Si vivís en España, seguramente hayáis visto el vídeo de concienciación que realizó este año la DGT—Dirección General de Tráfico—donde se atropellaba a Amaia Romero, ganadora del concurso de televisión Operación Triunfo 2017. Esta singular campaña de prevención de accidentes de tráfico consiguió un sinfín de memes por parte de los usuarios de Twitter, logrando así estar en boca de todos. Puede parecer que la campaña perdiera su objetivo ya que todo el mundo se la tomaba a risa. Sin embargo, el hecho de hacerse viral es lo que precisamente buscaba la DGT.

Llamar la atención es un bonus importante a la hora de realizar una campaña de prevención eficaz. Por esa razón, utilizar a figuras conocidas de la cultura de una determinada región puede ser determinante para marcar la diferencia dentro de la sociedad de la información.  La DGT no es la única entidad pionera en utilizar este tipo de recursos, y en otros países podemos encontrar ejemplos de un corte similar. En este artículo nos centraremos en las campañas de prevención japonesas cuyos protagonistas os sonarán enseguida.

Cuando el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón realizó en el año 2014 una encuesta para conocer qué amenaza era la más grave para la salud pública, se alarmó al conocer que apenas un cinco por ciento de la población consideraba el riesgo de ser agentes de contagio como un verdadero peligro. Para lograr una mayor concienciación al respecto, se decidió utilizar distintos personajes del manganime famosos a partir del año 2016 y prevenir de esa forma distintas enfermedades. Se cuentan con varios ejemplos dignos de mención, siendo uno de ellos la prevención de ITS—infecciones de transmisión sexual—a cargo de Sailor Moon mediante el eslogan “Te castigaré si no te realizas un test” imitando así a las palabras que la protagonista dice durante su transformación: “en el nombre de Luna, ¡te castigaré!”. Otro caso conocido es el de la campaña utilizada en marzo de 2020 para evitar el contagio por coronavirus de la mano de Eren, Armin y Mikasa, protagonistas de Shingeki no Kyojin:

Estas campañas de prevención no sólo se han centrado en la salud física, sino también en la salud mental de los japoneses. Una de las más importantes fue la campaña contra el bullying realizada en el año 2017 por el Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología de Japón —comúnmente conocido con las siglas MEXT— en colaboración con el anime de Sangatsu no Lion, la obra de Chika Umino que contaba en su segunda temporada con un arco donde se centraba en el acoso escolar. Este proyecto no sólo se centró en la realización de diversos pósteres con el número de atención creado por el MEXT para estos casos, sino que dio paso a su vez a una serie de debates respecto al papel del profesorado y de las familias a la hora de tratar este tipo de situaciones.

En Japón, el suicidio es una de las principales causas de muerte externa en los adolescentes. Las conductas suicidas suelen ser más frecuentes conforme se acerca el retorno del curso tras el verano y según se inicia el curso en primavera, lo que indica que existen una serie de factores que pueden servir de desencadenantes a la hora de realizar este tipo de comportamientos. El informe realizado por CNN International a partir de los datos de mortalidad recogidos por el MEXT llegaba a una conclusión alarmante: el acoso escolar y el estrés académico eran los principales factores de riesgo dentro de este sector de la población.

La mangaka Chika Umino era consciente de estos datos y los plasmó dentro de su obra. Tanto es así que el abuelo de Hinata—la joven acosada durante el arco por defender a una amiga que también sufría bullying—hacía referencia al “gran número de noticias” que había visto en los medios de comunicación para expresar apoyo a su nieta.  Si bien la autora se centra en la historia del jugador profesional de shōgi Rei Kiriyama, no desaprovecha la oportunidad para dar una perspectiva propia respecto al acoso escolar. No sólo trata el punto de vista de las víctimas, sino que aporta la perspectiva de los familiares, de los profesores, y de los acosadores para analizar de una forma integral el problema que presenta el país del sol naciente en su día a día, llevando de esta forma la prevención del acoso escolar a unos niveles más dinámicos e interactivos que no se habían conocido hasta la fecha.

Existen familiares y profesores que prefieren que las víctimas se queden al margen y aguanten como puedan el chaparrón, como es el caso de la hermana mayor y la tutora de Hinata. En la obra, este tipo de comportamiento se retrata como vergonzoso siendo así una forma de lavarse las manos. Frente a estas actitudes pasivas, se dan apoyos tanto de forma explícita —mediante la figura del abuelo— como implícita, cuando el director del colegio toma cartas en el asunto y separa a la acosadora principal de la clase desbaratando así la estructura de poder. Además, trata con ésta para averiguar que el motivo tras su acoso no era nada más que una forma de evitar un futuro al que no le han enseñado como enfrentarse y donde quiere que nunca la dejen de hacer caso.

Sangatsu no Lion, junto a obras como Koe no Katachi —película que trata el acoso escolar desde la perspectiva de una alumna sordomuda— traen consigo unas historias que pueden ser utilizadas como recursos para trabajar en el aula o para comenzar los debates en los grupos de amigos y el seno familiar. Poder decir “me identifico con Hinata” trae consigo una declaración de intenciones —“estoy sufriendo, me pasa esto, no sé qué hacer”— y, por ello, pueden permitir la prevención del acoso a largo plazo. Es sencillo lanzar pósteres con números de teléfono o tirar de datos estadísticos en los titulares para alarmar a la gente momentáneamente. Lo difícil es conseguir un cambio de actitudes en la población. Sí, se sabe que la situación es grave, así que… ¿qué podemos hacer para cambiar? ¿Qué puedo hacer si me encuentro en esta situación? Estas obras dan una serie de pautas y ejemplos que se pueden considerar el primer paso en la dirección del cambio.

Como se ha podido observar a lo largo del artículo, el manga y el anime pueden ir más allá del entretenimiento y convertirse en elementos que promuevan una mejor calidad de vida para la comunidad en general.  Puede que nos haga gracia ver a Armin con mascarilla para hacer frente al coronavirus cuando tiene al Titán Colosal detrás, pero seguramente una imagen tan absurda sea retenida mejor por nuestro cerebro y nos haga recordar el uso de la mascarilla cuando nos haga falta.  Puede que viendo Sangatsu no Lion nos sintamos incómodos porque nos hemos visto reflejados en el papel de víctima o en el de cómplice silencioso, pero esas sensaciones ya están consiguiendo que nos paremos a pensar en nuestra forma de reaccionar ante esas situaciones. Al final, esas campañas consiguen calar en la población, ya sea de una manera ridícula o seria, y así empiezan a generar el cambio necesario para evitar—o al menos reducir—los problemas que existen en la sociedad actual.