EVOL: ¿Para qué salvar un mundo que merece ser destruido?

Vivimos rodeados de historias de héroes, de protagonistas forjados por una moral incuestionable que ayudan a los más desfavorecidos y que acaban con todo aquello que represente el mal. La figura del “héroe” proviene de la antigua Grecia y ha ido variando y transformándose hasta día de hoy. Los héroes ya no son solo semidioses, ahora también pueden ser monos del espacio, ninjas o un tío con una guitarra. Sin embargo, la idea troncal del héroe sigue siendo la misma y todos comparten la mayoría de rasgos —son inteligentes, fuertes, valientes u honestos— incluso en el fenómeno más popular de los últimos años: los superhéroes. 

El concepto de superhéroe se ha ido desarrollando por sí solo desde principios del siglo pasado y sus personajes han forjado su propias particularidades como una identidad secreta, súper poderes, trajes llamativos y el propósito de salvar el mundo. Es cierto que, en su origen, donde empezó a ganar popularidad fue en Estados Unidos y fueron los mismos autores de cómic americano quienes se encargaron de hacer sus propias deconstrucciones de esta figura —Kick-Ass, The Boys, Invencible— pero hace apenas un par de años llegó desde Japón, también para desmarcarse del término superhéroe, Atsushi Kaneko con EVOL.

De hecho, combinándolo con esta temática, el estilo de dibujo de Atsushi no dista mucho del de un cómic americano. Pero sí que se queda con el blanco y negro, las tramas y las composiciones de página características del manga. No obstante, antes de nada, hablemos un poco de la trama y de qué es que hace tan llamativa a esta obra.

Los protagonistas de EVOL son dos chicas y un chico jóvenes que han conseguido unos poderes ridículos después de haber intentado quitarse la vida. Cada uno tiene su propia historia individual que le ha llevado a este punto crítico y que iremos descubriendo poco a poco, pero todo apunta a que es debido a problemas derivados del mundo en el que viven.

Tras días conviviendo en el centro en el que están internados decidirán escapar haciendo uso de sus nuevos poderes que, como se acaba de mencionar, no parecen ser muy útiles. No tienen superfuerza, ni lanzan rayos láser por los ojos ni se vuelven invisibles. Son habilidades como hacer agujeros del tamaño de la punta del dedo índice o elevarse a cinco centímetros del suelo. Aún así y gracias a su ingenio serán capaces de usarlos adecuadamente para alcanzar sus objetivos.

Si esto es lo que les hace felices… / ©Enterbrain.

Paralelamente, se nos presenta a Lighting Bolt y Thunder Girl, una pareja de superhéroes lo más arquetípica y tradicional posible a los ojos de la gente común. Tienen el poder de la electricidad, como Pikachu, toda la ciudad les adora, son quienes uno espera que aparezcan cuando hay problemas, los que rescatan a inocentes de las catástrofes, persiguen a malhechores, y… justo esto es lo que hacen y pero además se vanaglorian de ello y se creen súper guays por hacer lo que hacen. Sin embargo, sus métodos no son los más ortodoxos y sin pensarlo dos veces van a matar brutalmente a un periodista que solo está intentando destapar sus trapos sucios.

En un escenario como este, Atsushi consigue que el lector deteste a los supuestos héroes con poderes eléctricos y acabe adorando al grupito de adolescentes que deciden sembrar el caos. Esta es una decisión que han tomado deliberadamente, tras darse cuenta de que han vivido engañados en una sociedad injusta y que encima los desprecia, así que ¿para qué intentar hacer que este mundo sea un lugar mejor si no se lo merece? ¿Por qué no mejor acabar de revolverlo y destruirlo?

Así es como los protagonistas acaban convertidos en los villanos de la historia mientras los denominados superhéroes toman el rol de antagonistas. Esta inversión de roles plantea dilemas sobre la heroicidad y la moralidad de este mundo en el que viven. ¿Acabar con los héroes malos los convertiría en héroes propiamente dichos? ¿Quizá la palabra héroe se ha degradado y lo único que importa son los intereses de cada uno? ¿Y si el mal reside en la sociedad en sí misma y tanto unos como otros no son más que víctimas?

Esto es lo que es EVOL, un manga que desafía las convenciones del género de superhéroes y nos presenta una perspectiva para reflexionar sobre la figura del héroe y de la moralidad en un mundo imperfecto. Y esto tan solo en el primer tomo, así que difícilmente deje indiferente tanto a los fans como a los no fans de los superhéroes.

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