San Valentín. Ese momento del año que el capitalismo ha elegido para que despilfarremos nuestros ya maltrechos ahorros postnavideños para regalar algo a la persona de la que estamos enamorados, como si tuviese mucho más mérito que hacerlo en mitad de agosto. En Futoi Karasu somos, pese a todo, unos románticos empedernidos —al menos, nos hemos hinchado a bombones todo el día— y no queríamos dejar pasar la oportunidad de hablaros de algunas de nuestras parejas preferidas de la ficción.
Estelle Bright x Joshua – Trails in the Sky
Si en algo destaca la ya longeva franquicia de Falcom es en ahondar cuando toca, y las relaciones interpersonales no son ninguna excepción. Los protagonistas de la primera trilogía de Trails, Estelle y Joshua, son hermanastros unidos desde que el padre de ésta trajera al segundo de la guerra, siendo apenas un preadolescente, en los primeros compases de la saga. Su química es espectacular, pese a sus personalidades opuestas —una chica enérgica, aunque burd,a con un muchacho que prefiere estar sentado tocando la armónica— el cariño que se forja mientras viajan por Liberl empieza a hacer aflorar una preciosa relación. Sin embargo, no es hasta los compases más avanzados de la historia donde esto se lleva a sus ultimas consecuencias y el radiante optimismo de la muchacha acaba por salvar a Joshua del más profundo de los infiernos. Una pareja que se cuece muy a fuego lento pero que, sin embargo, merece mención.
Yuuhi Amamiya x Asahina Samidare – Hoshi no Samidare / Lucifer and the Biscuit Hammer
Satoshi Mizukami es un maestro en el desarrollo de personajes y las tribulaciones entre estos y, como no, en su obra cumbre lo demuestra con creces. Amamiya es un chico desconfiado que es elegido, junto con un grupo variopinto de héroes, para seguir a Samidare —una chiquilla conocida como «la princesa» que es tan rara como extrovertida— y salvar al mundo, aunque no tarda mucho tiempo en descubrir que ésta muchacha tiene otros planes, que termina por seguir a regañadientes. Es aquí donde se empieza a formar una unión de princesa y caballero que forma la columna vertebral de la obra. Esta estrambótica relación, poco a poco, se torna con un cariz romántico que ayudará a esta pareja a curarse y a superar a los fantasmas del pasado y, en un clímax con las emociones a flor de piel, acabará decidiendo el destino de la Tierra. Porque al final, el amor todo lo puede.

Minori Natsukawa, Yōko Saito e Ichika Saito – Honeymoon Salad
El pobre Minori se encuentra en un pozo. Su trabajo le agota hasta cotas insoportables, ha dejado de hablarse con su familia y el doloroso y traumático fantasma de su ex aún le amarga la existencia. Un día, de pura casualidad, conoce a Ichika, con quien terminará entablando un inicio de relación… hasta que Yōko, su mentada ex, vuelve de pronto a su vida, como un torbellino y necesitada de un techo bajo el que quedarse. Incapaz de decantarse entre los nuevos sentimientos que en él fermentan y las antiguas cenizas de un amor pasado que amenazan constantemente con volver a encenderse, Minori intentará capear como pueda su relación con ambas, a veces de forma torpe, pero siempre con genuina bondad. Honeymoon Salad planteaba muy acertadamente los límites de la mononogamia en la tradicionalista sociedad nipona y cómo el qué dirán poco importa al lado de gente que se hace feliz mutuamente. Sus protagonistas en muchas ocasiones se equivocaban, pero los tres intentaban aprender constantemente desde el respeto y la preocupación por el otro.
