La historia de Digimon y sus adaptaciones a videojuegos siempre ha sido compleja. Si bien el origen de la franquicia nacía en el equivalente shonen de los Tamagotchis, ésta ha gozado de popularidad principalmente a las adaptaciones animadas, empezando con Adventure. Sin embargo, más allá de estos dos grupos de productos, se han llevado a cabo una cantidad bastante apreciable de títulos para videoconsolas, aunque más que por su cantidad, destacan porque han ido variando su jugabilidad en cada una de sus entregas, hasta el punto de poder identificar dos corrientes predominantes con distinto subtítulo.
El primer título de la franquicia —quitando una suerte de adaptación directa del Vpet— es Digimon World, una suerte de raising sim con elementos de combate y de desarrollo de ciudad. En este título encarnamos a un chico que ha sido transportado al mundo digital y que debe hacer crecer Ciudad File y vencer al malvado Analogman. Este título aprovechó el boom del anime en occidente hasta el punto de traer a los protagonistas de ésta en la portada, cosa extraña ya que algunos no se podían controlar y otros ni siquiera salían. Una de las razones por la que es conocido este título —más allá de que era un juego original y su concepto caló en el público— es que en la versión europea había un bug a la mitad del juego que impedía al jugador avanzar a la siguiente parte, impidiéndole desbloquear más criaturas o incluso terminar el juego. Por contraparte, su secuela Digimon World 2 ni siquiera salió en Europa, siendo el único de los cuatro primeros títulos que no tuvo esa suerte. Era una suerte de dungeon crawler con combates por turnos, completamente diferente a lo que ofrecía la primera entrega.
El tercer juego, llamado Digimon World 2003 en el viejo continente al no haber recibido el segundo título, abandonaba también los elementos de los dos primeros juegos para ofrecer una experiencia más similar al rol japonés que se estaba empezando a imponer por aquella época en el panorama mainstream. En este, como si de una versión prototípica de Sword Art Online se tratara, los protagonistas estaban encerrados en una suerte de mundo digital, y, junto a las propias peripecias y giros de la propia trama, los jugadores tenían que enfrentarse a distintos líderes de ciudad para conseguir sus medallas. El juego fue tan querido como el original, hasta el punto que éstas dos obras se podrían considerar las más influyentes de la historia de los juegos de Digimon, pero este en concreto pecaba demasiado de la necesidad de backtracking para alargarlo. Por último, World 4 abandonaba de nuevo todo lo anterior para convertirse en una especie de Diablo en el que las propias criaturas tenían armas, tales como pistolas o hachas y debían de explorar el mundo digital con un enfoque parcialmente multijugador y una trama basada en la película Digital Monster X-Evolution. Como si se tratase de un título ajeno al que le hubiesen puesto una capa estética de esta franquicia, no se volvió a hacer nada parecido hasta hoy, principalmente porque la crítica fue muy feroz con él.
Es aquí donde empieza a haber una variación en los títulos para distinguir de qué planteamiento jugable bebe cada juego: los títulos que heredan el gameplay de la primera entrega serían acuñados como World mientras que los que prefieren el estilo JRPG de la tercera entrega empezarían a tener el subtítulo de Story. No son los únicos juegos de la franquicia, y hablaremos de las cuantiosas excepciones después, pero sí son las corrientes más grandes que han seguido.

