Ahora que llega el verano y suben las temperaturas, a une le entran las ganas de volver al campo y a la esencia más rural, descansar unos días alejada del bullicio de la ciudad y disfrutar de la idílica tranquilidad de plantar tus propias patatas y florecillas. Hablando en los juegos claro. En Pretty Princess Magical Garden Island nos pondremos en la piel de nuestro propio avatar, una princesa que cuya misión es devolverle la vida y la prosperidad a una isla para obtener los ingredientes necesarios con los que hacer una tarta mágica con sus amigas, también princesas.
En esta secuela de Pretty Princess Party pasamos de un entorno real en el castillo y un modo de juego más dirigido a partidas multijugador a un terreno exterior, en el que tendremos que gestionar nuestros recursos para revivir y decorar la isla con todos nuestros vecinos conejitos. Así es como comienza nuestra historia de realeza, aunque justo antes tendremos que decidir nuestro propio aspecto. El juego no escatima en opciones, ya que tendremos variados tonos de piel, formas de ojos, peinados y demás. Estos no se quedan únicamente en los que tenemos de inicio ya que también podremos ir desbloqueando más a medida que juguemos.

Desde luego, la personalización es uno de los puntos fuertes de este juego, porque incluso si tenemos un objetivo en mente, podemos dejar esto a un lado y dedicarnos a mejorar para colocar caminitos, edificios y vallas a lo largo y ancho de la isla. Es en este aspecto donde empezamos a encontrar contenido similar al de Animal Crossing: New Horizons. Sin embargo, el estilo de Pretty Princess es mucho más cercano a la estética de las princesas Disney o de la franquicia de Barbie. También hay muebles y decorados más comunes, pero si queréis vivir vuestro sueño de princesa y decorar la isla a base de áreas cucas desde luego que os gustará mucho en este aspecto.
Siguiendo con el tema de la personalización y volviendo al personaje, en cuento a nuestro avatar podremos personalizarla casi todo lo que queramos y más. Mencionábamos antes los peinados o las características de la cara o la piel, pero es que también podremos elegir entre una gran cantidad de conjuntos reales. No incluyen únicamente vestidos sueltos, pues estos, por regla general, vienen acompañados de zapatos, corona y accesorio. Varían en distintos cortes y colores, generando una gran cantidad de estilos mientras no dejan de mantenerse en la línea de ropa de princesa. Obtenerlos tampoco es caro, ni un arduo trabajo una vez que desbloqueas los materiales, así que puedes ponerte como objetivo obtener un conjunto completo y acabarlo en poco tiempo.

Ahora, pasando a temas más cercanos a la jugabilidad y las mecánicas, si estáis familiarizados con el nuevo Animal Crossing o con simuladores de granja como la saga Story of Seasons, no tendréis mayor problema para sentiros como en casa. Las herramientas con las que iremos trabajando se nos conceden desde el principio y, para nuestra suerte, no sólo son monísimas, sino que además no se desgastan, por lo que no tendremos que preocuparnos por repararlas. Contamos, entre otros tantos, con un pico, un hacha o una regadera. Y no podemos olvidar las que son, para quien redacta, las elecciones más curiosas: en primer lugar un martillo que nos deja obtener madera de los árboles sin necesidad de talarlos, manteniendo viva la flora de nuestra isla, y también una cestita con la que podremos recoger nuestras cosechas de manera más rápida, lo cual se vuelve muy útil cuando tienes grandes extensiones de terreno por cubrir. En este aspecto el juego se basa en recolectar y producir distintos recursos que luego usaremos para conseguir otros más avanzados, que nos permitirán a su vez obtener edificios y, por supuesto, otros objetos. También contamos con un inventario de capacidad infinita, por lo que es momento de decirle adiós a la falta de espacio y la desorganización. Por lo general, los objetos tardan cierto tiempo real en procesarse y aparecer, pero siempre sin llegar a ser tanto como para que nos frustremos. En los cinco minutos en los que te crecen las flores que necesitas para el tinte puedes caminar por la isla buscando madera o pescar en la playa, lo cual es sorprendentemente fácil comparándolo con otros sistemas de pesca más punitivos.

Con estos objetos, además de continuar la cadena de producción, podremos realizar encargos que dejan para nosotros otros habitantes conejitos. Estos encargos nos proporcionarán corazones que podremos gastar en objetos y ropa y además nos darán experiencia para subir nuestro nivel de princesa e ir desbloqueando más edificios y cosas que comprar en las tiendas.
El juego no cuenta con un elemento social tan fuerte como otros títulos similares, sino que el foco está más puesto en la gestión de recursos y la personalización, por lo que no se sentía como algo que faltase. De todas formas, hay un sistema que te recompensa con corazones cuando saludas a los habitantes de la isla o a tus amigas las princesas, así que nunca está de más pasarte a decirles algo cuando estás por ahí recogiendo ramas.

A pesar de que el mercado de los simuladores de granja y los juegos relajantes a crecido mucho estos últimos años y se podría llegar a ver algo saturado, Pretty Princess Magical Garden Island puede llamarnos la atención por su modo de juego relajante y su estética más cercana a animes, franquicias como Pretty Cure o incluso al género de chicas mágicas. Todo esto de una manera que no vemos tan a menudo en este campo, puesto que aunque la estética anime sí que es famosa en este estilo de lanzamientos, no lo es tanto este estilo más jovial, elegante y brillante. Así que, si lo que habéis leído os ha llamado la atención, ¡os invitamos a echarle un vistazo al juego completo!
Este análisis ha sido posible gracias a una clave cedida por Meridiem Games