En la mente de: Gwyn (Dark Souls)

En la mente de es una serie de artículos dedicados a profundizar individualmente en las características y motivaciones de algunos de los personajes más queridos e interesantes de los videojuegos y el anime

Dark Souls es un videojuego —creo—, que aparte de por su diseño de niveles y dificultad —no por favor, otra vez ese debate no—, destaca por la forma que el juego tiene de contarnos su historia, fragmentada, presente y oculta a la vez, como esa ilusión de Anor Londo en el primer título de la saga. Un estilo que deja el campo abierto a la especulación, no terminando nunca de dar una punzada que asiente al 100% las teorías elaboradas por el fandom. Esto se debe a que Miyazaki quiere plasmar en su obra una de sus vivencias de juventud, en la que nuestro querido director devoraba con avidez obras de fantasía occidentales, con el problema de que estas se encontraban en idioma anglosajón, en el que no era muy versado por aquellos tiempos, lo que daba lugar a que estas lecturas estuviesen llenas de lagunas que Miyazaki rellenaba con su imaginación y/o especulaciones.

Así como decíamos al comienzo del artículo, Dark Souls nos presenta su mundo de manera criptica, teniendo que descubrir el pasado y a través de las leyendas que nos cuentan otros personajes (o serpientes bigotudas), de objetos y de las propias localizaciones. Esto nos llevó a plantearnos una cuestión ¿Tienen los personajes de Dark Souls algún desarrollo? ¿Qué corre por sus mentes? En definitiva ¿Cuál es su personalidad aparte de hacernos enarcar una ceja con sus risas? Así que como en Futoi Karasu somos culo(s)de mal asiento, hemos decido lanzarnos a esta aventura con el personaje principal de la saga, o al menos el causante principal de que las cosas estén como están, nos referimos al dios solar Gwyn. Para ello, vamos a tener que realizar un trabajo de reconstrucción cuasi-histórico, similar al utilizado para «reconstruir» la semblanza de los personajes del pasado, si bien nosotros contamos con menos fuentes para ello.

Gwyn señor de la luz solar / @Fromsoftware

Lo principal es comenzar por el principio ¿Quién es Gwyn? En la introducción del primer título de la saga aparece como un gran señor que obtuvo el poder de la llama y se enfrentó a los dragones, exterminándolos y dando paso a la era de la luz y a la raza de los dioses. ¿Pero qué era antes? Las especulaciones, en un principio, apuntan a que es un ser distinto a los humanos. Sin embargo, su tamaño no es mucho mayor que el nuestro como para considerarlo un gigante, y puede que esa diferencia de tamaño se deba al poder otorgados por las almas —Ndr: Obviamente, la diferencia de tamaño se debe a una cuestión técnica, para falicitar el fijado como boss, pero tenemos que buscarle una explicación «in game»—. Si a esto le añadimos que más adelante encontramos a Gwyn afectado por la maldición de los no muertos, es decir, convertido en hueco, un estado en teoria reservado solo para la humanidad, tendríamos que no es sino un humano que se encontró y atesoro un inmenso poder en esa primera llama.

Las acciones de Gwyn que conocemos gracias a los distintos objetos y localizaciones del juego nos dan una imagen de él como alguien justo, caballeroso, un ostentador digno del poder regio. Así por ejemplo encontramos que recompensó a los humanos que ayudaron en su guerra contra los dragones otorgándoles dos ciudades, Nuevo Londo y la Ciudad Anillada, así como a su hija Filianor como protectora de esta última, buscó una cura contra el estado hueco, es decir, la perdida de la humanidad —que no son sino fragmentos del alma oscura—, fue el primero en presentar batalla contra los demonios del caos y realizó el sacrificio supremo al dar su vida para enlazar la primera llama e incluso entregando parte de su poder a los gobernantes humanos de Nuevo Londo.

Sin embargo, la dicotomía luz-oscuridad que tan presente está en Dark Souls, extiende sus lazos aquí también. Descubrimos posteriormente que el destierro de su hijo primogénito se debe a que este estaba en contra de la masacre indiscriminada que se realizó contra los dragones y que llevó a estos a la extinción. Asimismo, sus regalos en general estaban envenados. De Nuevo Londo en sí misma no podemos decir mucho más, aunque cabe la especulación de que dicha ciudad, ubicada a los pies de Anor Londo, sirva como recordatorio de que los dioses siguen por encima de los humanos. La Ciudad Anillada, donde habitan los pigmeos y donde se encuentra su hija, no es sino una prisión, anclada fuera del espacio y del tiempo por el sueño de esta. Permitió también la caza de no muertos por parte de la Iglesia de la Santa Vía para la construcción de las hogueras, todo para mantener su poder a través de la era del fuego.

Gwyn, coronando al furtivo pigmeo / @FromSoftware

Estos puntos nos darían una visión de él ya no como un gobernante justo, sino más bien como una suerte de tirano. Sin embargo, la realidad es menos amarga. Como hemos mencionado al comienzo, Gwyn, a pesar de todo su poder, no tuvo un origen distinto. Se encontraba en la oscuridad y no es sino el temor a la misma la que le lleva a errar y actuar tan suciamente, de ahí su sacrificio al final, una forma de redención.

Sin duda cabe la especulación de si ese temor a la oscuridad va ligado a la pérdida de su poder, o a un miedo real, como si la Era de Oscuridad, por muy parte del circulo natural que fuese, estuviese marcada por ser una pena sin propósito alguno. Más allá de eso, podemos concluir que Gwyn es una metáfora de esos viejos reyes de los libros de fantasía clásicos, otrora gloriosos y caballerosos, pero a los que cuyos temores han convertido en Señores de las Cenizas.

3 comentarios en “En la mente de: Gwyn (Dark Souls)

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