No hay un arma blanca tan popular en la ficción como la espada. Lanzas, hachas y mazas han tenido sus momentos de utilidad y popularidad a lo largo de los cruentos conflictos que han asolado a la humanidad desde los albores de la historia, pero ninguna ha mantenido su importancia en el imaginario popular y su extraño misticismo hasta nuestros días como la espada. Polivalente, recurrida en conflictos bélicos por incontables ejércitos, mortal en manos expertas y con un sinnúmero de subtipos, se llamen sables, claymores, gladios o bracamartes. La Tizona del Cid, la Joyeuse de Carlomagno o Durandal son sólo algunas de las más famosas espadas del medievo occidental, mientras que Andúril, la Espada Maestra o Hielo se encuentran entre las más reconocidas en la literatura o los medios audiovisuales. Obviamente, cuando nos centramos en el Extremo Oriente la tendencia no cambia y, debido en gran parte a la enorme tradición bélica de un país tan históricamente imperialista y conflictivo como Japón y a la también enorme producción de mangas o animes dentro de géneros como la acción o la fantasía, no es de extrañar que un buen número de espadas se hayan convertido en iconos de la cultura popular nipona. En este artículo repasaremos algunas de las más interesantes.
Excálibur (Fate/stay Night)
Quizá la espada más famosa del mundo en cuanto al origen de su leyenda, una de las piedras angulares de la Materia de Bretaña, de la mitología de Reino Unido. Excálibur es la espada del Rey Arturo y, en lo tocante a la franquicia Fate, el arma personal de Saber, la peculiar encarnación femenina del legendario monarca. Su historia recuerda vagamente a la de la narración original aunque, como todo en Fate, su poder es ampliamente mayor. Esta espada, otorgada a Arturia, cuando aún vivía y regía sobre Camelot, por la Dama del Lago, consume una gran cantidad de energía de su usuaria, pero puede desatar oleadas de poder destructivo sin paragón en forma de gigantescos rayos de luz que son capaces de horadar cráteres de varios metros de profundidad. Debido a su iconicidad, la mayor parte del tiempo Saber la esconde tras un pequeño sortilegio de invisibilidad, para evitar que sus contrincantes de la Guerra del Grial descubran su verdadera identidad al ver la espada. Paradójicamente, la clave de la victoria de nuestra reina en Fate/stay Night no llega a ser la propia Excálibur, sino su vaina, Avalon, un objeto de propiedades prácticamente divinas que otorga la inmortalidad a su portador.

Zampakutō (Bleach)
Lo que nos ocupa no es una espada individual, sino un conjunto de ellas, las armas designadas de los shinigamis de la Sociedad de Almas. Cada una tiene un tipo de poder completamente único y eso, aunado a la posibilidad desbloquear el acceso a habilidades aún más fantasiosas —bajo el nombre de shikai y bankai—, las convierte en herramientas terroríficas. Algunas pueden incinerar todo el espacio a su alrededor, otras extenderse casi instantáneamente varias decenas de metros y las hay que pueden emitir rayos de energía oscura. Como stands, pero teniendo que llevarlas a cuestas.
Scissor Blade (Kill la Kill)
Es una espada. Pero también es parte de unas tijeras gigantes. No, no hay que buscarle demasiada explicación, al igual que a muchas de las cosas que ocurren en Kill la Kill. El arma personal de Ryūko, y su equivalente púrpura en manos de la antagonista Nui, puede cambiar de forma y tamaño y una vez se reúne con su homóloga y forma la Rending Scissors, multiplica su poder. Asimismo, es de las pocas cosas capaces de hacer mella en las fibras vivas simbióticas que conforman los uniformes de combate que llevan los personajes de la serie.
Kokoro Watari (Monogatari Series)
Espada interesante donde las haya, pues sólo es efectiva contra elementos sobrenaturales, pasando a través de cualquier otro individuo o material sin causar daño alguno. El efecto de esta arma es más bien conceptual. Uno de los puntos importantes de Monogatari es que los monstruos existen porque creemos en ellos, pues representan nuestras emociones, sentimientos e ideales. Esto significa que es una espada que, lejos de cortar objetos o personas, hiende traumas. En otras palabras, ¿quién no querría disponer de una hoja capaz de, literalmente, cercenar en dos su depresión? Otra ventaja es que no necesita vaina.
Colmillo de Hierro (InuYasha)
Conocida originalmente como Tessaiga, la emblemática espada de InuYasha, forjada a partir de un diente de su propio padre, dormita al inicio de la serie bajo la apariencia de una simple katana oxidada y cuya hoja mellada podría ser detenida por la más fina de las armaduras. Pero bajo su aspecto herrumbroso se esconde un arma de poder sin igual que no sólo puede emitir ráfagas de viento explosivo capaces de aniquilar docenas de demonios, sino que es capaz de desarrollar nuevas formas y características una vez su portador derrote a enemigos lo suficientemente fuertes.