La subsaga Story se centra más, por lo general, en la captura de diferentes monstruos digitales —más cercana a la que fue en su momento su franquicia rival— para formar un equipo a gusto, en el que la crianza pasa a un segundo plano. Esta ramificación, que suele tener un énfasis mayor en el argumento que el resto de juegos de la franquicia, gozó de mucha popularidad durante la vida de la Nintendo DS, y llegó a tener hasta cuatro juegos —de los cuales dos de ellos venían divididos en dos versiones— con el mismo motor, aunque ninguno llegó a Europa y solo los dos primeros aparecieron por lo menos en Occidente. No fue hasta la salida de Cyber Sleuth y Hacker’s Memory que se dignarían a aparecer en territorio europeo, con una historia común pero dividida entre los personajes que estaban en el centro de la trama y los que la hacían funcionar entre bambalinas. Este título, junto con la segunda entrega de DS —dividida entre Dawn y Dusk y protagonizada por Coronamon y Lunamon, respectivamente— son los preferidos de esta derivación por el público.
Las iteraciones más modernas de Digimon World, por su parte, intentaban capturar el relámpago en la botella que fue la primera entrega, con distintos resultados. Re: Digitize reinsertaba el bucle jugable de crianza de Digimon más de 20 años después y su recepción por parte del mercado japonés —ya que no fue traducido hasta mucho tiempo después por parte de los fans— fue muy positiva, hasta el punto de que lo reeditaron tiempo después, esta vez para 3DS, añadiendo el subtítulo de Decode. En 2017 Occidente por fin vería otra vez este sistema —por partida doble, ya que era tras mucho tiempo el primer título RPG de Digimon en español, siendo el anterior World 4 doce años antes— con la versión internacional de Next Order, que traería novedades respecto a su versión japonesa, como la presentación de un villano extra, Boltboutamon. La recepción en estas tierras, sin embargo, fue bastante fría, ya que al igual que el primer título de la franquicia, pecaba de demasiado obtuso, cambiando el digimon que acompañaba al jugador por un duo esta vez, duplicando la complejidad de crianza y por extensión, del juego.

Hay otros títulos que se titulan Digimon World, pero solo en la versión fuera de japón. Comparten esta nomenclatura Data Squad, que aprovecha a los personajes de la susodicha serie para hacer un JRPG más similar a Story y Championship, que paradójicamente cumple los patrones jugables de los propios World, y es un simulador de crianza de Digimon ,que deja de lado el sistema de batalla hasta el punto de que no se puede controlar directamente a los monstruos digitales durante las mismas. Finalmente, dentro de este grupúsculo de juegos de rol se encuentran los títulos de la WonderSwan, una consola minoritaria de la propia Bandai. Pese a que son muchos juegos, la poca popularidad del sistema en cuestión hizo que aún a día de hoy sean muy desconocidos para la mayoría de fans, aunque uno de sus personajes importantes, Ryo Akiyama, aparece como personaje terciario en Digimon Tamers, la tercera serie, donde brilla en algunos capítulos junto a su Cyberdramon. Por ultimo, el reciente spin-off Applimon tuvo un par de entregas, una de ellas siendo de móvil para evocar el concepto de la serie, pero en general no hicieron mucho ruido.
Ya más enfocando a los spin-offs, Digimon goza de bastantes títulos de esta índole, aunque no todos sean igual de apreciados. PSX gozó de mucha suerte en este ámbito, porque probablemente los más destacables de este grupo proceden de aquí: Digital Card Battle, que utilizaba el sistema antiguo de cartas —nada que ver con el actual, que llegó a España en 2021— y Rumble Arena, que al más puro estilo de Super Smash Bros, tenía a los personajes importantes de las tres primeras series zurrándose de lo lindo y que tuvo una secuela que tampoco dejaba que desear. La Game Boy Advance tuvo un poco menos de suerte, al tener al tan olvidable como estrambótico Racing y dos juegos de lucha, Battle Spirit 1 y 2, que aunque eran decentes se hacían muy inferiores a las versiones de Sony. Como curiosidad, alguno de estos juegos tuvieron versiones mejoradas para la WonderSwan, aunque tampoco trajesen demasiadas novedades.

En la época más moderna, Digimon ha gozado del desarrollo de multiples juegos free-to-play, tales como MMORPGs y gachas. Lamentablemente, estos títulos, con la excepción de Digimon Masters Online, o han terminado su recorrido — siendo el caso más reciente ReArise, que cerró sus puertas este abril— o son exclusivos de regiones concretas, como Corea del Sur.
Y esto nos lleva finalmente al presente. Acaba de salir tras mucho años en el horno Digimon Survive y, quitando asperezas y algún que otro review bombing, la reacción está siendo muy positiva, aunque no se sabe si lo suficiente para asegurar que Survive consiga ser un subtítulo como lo son los dos anteriores. Además, Kazumasa Habu, el actual director de todo lo que gira alrededor a esta franquicia respecto a videojuegos, ha avisado de que el próximo título será una nueva entrega de Digimon Story con énfasis en los Olympos XII, y se rumorea mucho que el nuevo juego de cartas también tendrá su adaptación al videojuego. Bandai Namco no les suele permitir demasiado presupuesto, pero se espera que esta sea una tendencia que, gracias a las obras de los últimos años, esté cambiando. El Mundo Digital aun tiene mucho que contar.
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