Rentarō Aijō y… otras 100 personas – Kimi no Koto ga Daidaidaidaidaisuki na 100-nin no Kanojo
Si una relación poliamorosa entre tres personas, como en el caso anterior, puede parecer algo complicada, imaginémonos con otras 98 entrando en escena. Rentarō ha sufrido a lo largo de su vida cien rechazos amorosos. En consecuencia, ya que ese no era inicialmente su destino, sino un error divino, y como compensación, el mismísimo dios del santuario en el que reza le promete encontrarse a partir de ese momento con cien almas gemelas. Como nuestro protagonista conoce el dolor de un desengaño romántico, decide hacerse responsable y comprometerse con la felicidad de todas ellas según las vaya conociendo. Y aquí es donde obra su magia 100-kano. Cada una de las parejas de Rentarō es más esperpéntica y extravagante que la anterior. Tras pasar por el típico tropo de rigor de tsunderes y yanderes tendremos a la que sólo se comunica con frases de un libro de época pronunciadas con un lector de texto, a la obsesa de las medicinas de dudosa legalidad, a la que es capaz de recitar de memoria 387 decimales de pi, a la madre de una de las anteriores… Todo vale para hacer despegar a este manga al Olimpo de la comedia absurda. Lo más sorprendente y satisfactorio es que, en un guion que aparentemente está en su totalidad al servicio de la carcajada, siempre queda hueco para consignas y reflexiones sobre el amor sano, la superación de los celos y la empatía necesaria en una relación de estas características.
Hitagi Senjōgahara y Koyomi Araragi – Monogatari Series:
No todos los romances tienen que ser de cuento de hadas —y más cuando hablamos de una historia de monstruos—, no todos tienen que ser perfectos y, por supuesto, no todos tienen por qué ser el culmen o el punto central de la obra. Monogatari es una serie conocida por subvertir a partes iguales tropos y expectativas. Por ser, hablando claro, un maravilloso desastre. Y la relación entre Hitagi y Koyomi no iba a ser menos. Ella, víctima de abusos y agresiones, crecida en el seno de una familia desestructurada, con un dolor y una carga insostenible a sus espaldas y que en un principio sólo busca una figura salvadora que pueda tomar como real. Él, por su parte, es alguien con una explosiva mezcla de depresión autorreprimida y complejo de mártir, que pone patológicamente su vida en peligro por ayudar a cualquiera que lo necesite, porque ni siquiera es capaz de valorar su propia existencia. El caldo de cultivo perfecto para una relación tóxica. Y así lo es, a veces, al inicio, especialmente debido al problemático y en ocasiones agresivo carácter de Senjōgahara. Pero, al igual que Monogatari es en, esencia y además de muchas cosas, también una historia de cambio y evolución, la relación entre los dos madura y crece conforme pasan los meses. Se fortalece sin prisa pero sin pausa, con altibajos, pero siempre mirando hacia el futuro. Porque los dos son conscientes de sus problemas, pero siempre intentan solucionarlos cuando llegan a afectar a su persona amada, porque quieren y respetan al otro. Quizás sea durante mucho tiempo una relación imperfecta, como tantas del mundo real, pero esa imperfección al final la vuelve, paradójicamente, mucho más mágica de lo que podríamos esperar.

Kaworu Nagisa y Shinji Ikari – Neon Genesis Evangelion
Posiblemente sea una de las parejas sobre las que más ríos de tinta han corrido desde que la cultura fan es la que es, pero no es para menos. El discurso cíclico sobre cuál sería la mejor pareja para Shinji en Evangelion ha fomentado numerosos y diversos debates, y pese a que KawoShin es una pareja muy asentada en la parte LGTB del fandom de la obra de Hideaki Anno, posiblemente al salir de estos círculos no sea una de las opciones más populares. Incluso cuando tanto la pareja como el personaje de Kaworu en sí sentaron tantas bases para la representación LGTB y la creación de personajes en el anime que seguían los mismos tropos y características de estos dos. Aún y dejando de lado la gran repercusión tanto mediática como cultural, Kaworu y Shinji nos ofrecen algunos de los momentos más memorables de Evangelion. Originalmente, podemos hablar de pocos personajes que consiguieron marcar tanto al protagonista y a las audiencias con un solo capítulo de metraje. Kaworu consiguió cambiar a Shinji a mejor, preocupándose por él incluso hasta el punto de sacrificarse. Y no sé vosotros, pero aunque a la gente no le parezca suficiente confirmación —como por costumbre suele pasar con el contenido LGBT—, nosotros creemos que tener hasta anillos de compromiso a juego como merchandising es una prueba bastante sólida de amor.
