Crónicas de un migrante (4) – Una fantasía defectuosa

©Square Enix

Si habéis estado siguiendo mi lista de artículos sobre Final Fantasy XIV, sabréis ya de sobra que me parece un juegarraco como la copa de un pino (y más después de haberme pasado Endwalker). Pero claro, ya sabemos que no es oro todo lo que reluce y que no todo puede ser perfecto e idílico… menos aún cuando se trata de una industria como la del videojuego.

No os voy a engañar: Final Fantasy XIV tiene muchos defectos. Es cierto que la gran mayoría de defectos provienen de toda la deuda técnica heredada por la aberración informática que fue el lanzamiento del juego original. Es más, con la congestión de jugadores que ha habido últimamente ha salido a la luz un problema a la hora de iniciar sesión que, según ha dicho el propio Yoshida en su último comunicado, llevaba presente desde la versión 1.0 del juego.

Pero claro, es fácil quejarse de los fallos técnicos aparentes del juego, como que mientras comercias con un PNJ no puedes usar objetos de tu inventario o el no poder acceder a tus criados mientras estás esperando para entrar en una mazmorra. No hace falta más que meterle unas pocas horas al juego para darse cuenta de este tipo de problema. Me gustaría hablar de problemas fuera del propio juego.

Lo primero y más acuciante es, sin duda, su modelo de negocio: tienes que comprar el juego base, que cuesto unos… ¿10, 20 euros? y que incluye A Realm Reborn y todas las expansiones salvo la más reciente. Después de esto, tienes que comprar cada expansión cuando salga, como un juego entero, a 35 o 40 euros. Y estaréis pensando que tal vez no sea tanto, 35 o 40 euros cada dos años no es tanto. No, no lo es. El problema es que el juego sigue el modelo de negocio original de World of Warcraft, donde hay que pagar una mensualidad para poder acceder a los servicios online del juego. Esta mensualidad ronda los 10 u 11 euros. Lo cual son unos 260 euros entre lanzamiento y lanzamiento de expansión.

Compra, compra, compra, oferta, oferta, oferta. | ©Bethesda

Este modelo de negocio es algo totalmente desfasado a día de hoy, hasta casi insultante en cierta medida. Los únicos MMO que mantienen un modelo de negocio similar (al menos de los más populares) son Final Fantasy XIV y World of Warcraft. Es cierto que otros MMOs como The Elder Scrolls Online ofrecen una suscripción mensual, pero es más por ser una especie de jugador VIP que una obligación. Otros como Guild Wars 2 simplemente piden comprar cada expansión, pero no tienen ninguna suscripción mensual. Ambos son juegos más recientes y que han tenido la necesidad de competir contra el titán que ha sido hasta hace un par de años World of Warcraft, dando pie a modelos de negocio más amables en favor de los usuarios.

El siguiente problema no es tanto algo referente a Final Fantasy XIV, sino a la gran mayoría de los MMOs: los objetos cosméticos que cuestan dinero real. Puedo entender que un juego como Guild Wars 2 tenga una tienda relativamente grande donde es posible gastar algo de dinero real, ya que la gran fuente de monetización del juego viene de la misma. Pero en juegos como World of Warcraft y Final Fantasy XIV, donde el dinero proviene de las suscripciones… la tienda de dinero real sobra bastante. En el caso de World of Warcraft es posiblemente peor, no por la basura infecta de empresa que es Blizzard, sino porque los modelos de armaduras y armas de la tienda tienen una calidad absurdamente superior a las del propio juego.

La tienda de mascotas de World of Warcraft. Por cierto, varias de estas mascotas de pago son de lejos las mejores que vas a poder encontrar para el aspecto competitivo de los duelos de mascotas. ¿Alguien dijo pay to win? | ©Blizzard Activision

Por ejemplo, los gestos. En la época de Heavensward, uno de los gestos de Haurchefant se podía obtener haciendo una cadena de misiones. Ahora, para conseguir un gesto de Emet-Selch, tienes que pasar por caja y pagar 5 euros. Medio mes de juego. Una montura que la gente llevaba años pidiendo, 21 euros. Veintiún euros. Dos uno. ¿Hola? ¿En serio? Esto no significa que no haya comprado cosas en la tienda del juego, porque la carne es débil y el gatete gordo es demasiado adorable. Pero maldita sea, Square Enix, la codicia, que se os ve el plumero.

FFXIV new Emet-Selch Snap emote and changes on Trial version - Millenium
Si quieres hacerte con el icónico chasquido de dedos de Emet-Selch, te va a tocar apoquinar cinco pavetes. Qué bien… | ©Square Enix

Sinceramente, creo que Square tendría que replantear el modelo de negocio del juego. Una especie de membresía VIP como en The Elder Scrolls Online es una idea interesante. O la ausencia total de cuotas mensuales, como en Guild Wars 2. Pero no sigáis usando ese modelo de negocio de hace años, por favor. Sí, la prueba gratuita son fácilmente 100 horas de juego de muy buena calidad (especialmente Heavensward), pero tener que pasar por caja todos los meses sí o sí… es horrible. Al menos aquí no tenemos que preocuparnos por no estar al día a nivel de equipo o contenido si no entramos todos los días a hacer nuestras misiones de mundo. Sí, te miro a tu World of Warcraft y tu horrible FOMO. Te odio. Es más, creo que la próxima vez me va a tocar callarme un rato del jueguito este y hablar del FOMO, especialmente en los gachas. Cómo odio los gachas. Bueno, voy cortando, que tengo que farmear en el evento de navidad del Fate GO.

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