cuando deben. Y, al mismo tiempo, también resalta la toxicidad de los fandoms, que en este caso llega hasta tal absurdo que empuja a que se haga un programa de televisión en el que mueren personas reales. Aunque esto es obviamente una exageración, no por ello la crítica deja de ser válida.

Además, esta revelación es también una declaración de intenciones en otro sentido: se discute mucho si la ficción afecta a la realidad y, según la concepción de Danganronpa V3, sí, lo haría. Aquí podríamos entrar en el debate sobre distinguir realidad de ficción y por qué hay tanta gente a la que le cuesta, pero creemos que es tema para otro artículo completo diferente.

Cuando el final de Danganronpa V3 consigue llevarte a su terreno, hace dos cosas: la primera es producirte un inmenso shock. La segunda es hacerte entender lo inevitable, que no es otra cosa que ese final es una genialidad que seguramente pocas veces habrás visto. Y lo mejor de todo es que logra inmiscuir al jugador en la historia, porque como fan de Danganronpa que seguramente seas (si no, ¿qué harías jugando al juego?) no puedes evitar sentirte incluido en el grupo de fans que pedían más contenido de la saga y, por tanto, como uno de los culpables colaterales de todo lo que ocurre en esta última entrega.

Kodaka hablando en Twitter de las reacciones ante el final de Danganronpa

Este atípico y sorprendente final hizo que mucha gente respondiera con enfado, asegurando que Kodaka se lo había sacado de la nada porque simplemente no sabía qué conclusión darle al juego y a la saga, pero la realidad es muy diferente. Un jugador atento se percatará de que este final estaba perfectamente planeado, no vamos a decir que desde el inicio de la saga, pero sí desde el comienzo del propio Danganronpa V3, y hay pruebas que lo demuestran. Tsumugi se refiere al concepto novedoso que implanta Danganronpa 53 como real fiction, es decir, la ficción llevada a la realidad, algo que empezó siendo un videojuego convertido en un reality show. Esto no es nada nuevo porque ya lo hemos comentado antes, pero la cosa es que existe una pista musical de la banda sonora del juego que precisamente se titula REAL FICTION y que suena mucho antes de que veamos el final, lo cual significa que Kodaka ya lo tenía planeado. Pero esta no es la única pista: cada vez que acaba un capítulo (o caso, como prefiramos verlos), en los juegos anteriores se nos decía el número de alumnos que quedaban con vida. En esta entrega, por alguna razón, esa palabra se cambia por «participantes», y aunque en principio podría ser cosa de la traducción, parece más bien algo totalmente intencional, pues se está refiriendo a los participantes en un programa de televisión.

Viendo que hay pruebas que prácticamente confirman que ese final para nada era aleatorio, cabe concluir entonces que estaba perfectamente planeado, le pese a quien le pese. Kodaka buscó así un final impactante y que el público no olvidaría con facilidad. Y lo consiguió, vaya si lo consiguió; desde luego, la autora de este artículo aún no ha sido capaz de enterrarlo en un profundo rincón de su memoria: aún permanece fresco y vivo como si lo hubiera jugado ayer mismo.

3 comentarios en “Danganronpa V3: El final más troll de los videojuegos

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