Hua Cheng y Xie Lian – Tian Guan Ci Fu
A día de hoy en España aún estamos por ver si las diferentes editoriales deciden apostar por Tian Guan Ci Fu (TGCF). La otra obra de la autora, Grandmaster of Demonic Cultivation, ya ha sido publicada en formato manhua y andamos a la espera de la publicación de la novela. Sin embargo, ahora vamos a hablar de HuaLian. Y podríamos considerar totalmente TGCF como la obra más completa de la autora, siendo la más reciente por el momento y, además, la más extensa. No es para menos, MXTX sabe hilar perfectamente un worldbuilding fenomenal y cuidado con una historia interesante y un romance slow-burning que hará que demos pataditas en el aire leyendo las interacciones entre los dos protagonistas. En palabras mayores, estaríamos hablando de una de las representaciones más preciosas del amor a través de los tiempos y el sacrificio en cuerpo y alma por la persona a la que amas —que por si no se ha notado ya en el KawoShin es uno de los tropos que más disfrutamos por aquí—. La delicadeza y complicidad con la que se muestran las interacciones entre ambos a lo largo de las distintas adaptaciones han sobrevivido incluso a la dura censura de las relaciones entre hombres por parte de China. Aunque veamos el donghua únicamente, podemos observar como algunas de las escenas tienen una indudable carga romántica detrás, y esto hay que agradecérselo en parte al equipo de la adaptación. Consumas la variación de la obra que consumas, HuaLian como pareja seguirán resultando adorables y, a la vez, conseguirán que se te encoja el corazón escena tras escena, creando momentos de complicidad cuya calidez traspasa el medio desde el principio.

Yamada y Kase – Kase-san shirīzu
Ya se ha hablado largo y tendido mangas trágicos por aquí, por lo que Kase y Yamada son la dosis de azúcar que hacía falta después de tanta amargura. Tanto en su breve adaptación animada como en la serie de mangas que tratan de la pareja podremos disfrutar de sus interacciones adorables. Y aunque sean más dulces que un caramelo, nos presentan una relación realista con una historia que, a pesar de no tener grandes dosis de drama telenovelesco, sí que nos enseña algún que otro traspiés. No todo está extremadamente infantilizado en su relación, pues muestran algunos momentos más adultos, además de acompañarlas hasta su salida del instituto y paso a la universidad. Desde luego, son la pareja ideal cuando simplemente queráis creer en las cosas bonitas y el amor una vez más, sin complicaros demasiado.
Caim y Sarah – Lost Odyssey
Tal vez Lost Odyssey no sea el juego más popular a día de hoy. Y es curioso, porque hablamos de una colaboración de Mistwalker con Takehiko Inoue. Tal vez sean nombres que no os digan mucho, pero si decimos que es el estudio de Hironobu Sakaguchi, padre de Final Fantasy y el autor de Vagabond y Slam Dunk, veréis que hablamos de titanes en sus propios medios. Pues este juego nace bajo el paraguas de Microsoft, en una época en la que incentivó el rol japonés en su plataforma para impulsar las ventas en el país del sol naciente. ¿El resultado? Una panda de títulos que pasaron desapercibidos, pero que hicieron mella en algunos jugadores, y eso nos lleva al día de hoy en el cual os vamos a hablar de Caim y Sarah. En Lost Odyssey encarnaremos a los Inmortales. Un grupo de gente de otro plano que vino al nuestro mil años atrás. Los motivos para quedarse aquí se fueron diluyendo con el tiempo, y durante nuestro viaje irán sucediendo eventos que desbloquearán recuerdos en los protagonistas de algún instante pasado de su vida. ¿Algún romance, guerras? 1000 años no son pocos años, y descubrimos que en cierto momento del viaje, Caim y Sarah, dos de los inmortales, tuvieron una hija. Contra todo pronóstico, salió una humana normal, que envejecía como cualquier otro humano. Será nuestra misión, como jugadores, preparar el funeral de nuestra hija, a la que dejamos años atrás, y de paso… conocer a nuestros nietos. Es fácil que nos guste la pareja porque, para empezar, los JRPGs no suelen darnpos gente tan mayor en el papel protagonista. Se mantienen muy bien, son gente inmortal al fin y al cabo, pero de alguna forma sus diseños y gestos nos indican su vejez, y poder hacer este viaje para descubrir la verdad tras estos 1000 años en familia es una experiencia única y que recomendamos probar a todo el que pueda enganchar una Xbox.
Artículo realizado por Drazz, Hachedehelp, Leiachansan y VanCooper