Una curiosidad que a quien esto suscribe siempre le carcome es cuánto pesarían en la vida real espadas de tamaño tan colosal y cómo sería blandirlas, pues los mandobles de los lansquenetes alemanes del siglo XVI ya caminaban por la frontera de lo realmente óptimo en un enfrentamiento a pie. Salvando los de uso ceremonial, escasas veces superaban los tres kilogramos y medio y aún con ello no eran apropiados para batallas que se alargasen demasiado. Para hacer una comparación lo más rápidamente posible, una réplica 1:1 de la Espada Mortal de Final Fantasy VII puede llegar a los 25 kg de masa. Esto la convierte en virtualmente inmanejable por un ser humano corriente, puesto que al tener un tamaño tan descomunal su centro de masa está muy alejado de la empuñadura y eso termina generando un momento de fuerza que puede acercarse a los 200 newton-metros. Es decir, que puedes levantarla en estático si tienes mucha fuerza y utilizar la gravedad para dejarla caer sobre algo y hacerlo pedazos, pero no podrás blandirla de forma siquiera remotamente útil. Colmillo de Hierro no es exactamente tan grande como la Espada Mortal, pero podemos asumir que superaría holgadamente los 15 kilogramos, debido a su tamaño y forma. También es cierto que el propio InuYasha ha levantado árboles enteros en su manga como si nada, así que en este caso el tamaño, densidad y peso de la espada no sería un inconveniente para él. Y además, que es lo importante en estos casos, el arma luce fenomenal en combate.

Matadragones (Berserk)
La explicación del párrafo anterior sobre el peso y el centro de gravedad de las espadas anormalmente voluminosas se vuelve un poco más peliaguda en este caso. Guts no tiene en un inicio poderes sobrehumanos como sí tenía nuestro demonio-perro favorito, más allá de su brazo mecánico y el agrio y sufrido mercenario empuña un arma que es «demasiado grande como para ser llamada una espada, demasiado gruesa, pesada y áspera; parece más un gran trozo de hierro». Independientemente de la capacidad de Guts para hacer molinetes y barridos con tal monumental aparato, la Matadragones representa muy adecuadamente el mundo en el que se desarrolla Berserk. Es regia, poco amable, sobria y sin florituras. Un arma amenazadora, inclemente y que aplasta todo aquello que se cruce en su camino.
Wado Ichimonji (One Piece)
Pues es también una espada. Una espada muy buena. Sí. Se podría asegurar que es una de las mejores espadas de su mundo, dura, regia, afilada y muy resistente. Y… pues ya está, no tiene mucho más interés, así como ningún tipo de efecto mágico o especial. Pero One Piece está lleno de espadas y la más famosa de las portadas por Zoro merecía ser mencionada.
Gorn Nova (Slayers)
¿Alguna vez os habéis planteado lo divertido que sería si en un setting medieval introdujésemos un sable láser de Star Wars? Algo así debió pensar Hajime Kanzaka, el creador de Slayers, cuando incluyó en su historia la Espada de la Luz, parte de los cinco tesoros de Dugradigdu, uno de los cuatro grandes demonios del confuso multiverso que esta serie de novelas comparte con Lost Universe —aunque allí toma la forma de un acorazado interestelar—. El hábil espadachín Gourry la manejaba con maña y fuerza para enfrentarse a bandidos, dragones y demonios, con el resultado que todos esperaríamos si un caballero jedi hiciese lo propio contra un bandolero cualquiera. Además, al nacer su poder de la energía astral, la Gorn Nova podía canalizar la fuerza de los conjuros de Lina Inverse, la hechicera protagonista, haciéndola aún más temible.
Shichika Yasuri (Katanagatari)
Katanagatari significa Historia de Espadas, así que no es de extrañar que tales objetos tengan un papel predominante en la propia concepción de esta saga de novelas adaptadas al anime por Shaft, el estudio detrás de Madoka Magica. Los dos protagonistas de esta serie de aventuras, Shichika y Togame, deben enfrentarse a doce espadachines rebeldes de la era Edo para requisar sus armas y entregárselas al shogunato. Cada uno de ellos representa un modo diferente de entender y afrontar el conflicto y, por ello, su herramienta de batalla es diferente y única. Y quizás la espada más única sea la de Shichika. Este pertenece a la escuela Kyotōryū de artes marciales, que centra sus enseñanzas en templar y entrenar el cuerpo hasta convertirlo en una auténtica arma. Como dicen en las propias novelas, Shichika no usa espadas, es la espada. Sus brazos, sus piernas, cada músculo, hueso y tendón de su cuerpo están especializados en desarmar a sus oponentes, inhabilitarlos y romper todo obstáculo que se le ponga por delante, incluso aunque sea el afilado filo de una hoja de acero.